La opinión de

El balneario y la antítesis campo-ciudad

“Uno de los requisitos que una clientela distinguida exigía a las aguas termales era su ‘conveniencia’. Como atestigua Emilia Pardo Bazán, algunas estaban socialmente mejor consideradas que otras. Y afirmaba: ‘Entre las aguas minerales las hay que es honroso beber, y las hay que es sospechoso y denigrante. No he de especificar estas últimas, líbreme Dios, por lo mismo que su nombre, virtudes y efectos están en la memoria y en la mente de todos, pero al frente de las primeras, de las que viste bien tomar y necesitar, figuran las bicarbonatado-sódicas –Vichy, Mondariz–. Sin afirmar que sólo acuda a estas fuentes la gente de entendimiento, de verdadera actividad cerebral y de alta cultura, digo que en ellas siempre la he visto en mayoría”, señala Yolanda Pérez Sánchez, responsable del texto histórico correspondiente a la magnífica obra titulada Buvette. Fundación Mondariz Balneario, Aguas de Mondariz. Fuente del Val, S.A., 2008.

Las religiones afrocubanas en la obra de Natalia Bolívar

“Después, por medio del ‘obbi’, se pregunta para estar seguro que aceptó esta fiesta en donde también se le ponen comidas sólo degustadas por el ‘orisha’, como el ‘Amalá ilá’, harina de maíz con quimbombó para ‘Changó’; también, el ‘Ochinchín’, guiso de camarones, acelgas y tomates de ‘Yemayá’ y ‘Ochún’, y muchos otros que harían esta lista interminable. Estas formas de complacer a los ‘orishas’ se llaman ‘ebbó’ y ‘addimú’, y vienen dadas generalmente a la hora del registro por el ‘Diloggún’, o el ‘oráculo de Ifá’. De acuerdo con el ‘oddun’ que salga, estas ofrendas de comidas y dulces se colocarán en donde marque la tirada; o sea, en el parque, al lado de una palma, a la entrada de un monte o en una loma”, leemos en la ‘Introducción’ de la obraCuba. Imágenes y relatos de un mundo mágico, Ediciones ‘Unión’, Unión de Escritores y Artistas de Cuba, El Vedado, Ciudad de La Habana, 1997, cuya autoría corresponde a la reconocida historiadora y etnógrafa Natalia Bolívar Aróstegui.

La ‘Temporada’ del Hotel Balneario de Mondariz

“Es difícil establecer el porcentaje de verdaderos enfermos que acudían al balneario, ya que, principalmente, se trataba de estar en el ‘marco adecuado’ impuesto por la moda. El ‘snobismo’ que produce la imitación de los hábitos de las clases superiores es un factor decisivo para el éxito del termalismo: el agüista busca en el balneario la confirmación de su categoría social o su compañía. Esto originaba una curiosa mezcla: miembros de las clases altas, hombres de estado, eclesiásticos, militares, artistas o aventureros. El balneario, como el ‘Gran Hotel’, es uno de los espacios predilectos de la sociedad; en ellos se albergan reyes, artistas, políticos y otras personalidades, alrededor de las cuales se celebran reuniones políticas, sociales y culturales”, leemos en las páginas del conmemorativo libro titulado Buvette –bellamente ilustrado con fotografías de época–, Aguas de Mondariz. Fuente del Val, S.A., 2008, correspondiendo el texto a Yolanda Pérez Sánchez y la fotografía a Enrique Touriño.

Natalia Bolívar y Emilio Reyes desde la magia de La Habana

“En realidad, ¿qué son los ‘sarayeyes, ebbó, ebbora, addimú, ebbó iparo ori, eddi y bilongos? Podemos explicarlos en su conjunto y a cada uno de ellos por separado. Cuando por alguna razón poderosa nos dirigimos a los oráculos propios de la ‘Regla de Ocha’ –el “Diloggún o el oráculo de Ifá”–, para consultar problemas acerca de nuestra vida diría como, por ejemplo, la pérdida del trabajo, trastornos en la salud, conflictos matrimoniales o amorosos imposibles, muertos que nos acompañan y no nos dejan vivir en paz por una mala jugada del destino, estos sistemas de adivinación nos dirán las formas de evitarlos o superarlos, de acercarlos o desprendernos de ellos”, escribe en su breve ‘Introducción’ la ensayista y reconocida etnógrafa cubana –nacida en La Habana en 1934– Natalia Bolívar Aróstegui al frente de su obra titulada Cuba. Imágenes y relatos de un mundo mágico –acompañada de las necesarias fotografías de Emilio Reyes Pérez–, Ediciones ‘Unión’, Unión de Escritores y Artistas de Cuba, La Habana, 1997.

