Opinión

El Señor Presidente, que Miguel Ángel Asturias publica en 1946, rebasa y supera las precedentes acerca de la tiranía de un dictador en América Latina. La descripción de los efectos corruptores de la dictadura de Estrada Cabrera sobre el tejido social de su país, Guatemala, ejemplariza en el momento de su publicación lo que está sucediendo en tantos países sudamericanos. En 1853 se publica Amalia, del argentino José Mármol, primera novela que fustiga la tiranía dictatorial. El ejemplo ha de multiplicarse: las obras del colombiano Vargas Vila abundan en el mismo sentido. En El Cabito, el venezolano denuncia al dictador Cipriano Castro. El ecuatoriano Gerardo Gallegos se eleva en El puño del amo contra el dictador Juan Vicente Gómez, sucesor de Castro en el poder”, escribe el poeta y ensayista español Luis López Álvarez en Conversaciones con Miguel Ángel Asturias, Colección ‘Novelas y Cuentos’, Editorial Magisterio Español, S.A., Madrid, 1974.

A Medalla Castelao é unha condecoración civil outorgada polo Goberno de Galicia. Proponse distinguir a obra artística, literaria, intelectual ou calquera outro tipo de obra dunha distinguida personalidade galega. Foi creada en 1984 con motivo da volta a Galicia dous restos de Castelao ou 28 de xuño dese ano. O Decreto de creación da distinción, resalta “(...) a perfección, ou simbolismo ou a transcendencia das obras é ou reflexo dun traballo realizado conscientemente con dedicación e con fe na cultura, na historia e non ser dun pobo”.

No sé en qué justo momento, si es que lo hubo alguna vez, perdimos el rumbo político y el social. No identifico en qué instante se distrajeron las referencias de los valores esenciales para la convivencia, para el entendimiento, para la discusión constructiva y la búsqueda de consensos básicos. Mas lo cierto es que estamos desorientados en medio de nieblas que siquiera responden a ideologías exactas, y que nos están alejando de la centralidad, a la que tanto se apela, para expandirse hacia los siempre intolerantes extremismos, cuando no hacia dictaduras, tiranías o, incluso, Estados fallidos. Siquiera la vieja y ponderada Europa parece salvarse de la asoladora corriente de los tiempos.

“La urbanización y ajardinamiento de la zona, así como la construcción de edificios diferenciados de su entorno, provoca una admiración que pronto se convierte en uno de los lugares comunes de las crónicas de los viajeros que conocen la historia del Balneario: ‘Troncoso, olvidada aldea de miserables viviendas veinte años hace, convertida hoy por arte mágica en un pueblo, con edificaciones modernas, alegre y bonito, y con más humos, o, si se quiere, gases, que la capital de su Ayuntamiento’. Consciente de ser un centro dinamizador de su entorno, fomenta su imagen de núcleo diferenciado, irradiador de civilización, que se expande y toma entidad”, leemos en las páginas de Buvette, Aguas de Mondariz. Fuente del Val, S.A., 2008. Magnífica obra conmemorativa cuyo admirable texto histórico y documental corresponde a la ensayista Yolanda Pérez Sánchez, acompañada de antiguas imágenes fotográficas y grabados, con la colaboración de Enrique Touriño y la Fundación ‘Mondariz Balneario’.

Os meus estudos de ‘Preparatorios de Abogacía’ en Montevideo curseinos no IAVA (Instituto Alfredo Vázquez Acevedo) e tiven a sorte de que a miña profesora de Literatura fose a gran poeta uruguaia Idea Vilariño que era descendente por liña paterna de emigrantes do Concello de Ponteceso. A profesora Vilariño é sen dúbida quen máis afondou no estudo da literatura tanguera e os seus eruditos traballos de investigación imprescindibles para calquera análise que se queira realizar. O primeiro no que fai fincapé sobre as letras do tango é que ningún autor se atreveu nunca a escribir os textos das cancións segundo se pronunciaban. Os precursores da literatura tanguera incluían lunfardismos pero nunca chegaron a substituír as “elles” por “yes”.

“Sí, en Hombres de maíz, en Mulata de tal, encontramos el realismo mágico que, efectivamente, en un relato, va en dos planos: un plano de la realidad y un plano de lo irreal. Pero el indígena, cuando habla de lo irreal, da tal cantidad de detalles de su sueño, de su alucinación, que todos esos detalles convergen para hacer más real el sueño y la alucinación que la realidad misma. Es decir, que no puede hablarse de este realismo mágico sin pensar en la mentalidad primitiva del indio, en su manera de apreciar las cosas de la naturaleza y en sus profundas creencias ancestrales”, afirma el poeta y novelista guatemalteco Miguel Ángel Asturias –premio ‘Nobel’ de 1967 y de quien se cumplen cincuenta años de su fallecimiento en Madrid–, en el libro Conversaciones, escrito por el poeta español Luis López Álvarez y publicado en la colección ‘Novelas y Cuentos’, editorial Magisterio Español, S.A., Madrid, 1974.

