Opinión

Uno busca el matiz entre eternidad e infinito. Y entonces se percata de que solo algunos lugares han permanecido en el tiempo sin someterse a sus límites, quizás por eso los instalemos en nuestro imaginario como paraísos, como lugares recurrentes que bien podrían formar parte de geografías más imaginadas que reales, solo comprensibles en el territorio de la magia, en ese en el que se producen hechos contrarios a las leyes naturales. Ni son no lugares, ni espacios imprecisos, ni vaguedades, ni evanescencias, quizás sean subjetivos en sus percepciones, pero su tangibilidad solo las confunden las nieblas, la vaharina de las nubes, la turbiedad de las percepciones, o la distracción de las memorias.

“Isaías es el padre de Antoinette Kankindi. La filósofa congoleña aprendió de él y de la comunidad en la que nació el valor de la gratitud. Por eso suele emplear la palabra ‘gracias’ cuando arranca sus intervenciones. ‘Él decía que las palabras más pobres son las que empleamos para decir las cosas más importantes’, explica. Nacida en la República del Congo, pero unida vital y profesionalmente a Kenia, donde imparte clases de Ética y Filosofía Política en la Universidad de Strathmore, en Nairobi, sus primeros años de vida no distaron mucho de los de tantos niños y niñas en su país natal o en muchas otras naciones africanas, ya que cada día tenía que recorrer muchos quilómetros para ir a la escuela”, leemos en las páginas de la obra Africanas (50+1 mujeres en el mundo) –editorial ‘Mundo Negro’, Madrid, 2024–, cuyos autores son Carla Fibla García-Sala y Javier Fariñas Martín, acompañada de las espléndidas ilustraciones a cargo de Tina Ramos Ekongo, con diseño y maquetación de José Luis Silván Sen.

Non é doada a tarefa de determinar o léxico completo de palabras galegas que participaron na formación da linguaxe riopratense, sexa na lingua popular ou no lunfardo. O certo é que os nosos emigrantes deixaron a súa pegada pero nunca se fixo unha investigación filolóxica para identificar, sen dúbidas, todas as nosas palabras. Hai pequenas achegas feitas por afeccionados patrióticos coma ser Luís Seoane ou Antonio Pérez Prado.

Trasalba foi o escenario do recoñecemento a un ourensán firme, xeneroso, portador de mil mensaxes emanadas dá mesma terra, Nai e Señora, que evocase Ramón Cabanillas, dá terra de San Rosendo, Benito Jerónimo Feijoo, Valentín Lamas Carvajal, Curros Enríquez, Cuevillas, Risco, Xesús Ferro Cosuelo, Ramón Otero Pedrayo, Celso Emilio Ferreiro, José Ángel Valente... e tantos outros bos e xenerosos seres, emanados co orballo do Ribeiro, enraizados na cultura da “chispa” e do pan de Cea, e bendicidos polas saudosas augas do Pai Miño... De alí mesmo, de onde a vida parece pintada pola paleta de todos os deuses, dese lugar onde o mundo deuse nome aurífero, de onde as augas son quentes para sanar os corpos feridos pola vida, naceu o talento que nos permite gozar de novas perspectivas, de suxerentes manchas de cor, de debuxos magníficos... pois desa mesma terra emanou como un carballo de barro un home que é home, boa xente, pintor, artista, impulsor, ourensán, fillo de mestre, galego,... e, agora, os seus 80 anos, Premio da Crítica de Honra, Antón Pulido, pintor, grabador e xestor cultural, amigo.

“Los trabajos ganadores: ‘La Antigua Casa Gallega’, del pintor Carlos Sobrino y ‘La mancomunidad gallega’, de Luis Peña Novo, son publicados por la imprenta del Balneario en 1923 dentro de la colección ‘Biblioteca de la revista Mondariz’. Otra de las iniciativas de los Peinador que confirmó al Balneario como centro de cultura fueron las exposiciones de arte del paisajista Imeldo Corral en 1921, o la de fotografías de Galicia de Ksado en 1924, año en el que también se exponen cincuenta dibujos de Castelao. Asimismo, el pintor Julio Vila Prades, discípulo de Sorolla, vivió una larga temporada en el Balneario, donde dejó varias obras”, escribe la ensayista e historiadora Yolanda Pérez Sánchez en el texto histórico correspondiente al imprescindible y concienzudo libro titulado Buvette, “Aguas de Mondariz. Fuente del Val, S.A”., 2008.