Los balnearios europeos: del siglo XIX al siglo XX

“Durante el siglo XIX la sociedad francesa era el modelo de la sociedad cosmopolita europea, y el París creado por Haussmann, con sus grandes avenidas iluminadas y lujosas viviendas abuhardilladas, la ciudad ideal. Pero, a partir de la primera década del siglo XX, Inglaterra toma el relevo como el principal referente de la alta sociedad europea. La enorme influencia de los valores y estilos de vida ingleses en la aristocracia española, como en el resto de Europa, es un dato bien conocido. La moda de imitar las costumbres inglesas, inequívoca muestra distinción, afectaba tanto a la vestimenta y a ciertas expresiones, como a los juegos, deportes, y las prácticas de higiene introducidas por Gran Bretaña”, leemos en las páginas de Buvette. Fundación Mondariz Balneario, 2008, con el texto histórico a cargo de Yolanda Pérez Sánchez y fotografías de Enrique Touriño.

Natalia Bolívar Aróstegui y el “mundo mágico” de Cuba

“El hombre, a lo largo de toda su existencia, busca la supervivencia, en cualquier estadio, en cualquier sociedad; así también busca cualquier manifestación religiosa. En este trabajo trataremos la manifestación conocida como ‘Regla de Ocha o Santería’. Los practicantes de esta manifestación, tan antigua como antigua es la Humanidad, provinieron del vasto territorio de los ‘yorubas’ –disciplinados, organizados, ricos en bronce, oro y marfil– y han dejado sus huellas en las artes del mundo entero mediante la simplificación de sus líneas y el abstraccionismo del hieratismo, en máscaras y figuras de belleza inigualable, al atravesar el océano Atlántico entre los siglos XVI y XIX”, leemos en la ‘Introducción’ del libro Cuba. Imágenes y relatos de un mundo mágico, ediciones ‘Unión’, Unión de Escritores y Artistas de Cuba, Ciudad de La Habana, 1997. Monografía elaborada por Natalia Bolívar Aróstegui y cuyas fotografías corresponden a Emilio Reyes Pérez.

‘Buvette’, Aguas de Mondariz, ilustre Álbum de Galicia

“Mondariz debe agradecer el esfuerzo de muchas personas a lo largo de varias generaciones. Este reconocimiento es –sin duda– por el que nuestro libro debe empezar. Porque en 2008 se cumplen ciento treinta y cinco años desde que el ‘Agua de Mondariz’ fue declarada de ‘utilidad pública’, y ciento diez desde que el ‘Gran Hotel Balneario de Mondariz’ abría sus puertas por primera vez. Las mismas puertas que luego quemó el fuego… y se volvieron a abrir. También hace cien años que se empezó a construir la primera planta de embotellado, el pabellón de ‘Gándara’. ¿Un último aniversario en 2008? Veinte años desde que Javier Solano llegó a ‘Aguas de Mondariz’, recuperando tiempo perdido y rematando obras que nunca habían sido terminadas”, escribe Javier R. Losada Boedo, Director Gerente de “Aguas de Mondariz, Fonte del Val, S.A.”, en las palabras preliminares, a modo de “proemio”, de Buvette, edición a cargo de la “Fundación Mondariz Balneario”, 2008.

