La opinión de

El río Eume y sus paradisíacas ‘fragas’ de Galicia

“O Eume, que dá nome á vila de Pontedeume e moitos lugares polo camino (Ribadeume, Eume, Pontes de García Rodríguez), nasce na Pena Xistral e ten 54 quilómetros de curso polos partidos de Viveiro, Ortigueira e Ferrol (concellos de García Rodríguez e Pontedeume), e vai dar á ría de Ares. Os seus afluentes principais son: O Canteira, que vén de Fontaneira e xunto con outros únese ao Eume perto de Ribadeume; o Frai Bermuz, que vén da serra da Loba, recolle outros moitos é xúntaselle ao pé da serra de Moncouso, en términos de Xestoso; o San Bartoloméu, que vén da serra de Moncouso e xúntaselle perto de Eume”, leemos en las páginas escritas por el insigne “patriarca das Letras Galegas” Don Ramón Otero Pedrayo –catedrático de Geografía, gran escritor y ensayista– en el inmarcesible libro Os ríos galegos, editorial Castrelos, Vigo, abril de 1977.

Francia, Inglaterra y el ‘embajador’ Bolívar

“En aquellos años la política inglesa estaba dominada por la hostilidad contra Napoleón. Los ingleses no podían considerar a España en dicho juego sino como un peón, y como otro a las colonias españolas. La ruina de España como potencia de primer orden habría sido un azar afortunado, si Napoleón no fuera el vencedor. Pero ni siquiera por esta circunstancia podía retardarse la decadencia del mayor imperio rival, y, como es de suponer, que España bajo los Borbones no habría perdido sus colonias. Inglaterra tiene que agradecer a su enemigo Napoleón la mayor tranquilidad de que disfrutó durante el siglo XIX, y hasta su ascensión al rango de primera potencia mundial”, leemos en las páginas de la ineludible obra titulada Bolívar. El caballero de la gloria y de la libertad, editorial Losada, S.A., Buenos Aires, 1958, tercera edición, escrita por el historiador de raíz alemana Émil Ludwig, cuya traducción al castellano corresponde a Enrique Planchart, biografía realizada por encargo del Gobierno de Venezuela.

El río Umia y el paraje de Segade en Galicia

“O Umia, máis novo ó saír dos montes do que o Ulla, sabe deseguida da madureza dunha terra histórica de antiga nombradía: O Salnés. Poden ser discutidos os seus lindeiros, a esfera do seu chamamento. Ninguén ha negar nin negóu a orixinalidade das súas veigas en rodopio, dos seus fatos de cotos de rexa entrana e soaves aspeitos. Mandan no Ulla os ritmos no senso do decorrer. O río impón a súa forma e senso. O val camiña. O Umia déixase abranguer por ritmos circolares. Abóndalle con xuntar os regos e darlle ás augas un sistema. A figura dos fermosos outeiros, entrana e coroa dos cotos do Salnés, semella gardar a lei xeral da comarca. E se o Ulla vai pasando polas ‘facies’ e estaxes de esteiro, O Umia, na paisaxe madurecida de Cambados, chega á ría ensoando mainas feituras de val”, escribe emocionadamente el ilustre –el que fuera ‘patriarca das Letras Galegas’– Don Ramón Otero Pedrayo, catedrático de Geografía de la Universidad de Compostela y renombrado escritor, en su libro Os ríos galegos, editorial Castrelos, Vigo, abril de 1977.

La primera ‘Junta’ venezolana y la figura de Bolívar

“La llegada a Caracas del Gobernador y Capitán General enviado por la nueva ‘Junta’ española en 1809 comenzó a provocar la división. Emparan era un general español de clase noble, y Bolívar, lo mismo que sus amigos, conocía y aprobaba su anterior actuación en una provincia de Venezuela. La ‘Junta’ había enviado al mismo tiempo al coronel Rodríguez del Toro, pariente de la mujer de Bolívar, en calidad de inspector de las milicias; los tres habían mantenido en Madrid relaciones de amistad, pero como la juventud noble de Caracas quería la libertad del país y gobierno propio, muy pronto se llegó al conflicto”, afirma el reconocido historiados de raíz alemana –nacido en Breslau, 2n 1881– Émil Ludwig en su imprescindible obra Bolívar. El caballero de la gloria y de la libertad, editorial Losada, S.S., 1958, tercera edición, impresa en Argentina, Buenos Aires, y traducida por Enrique Planchart; obra escrita por encargo del Gobierno de Venezuela, con su primera edición el 9 de febrero de 1942.

El caudaloso río Ulla de Galicia

“O Ulla é xa un río grande de 130 quilómetros, que nasce na Fonte de Ulloa e rega esta bisbarra e concellos de Monterroso, Antas de Ulla e Palas de Rei (partido de Chantada), e forma despóis lindeiro antre as provincias de Cruña e Pontevedra, formando o val da Ulla, e desembocando perto de Carril, na ría de Arousa. Os seus afluentes son: pola dereita, o ‘Lavandelo’, na terra de Monterroso; o ‘Gundín’ e o ‘Pambre’ na de Palas de Rei; o río ‘Seco’ e o ‘Furelos’ en terra de Melide; o ‘Besoña’ que se lle xunta en Ribadulla…”, leemos a través de las páginas del esplendente libro Os ríos galegos, exhaustivo compendio de los imprescindibles estudios geográficos, cuya autoría corresponden al ‘petrucio das letras galegas’, el gran escritor y  profesor ourensano Don Ramón Otero Pedrayo, en su edición de ‘Castrelos’, Vigo, 1977.

