Opinión

Los hermanos Peinador, el ‘galleguismo’ y Ramón Cabanillas

“En la década de 1910, As Irmandades da Fala, creadas en A Coruña en 1916, reivindican, con la colaboración del periódico A Nosa Terra, el uso y recuperación de la lengua gallega y la necesidad de independizar la economía gallega de la que Peña Novo consideraba ‘colonización’ de la española. En 1920 nace la revista Nós, controladada por Risco, Otero Pedrayo, López Cuevillas y otros jóvenes escritores como Castelao –que será su director artístico–, integrantes del llamado grupo Nós, principales dinamizadores de la cultura e identidad gallegas en los años de la década de 1920. Frente al marcado carácter político de A Nosa Terra, los temas centrales de la revista Nós eran la literatura, la etnografía y la arqueología”, escribe la ensayista e historiadora Yolanda Pérez Sánchez, autora del texto perteneciente al tan bello como riguroso libro Buvette, ‘Aguas de Mondariz. Fuente del Val, S.A.”, 2008.

Los hermanos Peinador, el ‘galleguismo’ y Ramón Cabanillas

Pues bien, Enrique Peinador Lines mostrará excelentes relaciones con ambos grupos editoriales en pro del alma de Galicia. Naturalmente, éstas, en correspondencia, se refieren al balneario y a su gerente, como paradigmas del ‘galleguismo’. A Nosa Terra considera a la familia Peinador como “verdadeiros aristócratas da espiritualidade galega”. Los hermanos Peinador que heredaron de su padre “aquel varón venerábel co culto á Terra e ás cousas da Terra”. De tal modo que el Balneario se transforma en la almendra de las peregrinaciones para todos aquellos que embanderan idéntica causa. Incluso será calificado como “santuario da patria galega” o “sanatorio de doentes e tempro de galeguismo enxebre e puro”, donde, progresivamente, los más frecuentadores agüistas extranjeros daban fe “do rexurdimento galego que estase verificando nos nosos días”.

Recordemos que Enrique Peinador Lines fue ‘miembro correspondiente’ de la Real Academia Galega. Asimismo, ‘socio protector’ del Seminario de Estudios Galegos, creado en 1923. Si bien él se estimaba como “comparsa” porque “estaba na segunda reserva”, toma parte de los más señalados actos ‘galleguistas’ que tuvieron lugar durante la década de 1920. En 1922 el periodista José R. Lence lo describía así: “Un galleguista ferviente”. Tiempo después, Francisco Fernández del Riego incluso lo calificaría de “galleguista insobornable”, debido a su papel en la reconstrucción del “galleguimo” organizado en la posguerra.

Ahora bien, la enorme amistad y colaboración entre Enrique Peinador Lines y el gran vate cambadés Ramón Cabanillas acrecienta este admirable compromiso. El escritor estará al frente del seminario La Temporada a partir de 1922. Es probable, no obstante, que su magnífico entendimiento con los Peinador hubiese comenzado, tal vez, en 1920, esto es, el mismo año de su ‘ingreso’ en la Real Academia Galega y de la hermosa publicación de su obra titulada A man da Santiña, en la misma imprenta del ‘Establecimiento’ balneario de Mondariz. Durante aquel, digamos, ‘desierto literario gallego’ de los comienzos del siglo XX, la obra del ínclito Ramón Cabanillas representa un novísimo perfil, ya iniciado por Eduardo Pondal. Emigra a Cuba en 1910, regresando a Galicia cinco años después, merced a la ayuda del marqués de Riestra. El movimiento ‘agrarista’, así como As Irmandade da Fala, lo califican de ‘Poeta de Raza’.