Germán Arciniegas y su ‘Nueva imagen del Caribe’

“Cada vez que se torna al Caribe se le descubre de nuevo. Cosa nada extraña porque lo mismo ocurre con la tierra, los hombres, las letras. El ‘Quijote’ que leemos ahora no es el mismo que leímos a los veinte años. Los montes son de una manera hoy; mañana serán distintos. El progreso natural, los cambios bruscos y radicales que determinan las revoluciones, el número de habitantes de las ciudades que pasa de las seis cifras a las siete, el millón de cubanos peregrinos que hoy forman sus hogares en Estados Unidos y otros lugares del mundo, que antes se estudiara en inglés en las escuelas de La Habana, y hoy haya un número sustancial de jóvenes cubanos que hablan ruso, que islas desde la reina Isabel tuvieron clavada bandera inglesa, ahora tengan la propia y se muevan hacia una independencia creciente, que se estén proyectando otro y otros canales para comunicar los océanos, que Puerto Rico se industrializara, que Papá Doc piense llegar a los noventa años en Haití, que aparezca una ciudad nueva imaginaria llamada Macondo… son novedades que alteran radicalmente la imagen anterior del mar y sus Antillas y de la tierra firme en torno”, escribe Germán Arciniegas en su necesario libro Nueva imagen del Caribe, editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1970.

El río Eo y el río Masma, frontera con Asturias

“O Eo nasce no monte Cadebo, e vai ao pé da serra de Meira, regando os vales de Pedroso e Valeiras e terra de Miranda, indo dar á ría de Ribadeo, formando lindeiro dende a confluencia do Trabada, antre o partido de Ribadeo e Asturias. Os afluentes son todos pequenos agás o Rodil, que nasce perto de Vilardongo e descrebe unha gran curva cara ó Norde, no partido de Fonsagrada, recibindo moitos regueiros. O Martín, en Fonsagrada, e o Riotorto e máis o Trabada, en Ribadeo, son de pouca importancia. O Masma, do outro lado da serra da Cadeiro, é o primeiro río inteiramente galego que atopamos. Nasce na Pena de Xistral e vai de Oeste a Este ao pé dos montes de Infesta, torcendo logo pra buscar a ría de Foz, onde verte. Perto da Ponte Cázolgas, e perto de Vilanova de Lourenzà, que rega o val diste nome, vindo de Santa María Maior, na serra de Lourenzà e recollendo moitos regatos. Afluentes do Masma son tamén os ríos de Picos, Ruzos e Sinto que rega as terras de Mondoñedo”, leemos en las inolvidables páginas de Os ríos galegos –ediciones “’Castrelos’, Vigo, abril de 1977, “no cabodano do pasamento do Mestre”–, escritas por el inconmensurable y polifacético ourensano, el escritor Don Ramón Otero Pedrayo.

Carlos Rodríguez Dacal y el ‘Jardín de mis Amores’ de Padrón

“Nada me agrada más que hablar del Jardín de la Calzada, del Jardín de Onésimo Redondo, del Jardín Artístico, del Jardín Botánico, del Jardín Jacobeo, del Jardín Rosaliano, del Jardín con Ánima de Poetas, del Jardín de la Villa del Sar, del Jardín de Padrón. Con más de siglo y medio de ser y existir, en 2023, se publica este libro, legado y testimonio para la posteridad. Gracias por todo y por tanto”, leemos en la ‘Introducción’ de la magna y didáctica obra titulada Jardín Botánico-Artístico de Padrón. Al Servicio de la Ciencia y la Sociedad, editada por el ‘Concello’ de Padrón en 2023.

La ría de Cedeira y el río Grande de Xuvia, en Galicia

“Na ría de Cedeira verten o río de Porto do Cabo, que nasce perto de Casares, e divide os partidos de Ortigueira e Ferrol, e o dos Forcados, que ven de perto de Labacengos (Ferrol) e rega o concello de Valdoviño. O Loira, que non vai ren en comparanza co seu tocaio francés, forma o areal e lago de Frouseira ou de Pantín. O Xubia é xa outra cousa. Nasce perto de Somozas (Ferrol) e vai por Moeche e San Saturniño á ría de Ferrol, con 21 kilómetros de curso. Ten varios pequenos afluentes, dos que o principal é o Narahio, que nasce perto da feira de Toca, ao pé do monte Forgosedo e xúntase ao Xubia despóis da ponte de Dosio”, leemos, con su arborescente prosa, en las páginas del admirado libro Os ríos galegos –editorial ‘Castrelos’, Vigo, abril de 1977–, cuya autoría corresponde al inmarcesible maestro de ‘As Letras Galegas’, el ourensano Don Ramón Otero Pedrayo.