Bolívar, Fernando VII y Napoleón

“Napoleón se acercaba entonces a España. En medio de terrible incertidumbre, iban los sentimientos de Bolívar del temor al deseo. Como enemigo del poderío español, Napoleón era la esperanza de todos los americanos; como tirano, destructor de la libertad, había de inspirarle desconfianza a Bolívar; como genio, causarle envidia. El primer intento de Napoleón en América había fracasado; una parte de su ejército sucumbió en las islas, víctima de la fiebre y de la adversidad; tampoco tuvo buen éxito el enviado napoleónico a la Argentina, donde a la sazón era virrey un francés de nacimiento”, escribe el historiador de raíz alemana Émil Ludwig en su magna obra Bolívar. El caballero de la gloria y de la libertad, editorial Losada, S.A., Buenos Aires, 1958, tercera edición.

El río Lérez y la romería de ‘San Benitiño’

“Conxúntanse coa graciosa e azul ría de Pontevedra polos espellos do sosegado esteiro, espaciado nos sonados ‘salóns’, o val ben remontado nos montes do Lérez, tanxente á comarca de Cotobade, relacionado coas outras enxebremente pontevedresas, traballado en Fidalgo e antigo granito. Pé do monasterio do San Benitiño, das frondas da Caeira e da fachada de Santa María, no concertárese en paisaxes gravemente, finamente inspirados pola marea coas dos pequenos e matizados ríos Tomeza e Alba, figura soavemente colmada a paisaxe do val do Lérez”, leemos en las páginas del hermoso y admirado libro Os ríos galegos, ediciones Castrelos, Vigo, 1977, cuya autoría responde a la pluma –poliédrica y arborescente­– del eminente polígrafo gallego Don Ramón Otero Pedrayo.

Aconteceres de Miranda y Bolívar en Europa y América

“Pues todo esto ocurría en época de los Borbones y del gran poderío de España. Aun por Turquía y Egipto peregrinó Miranda, hasta el momento en que se incorpora a la Gran Revolución y combate como general francés a las órdenes de Dumouriez. Cuando éste se pasa al enemigo, Miranda se separa de él en medio de la batalla y, acusado de alta traición, obtiene una brillante absolución, después de un formidable proceso. El pueblo lo llevó en triunfo hasta su habitación. El general Miranda, héroe militar de dos continentes, amante de la zarina, la emperatriz Catalina la Grande, y de la libertad, era célebre en el mundo entero”, leemos en las páginas de la imprescindible obra titulada Bolívar. El caballero de la gloria y de la libertad, editorial Losada, S.A., Buenos Aires, 1958, tercera edición, cuya autoría corresponde al historiador de origen alemán –nacido en Breslau en 1881– Èmil Ludwig.

Mito y realidad sobre el nacimiento del Padre Miño

“A bacía do Miño ocupa máis da terceira parte, perto da mitá, do terreo de Galiza. Nasce o río Miño na fonte chamada Fonmiñá, á que concurren os regatos ‘Meira’ e ‘Longo’, perto de Meira, e no...

La figura de Francisco de Miranda y Simón Bolívar

“Miranda se llama el hombre más célebre de América del Sur, y era también uno de los más célebres de su época. De aspecto marcial, constitución atlética, ancho de hombros, de andar pesado y paso...

España e Inglaterra ante el espíritu de Bolívar

“Durante tres siglos España dominó una gran parte del mundo, una extensión mayor que la poseída antes por pueblo alguno. Guerreros y conquistadores, aventureros y grandes comerciantes, y, sobre todo, navegantes, habían visto vencido al turco, a Italia y Portugal conquistados, prisionero a un rey de Francia, sometido al Papa a su voluntad y derrotados los ingleses y los corsarios alemanes.

Fauna y características de ‘As Illas Atlánticas de Galicia’

En el ‘Parque Nacional Marítimo-Terrestre das Illas Atlánticas de Galicia’ es preciso resaltar que la abundancia de organismos marinos sustenta poblaciones ‘nidificantes’ de aves marinas como las de ‘gaivota patiamarela’ o las de ‘corvo mariño cristado’; y en menor medida, la de ‘gaivota escura’, ‘paíño europeo’ y la ‘pardela cincenta’. Asimismo aprovechan tales recursos aves ‘invernantes’ o en ‘paso migratorio’: es el caso del ‘corvo mariño grande’, ‘o mascato’, ‘a pardela balear’, ‘o arao romeiro’ y ‘o carrán cristado’.

