Opinión

El compromiso de los Peinador con la Cultura de Galicia

“El mismo interés por la investigación sobre el ‘folklore’ llevó a los Peinador a apoyar el desarrollo de la música popular. Junto a la aparición de las primeras sociedades musicales en este siglo, se despierta el interés por las manifestaciones de la música tradicional. El farmacéutico Perfecto Feijoo, llamado ‘el gaitero de Lérez’, fue pionero en la tarea de recoger cantos gallegos, además de fundador y director del primer grupo coral gallego, ‘Aires da Terra’, en 1883, modelo para los que se fundan en los años posteriores”, escribe la admirada historiadora Yolanda Pérez Sánchez en su espléndidamente documentada obra titulada Buvette, ‘Aguas de Mondariz. Fuente del Val, S.A.’, 2008, presentado en castellano y con la traducción a la lengua inglesa a cargo de Dwight Porter Gill.
El compromiso de los Peinador con la Cultura de Galicia

De manera que los Peinador –sabedores y grandes admiradores de la labor de Don Perfecto Feijoo, célebre por tener en su botica de Pontevedra al simpático loro ‘Ravachol’, símbolo del ‘entroido’ de la capital del Lérez– se suman al conocimiento y propagación de la música de índole popular gallega mediante numerosos artículos periodísticos. No pocos de ellos en torno a los valores y enseñanzas de los viejos instrumentos. No olvidemos que en la revista La Temporada se ofrece el testimonio del museo de Pías. Se crean así varias formaciones musicales, difusoras del arte popular regional.

Enrique Peinador Vela obligaba al “cuarteto” del Balneario a incluir en su repertorio composiciones de Galicia. Con la mano colaboradora de José Ibarra –pianista y director del “cuarteto”–, junto con el tipógrafo Óscar Serantes, en 1915 crea la Banda ‘Chan de Gándara’, la cual estaba compuesta de 35 obreros y niños del ‘Establecimiento’ balneario, además del coro ‘Agarimos da Terra’ y un grupo de “gaiteiros” pertenecientes al personal empleado del Balneario de Mondariz.

He ahí, pues, el compromiso de los Peinador de otorgarle a Mondariz Balneario su personalidad cultural en pro de la idiosincrasia de nuestra “Terra Galega” y la devoción del “galleguismo”. Muy significativa era la rivalidad, eso sí, con el Balneario de A Toxa, en cuanto “espacio” de carácter cosmopolita: en la década de 1920 era el denominado ‘Lourdes de Galicia’, en tanto que el de Mondariz llevaba el salutífero piropo de ‘la Compostela de los enfermos’. El escritor Victoriano García Martí subrayó su diferente “tono y espíritu”, siempre reconocido respecto del otro gran Balneario gallego. Ello se debe, desde luego, a su implicación cultural y política en la vida del “Fogar de Breogán”.

Así, pues, una vez alcanzado el notable “estadio” de desarrollo, sólo se aguardaba por el siguiente escalón: la de transformarse en una “villa termal”, de carácter autónomo, esto es, la creación de su propio municipio. Tras lograr, por tanto, su propio “status” como “empresa de ocio”, el Balneario de Mondariz edificará una elegante tradición que ratifica su novísimo “núcleo poblacional”. El Balneario de Mondariz, en sus comienzos, precisaba consolidar su imagen. Por ello, al igual que los destacados balnearios de Europa, publica lista de “agüistas”, además de sus propias “guías” informativas acerca de sus “aguas medicinales”, instalaciones y servicios ofrecidos.