Tres ciudades: Santa Fe de Bogotá, Cartagena, Caracas

“Hace cien años, para atravesar el viajero la América del Sur desde el ángulo noroeste hasta el Atlántico, había de pasar a caballo las gargantas de la Cordillera. Allí se elevan hasta 6.000 metros páramos cubiertos de nieve; la transición del litoral fértil y del rico valle de Magdalena a los elevados glaciares es maravilla del explorador o del artista que recorra, como Humboldt, el Nuevo Mundo, y motivo de temor para el aventurero ávido de arrancarle sus riquezas”, escribe el gran historiador de prosapia alemana Émil Ludwig en su reconocida obra Bolívar. El caballero de la gloria y de la libertad, editorial Losada, S.A., Buenos Aires, 1958, tercera edición. Escrita por encargo del Gobierno de Venezuela y traducida por Enrique Planchart.

Los ríos Sor y Mera de la geografía gallega

“O Sor nasce en Bustelo e Pico da Torre, en dous brazos, que se xuntan en Entrambosores e corre tamén de Sul a Norde formando a ribeira de Sor e logo a ría do Barqueiro, ao pé da Estaca de Bares. Antre a punta désta e a dos Aguillóns, verten no mar moitos regatos pequenos, e no fondo da ría de Santa Marta, o río Mera, que ven do monte Caxado, formando co Maior, de foz independente, o val de Santa Marta de Ortigueira”, leemos en las páginas de Os ríos galegos, cuyo autor es el inabarcable escritor y poeta, así como ilustre geógrafo, el ourensano universal Don Ramón Otero Pedrayo, a través de la edición de ‘Castrelos’, Vigo, abril de 1977.

El ‘manifiesto’ de Bolívar en Nueva Granada

“Al mismo tiempo aparece el estadista. Éste busca a su situación un desenlace que no puede hallarse sino en la vuelta al combate. Si sus sentimientos lo impulsaban a restaurar el brillo de su gloria y su honor, manchados a los ojos de sus compatriotas, su razón encontró los medios de vencer, a pesar de todo, al poderoso enemigo. Lo que nunca hubiera comprendido Bolívar en la abundancia lo concibe en la adversidad. En esta playa extranjera esbozó el plan de la libertad. Escribió un ‘manifiesto’ a los habitantes de la Nueva Granada, cuyo puerto, Cartagena, tenía entonces un gobierno republicano. Decidió refugiarse allí a publicar su ‘manifiesto’. Este documento de doce hojas impresas contiene el proyecto de libertad a Venezuela, entrando por el país vecino, y aprovechando los recursos de éste; idea nueva y genial a todas luces, pues le propone a un país una expedición armada”, escribe el historiador de origen alemán Émil Ludwig en su imprescindible obra Bolívar. El caballero de la gloria y de la libertad, editorial Losada, S.A., Buenos Aires, 1958, 3ª edición.

Los ríos Ouro y Landro de la Tierra Gallega

“O río de ‘Ouro’, que dá nome a un val moi sonado, nasce na serra de Xistral, e vai de Suloeste a Nordeste desembocar antre as puntas de Fazouro e Vilameá”, nos recuerda el inolvidable escritor y geógrafo ourensano Don Ramón Otero Pedrayo en su imperecedera obra Os ríos galegos, editorial Castrelos, Vigo, abril de 1977.

Tensiones políticas en Venezuela entre Miranda y Bolívar

“Miranda se confesaba vencido. De Nueva Granada, del Orinoco avanzaban los españoles. En las grandes haciendas ocurrían levantamientos de esclavos y degollaciones. El enemigo, dueño de casi todo el país, amenazaba la capital y Monteverde, el afortunado general ‘realista’, se adueñaba de las abundantes municiones de Puerto Cabello. ¿Le era imposible a Miranda continuar la lucha contra el ejército español? Las posiciones de éste eran más ventajosas, pero sus tropas equivalían, poco más o menos, a las de Miranda, quien disponía aún de cinco mil hombres. ¿Por qué este ilustrado y valiente militar se rindió sin combatir?”, leemos en las páginas escritas por el historiador de origen alemán Émil Ludwig en su trascendental obra Bolívar. El caballero de la gloria y de la libertad, editorial Losada, S.A., Buenos Aires, 1958, tercera edición.