Desde el lugar más pequeño del mundo puede observarse todo el universo. Eso mantienen los poetas alemanes, esa misma estela la prosiguieron los bardos gallegos, los que sabían la lengua de los teutones y traducían el mundo al saber de la aldea, de lo próximo, de lo abarcable. Eso sabemos los que tenemos el privilegio de participar del Foro La Toja, incluso podemos atestiguar que en los legendarios pasillos del Gran Hotel es donde mejor navegan los secretos de Estado, las confidencias de los grandes economistas, los runrunes amortizados por el contraste de las verdades palmarias. No cualquier lugar puede ser considerado el centro del mundo, y la pequeña Isla lo es durante los días del encuentro atlántico.

“Na longa vida profesional como botánico, con moitos proxectos e publicacións no haber, o mundo vexetal, nas múltiples vertentes –paisaxes, bosques, campos, agros, hortas, xardíns, plantas–, encheume de sabedoría, de humanidade, de felicidade e de gratitude. O traballo permanente de estudo e investigación, o contacto continuado con xentes e institucións, a satisfacción do labor ben feito e a inconmensurable axuda dos demais compensan dabondo e fan máis levadeira a entrega e a dedicación practicadas durante décadas”, escribe el prestigioso botánico gallego Carlos Rodríguez Dacal en sus ‘Palabras introdutorias’ al frente de su magnífico libro titulado Árbores simbólicas pobrenses. Sobreira da Casa do Tristo. Piñeiro do Brollón. Pinarete de Herbella, Concello da Pobra do Brollón, 2024.

“El pintor Francisco Lloréns, amigo de Enrique Peinador Lines, decora el teatro del ‘Gran Hotel’, donde se celebrará el acto de recepción al que acuden, entre otros, Castelao, que ese mismo año colabora con la revista ‘Mondariz’, Vicente Risco, Rey Soto, Villar Ponte, Manuel Lezón y los...
Ya ha pasado el tiempo suficiente para confirmar que Japón es uno de mis destinos favoritos, por eso volvería en cualquier momento. El país sin alma, no inmortal, entiéndase, es un decorado perfecto en algunos instantes, en ciertos lugares, en su propio caos urbanístico o en la armonía de sus...

“Hablar claro y decir lo que piensa es lo que ha convertido a Chimamanda Ngozi Adichie –nacida en Nigeria en 1977– en un icono. ‘No respeta a los profesores’, era el comentario que solían recibir sus padres desde el colegio en el que la niña Chimamanda cuestionaba lo que no comprendía y se negaba a acatar lo establecido. ‘Soy como soy gracias al amor de mis padres; mi familia es la razón de que sea lo que soy. Ellos me dieron el espacio para que fuera un poco diferente’, confesaba en una entrevista en agosto de 2021 a New African”, leemos en las páginas correspondientes al documentado y necesario libro titulado Africanas, editorial ‘Mundo Negro’, Madrid, 2024, cuyos autores son Carla Fibla García-Sala y Javier Fariñas Martín, acompañadas por las bellas ilustraciones de Tina Ramos Ekongo.

La circunstancia siquiera será un hecho reseñable para muchos, incluso algunos lo celebrarán, pero lo cierto es que en la entrada Familia, del Diccionario de la Real –significo este último adjetivo– Academia Española, no recoge Familia Real, siquiera Familia del Rey. Ya sabemos que no es un manual enciclopédico, pero en esa herramienta maravillosa se acopian, “según un orden determinado, las palabras o expresiones de una o más lenguas, o de una materia concreta, acompañadas de su definición, equivalencia o explicación”. Y estarán de acuerdo conmigo en que el uso de la expresión a la que me refiero es común, al menos en español.

‘Turismofobia’ es un término que con probabilidad será incorporado al Diccionario de la Real Academia Española. Seguramente se considerará como un sentimiento de rechazo por parte de los residentes de un destino turístico hacia las personas que vienen a visitarlo, pero este sentimiento no es personal en contra del turista, sino hacia el turismo de masas en general. Y ‘Piso turístico’ habrá de engrosar los usos del término, para enriquecer la formulación de cada una de las superficies horizontales de las que consta un edificio.

Quero aproveitar que ‘Sempre en Galicia’ de Montevideo (o programa en galego máis antigo do mundo) cumpre 74 anos para pedir que o vindeiro ano viaxemos ata a capital da miña moi recordada República Oriental do Uruguai para participar nas celebracións do 75º Aniversario. Coido que estamos en débeda cos emigrantes que o 3 de setembro de 1950 deciden homenaxear a Castelao (falecido en Bos Aires no mes de xaneiro) por medio da fundación dunha audición radial que fose emitida enteiramente no noso idioma.