Bolívar y Humboldt, el sabio naturalista

“Vuelto a París, Bolívar se encuentra con un hombre que ejerció sobre él una influencia decisiva; no era revolucionario, ni español, ni francés. Un sabio, un gran sabio que con sus propios medios se había hecho su ciencia y su sistema; en fatigosos viajes más que en libros; un alemán que le llegaba como mensajero de América”, escribe el historiador de origen alemán Émil Ludwig en su imprescindible obra titulada El caballero de la gloria y de la libertad, editorial Losada, S.A., Buenos Aires, 1958, tercera edición.

Flora y fauna en ‘As Illas Atlánticas’ de Galicia

En cuanto a la flora terrestre se refiere, ésta debe protegerse de la aridez, de la sal y del viento. Los distintos ecosistemas del ‘Parque Nacional Marítimo-Terrestre das Illas Atlánticas de Galicia’ albergan una variada vegetación. Conviene resaltar “os areais e dunas”, medios de gran aridez, que obligan a las plantas a presentar especiales adaptaciones como colores claros que reflejen la luz, raíces muy profundas o bulbos de reserva de agua. Digamos que son plantas de distribución muy restringida y de obligada protección: O “feo de praia”, “a cebola das gaivotas”, “o alelí das praias” son especies representativas de estos medios. Si bien escasas, son de señalado valor “a camariña” y “a Armería pungens”.

Fanny de Villars, el amor romántico de Bolívar

“A los veinte años, Bolívar se encontró por primera vez frente a este caso de conciencia: ¿Por el bien de la mayoría, deben el héroe o el hombre de acción imponer límites a sus anhelos de elevarse cada vez más? ¿Cuándo el soberano de las masas se transforma en tirano? ¿Dónde tropieza la libertad con la dictadura? Príncipe revolucionario, amigo del análisis, observador de su tiempo, filósofo ‘diletante’, jugaba en aquella época con los problemas como con un volante. No adivinaba que aquéllos serían los problemas centrales de su vida”, escribe el historiador de origen alemán Émil Ludwig en su insoslayable libro que lleva por título Bolívar. El caballero de la gloria y de la libertad, editorial Losada, S.A., Buenos Aires, 1958, tercera edición.

‘Illas Atlánticas’: pesca, ámbito territorial y flora

Ciertamente, ‘castros’ prerromanos y poblados romanos, monasterios y sarcófagos de la Edad Media, ermitas y fortificaciones, restos arqueológicos, así como construcciones más modernas, atestiguan la presencia de asentamientos humanos en estas islas. Así, pues, forzados a depender del medio para sobrevivir merced a la pesca, la agricultura y la ganadería –además de sometidos a incursiones de piratas y corsarios–, estos pobladores se vieron obligados a abandonar las islas en no pocas situaciones a lo largo y ancho de la historia.

Bolívar, París y Napoleón

“Súbitamente, Teresa murió en Caracas, víctima de una fiebre violenta y breve. Bolívar vio hundírsele el cielo y parece que, en el paroxismo del dolor, solamente su hermano pudo restituirlo a la vida. Viudo al cabo de nueve meses de matrimonio, huérfano desde muy niño; a los diecinueve años estaba solo, verdaderamente solo. Pensó en entregarse a una escondida existencia, consagrada a sus recuerdos de amor en los mismos salones y arboledas donde había realizado su ensueño y, como lo dijo más tarde, en ser hasta la muerte un simple hacendado en San Mateo”, afirma el reconocido historiador alemán Emil Ludwig en su insoslayable libro Bolívar. El caballero de la gloria y de la libertad, editorial Losada, S. A., Buenos Aires, 1958, tercera edición.

‘As Illas Atlánticas de Galicia’, Parque Nacional

Nos hallamos en el ‘Parque Nacional Marítimo-Terrestre das Illas Atlánticas de Galicia’. Estamos ante un parque nacional dominado por roca y océano. Ciertamente, cumbres antaño unidas a las sierras litorales y ahora aisladas por las inundaciones de la costa, conforman una cadena de islas que protegen a las rías. ¿Su relieve? Se caracteriza por la presencia de dos vertientes diferenciadas. La occidental, enfrentada al mar abierto, es más abrupta, con fuertes pendientes que forman acantilados. La oriental –que mira a las rías– posee un perfil más suave, lo cual permite la formación de arenales y dunas.

Bolívar en España y París

“El palacio donde lo recibieron en Madrid era más brillante y alegre que el de Caracas. Un hermano de su madre, célibe, vivía allí con sus dos hermanos, rodeado de amigos. Casi todos elegantes ociosos, dilapidaban su patrimonio en la corte y en la alta sociedad, cuando no lograban aumentarlo con hábiles matrimonios o por algún accidente afortunado. En 1800, considerábase todavía a Madrid como el centro del mundo, pues Londres quedó desposeída diez años antes de sus mejores colonias, y París, república para entonces, no era aún el centro apropiado para un gentilhombre”, asevera el reconocido historiador de origen alemán Émil Ludwig en su imprescindible obra Bolívar. El caballero de la gloria y de la libertad, editorial Losada, S.A., Buenos Aires, 1958, tercera edición.