El río Mandeo y ‘Os Caneiros’ de Betanzos

“O Mandeo, que forma a ría de Betanzos, nasce nas Pías, de Arzúa, rega os concellos de Aranga, Irixoa, Coirós, Paderne e o Val das Mariñas, pasando por Betanzos, onde ten a ponte vella, amáis das estradas e do camiño de ferro que o atravesan, como ao Eume e ao Lambre, Bañobre e Xubía, na liña de Betanzos ao Ferrol. Seu curso é de 52 quilómetros e recibe varios afluentes: pola dereita os que baixan da serra da Loba e de Moncouso, ún polo concello de Aranga e outro polo de Irixoa, e pola esquerda, o da Carballeira e Vilarrasa, que forman lindeiro antre os partidos de Betanzos e Arzúa, o de Ois e o Mendo, que é o máis importante. O Mendo nasce nos montes da Tieira, e xúntase ao Mandeo perto e máis abaixo de Betanzos”, así describe el gran escritor y geógrafo –el denominado “patriarca das Letras Galegas do século XX”–, el ourensano Don Ramón Otero Pedrayo en su clásica y admirable obra Os ríos galegos, editorial Castrelos, Vigo, abril de 1977.

Venezuela: el terremoto, Valencia y Puerto Cabello

“Su bautismo de luchador lo recibió de la naturaleza. A los dos años justamente de haber ocurrido casi en silencio el primer motín revolucionario, el Jueves Santo de 1812, después del mediodía, un terremoto sacudió la mitad de Venezuela. En un instante diez mil personas, la cuarta parte de la población de Caracas, desapareció bajo los escombros. Sin volver siquiera la vista a las ruinas de su casa natal, cuyo primer piso se había derrumbado, Bolívar se lanzó a la calle, junto con algunos amigos, a luchar contra el pavor y la desesperación que dominaban la ciudad, y a prestar auxilios a las víctimas, encargándose personalmente de los socorros”, nos describe el reconocido historiador alemán Émil Ludwig en su perdurable obra Bolívar. El caballero de la gloria y de la libertad, editorial Losada, S.A., Buenos Aires, 1958, tercera edición.

El río Verdugo y su afluente Oitavén, tierras de Galicia

“Os vales dos ríos Oitavén e Verdugo non madurecen como outros; asucan deica moi lonxe as terraxes montesías, moi labradas en cotos que se cinguen cos erguementos das serras da Lama e do Seixo e o Suído; a súa feitura dos torrentes non espresa un senso centroso e direitor no orgaísmo das augas. Semellan donas de perfeición fisiognómica as cumes da Peneda sobor dos paisaxes redondeláns, e outras de cotos ergueitos por Ponte Caldelas, que teñen na Peneda a súa clásica forma. Cotobade esmiúzase en pequenas rexións diferentes e concordes, e elas macizan a unidade do país”, leemos en las inmarcesibles páginas escritas por el gran escritor, geógrafo y ensayista Don Ramón Otero Pedrayo en su obra Os ríos galegos, editorial Castrelos, Vigo, abril de 1977.

Bolívar y Miranda: su encuentro en Londres

“Jacobinos los había también. Bolívar encontró en Londres al más conspicuo representante del partido, a Miranda, quien llevaba varios años de residencia allí, frecuentando los círculos más diversos y considerado en su propio país como individuo peligroso fuera de toda ponderación. ¿No era acaso rojo y radical? ¿No se vio obligado a emprender una lamentable retirada, después de su prematura y nefasta intentona de cinco años atrás? A Bolívar se le había prevenido expresamente que se mantuviese alejado de Miranda”, expresa el historiador de cuna alemana Émil Ludwig en su insoslayable obra Bolívar. El caballero de la gloria y de la libertad, editorial Losada, S. A., Buenos Aires, 1958, tercera edición.