“La primera publicación de Ramón Cabanillas es con las publicaciones del Balneario: un poema de 1916 en la revista Mondariz. Dos años después publica una de las composiciones de su obra Vento Mareiro en La Temporada. En 1917 es nombrado secretario del Ayuntamiento de Mos, de modo que residirá en O Porriño. Allí traba amistad con José Palacios, hermano del afamado Antonio Palacios. Participa en tertulias organizadas en su farmacia, a las que acudían los hermanos Peinador Vela y Enrique Peinador Lines. En una carta que dirige a Ricardo Carballo Calero en 1954, el poema Ramón Cabanillas expresa la gran amistad que le unía a Enrique Peinador hijo: ‘“Por entón era eu segredario do Axuntamento de Mos. De eiquí fun a Madrí, onde Pueyo fixo a segunda edición de Vento Mareiro. E de Madrí, a requerimento dun dos meus mellores amigos neste mundo, Enrique Peinador, fun a Mondariz, onde por consello del escribín Na noite estrelecida e A Rosa de cen follas, que editamos no mesmo Mondariz en pequenas edicións que non se puxeron á venda Aí tamén se emprentou O bendito San Amaro, cuns maravillosos dibuxos de Castelao’”, escribe la historiadora Yolanda Pérez Sánchez en el texto perteneciente al admirable libro Buvette, ‘Aguas de Mondariz, Fuente del Val, S. A.’, 2008.

“Me siento muy honrada por la solicitud de escribir un prólogo a este precioso libro que narra las hazañas de mujeres africanas que dan ejemplo de la capacidad de transformación de la que África es capaz; una transformación que demuestra claramente que es un continente del futuro y que está en proceso de levantar la cabeza. Las mujeres de las que se cuentan sus hazañas en este libro han tenido el coraje de arremangarse e involucrarse en diferentes oficios para demostrar que las africanas tienen un lugar en la construcción del continente y, al mismo tiempo, juegan un papel muy importante en la construcción de un mundo mejor”, escribe Victoire Ingabike, economista y política ruandesa, quien vive en arresto domiciliario en Kigali desde 2018, tras pasar seis de los 15 años de prisión a los que fue condenada por el delito de ‘ideología del genocidio’. Palabras escritas en el ‘Prólogo’ de la obra Africanas, editorial ‘Mundo Negro’, Madrid, 2024, cuyos autores son Carla Fibla García-Sala y Javier Fariñas Martín, con ilustraciones de Tina Ramos Ekongo.

“En la década de 1910, As Irmandades da Fala, creadas en A Coruña en 1916, reivindican, con la colaboración del periódico A Nosa Terra, el uso y recuperación de la lengua gallega y la necesidad de independizar la economía gallega de la que Peña Novo consideraba ‘colonización’ de la española. En 1920 nace la revista Nós, controladada por Risco, Otero Pedrayo, López Cuevillas y otros jóvenes escritores como Castelao –que será su director artístico–, integrantes del llamado grupo Nós, principales dinamizadores de la cultura e identidad gallegas en los años de la década de 1920. Frente al marcado carácter político de A Nosa Terra, los temas centrales de la revista Nós eran la literatura, la etnografía y la arqueología”, escribe la ensayista e historiadora Yolanda Pérez Sánchez, autora del texto perteneciente al tan bello como riguroso libro Buvette, ‘Aguas de Mondariz. Fuente del Val, S.A.”, 2008.

En la continuidad de su ejemplo, uno lee a Bioy Casares y, entre hojas inspiradas, poda con delicadez la delicia de un título, ‘De jardines ajenos’.

Tras la honda oscuridad, la desgracia y la constante ceguera de los hombres que se nos revela en Los Heraldos Negros como en Trilce, el poeta peruano César Vallejo persigue, a través de las obras postreras, una nítida conciencia de sus orígenes y causas. Evoquemos cómo aquel “fósforo y fósforo en la oscuridad” mostrará las proporciones de un incendio “demasiado humano”, pues toda su esencia arderá semejante a una “zarza sin quemarse”: “Al pie del frío incendio en que me acabo”. He aquí la “alienación” humana, la “deshumanización” dentro de una historia más que social, de raíz natural. Una geografía “inhumana” que el propio Vallejo asume en primera persona durante todo el tiempo.

En las tabernas, en los libros, en los periódicos, en la obra que es palabra, en la buena mesa y en la sobremesa, el mago Cunqueiro, el conjurador de las palabras y los hechos, el Merlín del realismo mágico, la imaginación imponderada más elevada, la aldea global de la creación, el degustador de compartires en amistad, el que escribió que “en la cocina es donde el hombre puso más imaginación, mucho más que en la guerra, tanta como pudo poner en el amor y, sin duda, muchísima más de la que pone en la política”. Esta última, ese arte, según él, de decir “a lo mejor”, “quizá”, “tal vez”, “por si acaso”, “más o menos”. Pues, “decir simplemente sí o no, ya no es política, que es justicia.”