El sueño no es leve, como no ha de serlo el elogio. Por esta vez hay que elevar el tono, sin estridencias. Alzar las palabras en una composición a la altura de los sueños, para elogiar la sensibilidad exacta, el mérito inequívoco, la bondad excelsa, para evitar heridas de vanagloria al tiempo que se refleja el éxito del mérito, del esfuerzo sin fisuras, la genialidad y la generosidad del maestro Ramón Torrelledó y sus músicos, coros, solistas, técnicos, coordinadores, componentes de Convives con Espasticidad – www.convives.net–, miembros del Auditorio Nacional de Música y al público, comprometidos en hacer posible el concierto sinfónico solidario más importante de España, ‘Dreamers In White Universal’.

“El célebre ‘médico Rodríguez’ –José Rodríguez Martínez, miembro del grupo de republicanos federalistas liderados por el abogado pontevedrés Alfredo Vicenti– en la dedicatoria que deja en el ‘Álbum de Honor’ del ‘Establecimiento’ balneario en 1898, tras alabar el buen trabajo de Enrique Peinador, se refiere a su hermano como ‘mi queridísimo, el idealista Ramón, íntimo, fraternal, correligionario, espíritu abierto a todas las grandezas y generosidades, confidente y acompañante’. Tras la muerte de Enrique Peinador, su propiedad pasa a su viuda, Avelina Lines, y a sus tres hijos. Ramón Peinador Vela sólo tuvo una hija, Isidora, casada con Vicente Riestra Calderón, segundo hijo de los marqueses de Riestra, quien, desde la muerte de su padre en 1929, será copropietario del Balneario de Mondariz, junto a su tía y sus tres primos”, nos recuerda Yolanda Pérez Sánchez, autora del texto histórico perteneciente al tan hermoso como documentado libro Buvette, Fundación ‘Mondariz Balneario’, Aguas de Mondariz. Fuente del Val, S.A., 2008.

“Entre los indios existe una creencia en el ‘Gran Lengua’, el vocero de la tribu. Y en cierto modo es lo que he sido: el vocero de mi tribu”, confesó el inmarcesible poeta y narrador guatemalteco Miguel Ángel Asturias, premio ‘Nobel’ de 1967. He aquí su novela El Señor Presidente, conservada como una reliquia mediante la primera edición en Editorial Ediansa, México, 1946. Después vendrían las ediciones –la 2ª y la 3ª– en la Editorial Losada, Buenos Aires, 1948 y la de 1952. Traducida al francés –Premio Internacional del Libro Francés, París, 1952–, además de al sueco y alemán, italiano y portugués, fue recibida como insólita “obra maestra”. Acerca de ella se llegaron a escribir monografías y tesis en las Universidades de París y Salamanca, Santiago de Chile y Moscú. En la Revista Esprit –París, julio de 1953– expresó Gabriel Venaisin: “Dudo que novela alguna haya logrado crear un ambiente de mayor asfixia. Pero lo milagroso en este libro es haber partido de este universo para alcanzar otra cosa. Asturias inventa un lenguaje de libertad total”.

Os tangos máis antigos (antes do 1900) tiñan a súa letra aínda que era un texto improvisado e tiña un carácter secundario xa que naquel momento o tango era, fundamentalmente, unha danza. O siareiros das academias e peringundíns inventaban letriñas, case sempre obscenas, que non eran moi axeitadas para a súa interpretación en locais públicos. Pero como ben dicía Gobello para que toda esta sub-literatura puidese asomarse al varieté debe ter unha presentación decorosa e para iso o tango botou man da form aliteraria do cuplé. Se analizamos as letras de Villoldo (Ángel Gregorio Villoldo Arroyo, 1861-1919) vemos nelas unha clara estructura cupletística e tamén moita similitude na temática. Por exemplo a tradicional fachenda dos cuplés hispánicos ten unha copia nas beiras riopratense no xeito de sacar pecho ou hacer pinta de aqueles precursores compadritos arrabaleros. Si la famosa Pastora Imperio cantaba Yo soy la flor y nata de los Madriles; es ahora en Buenos Aires donde Lola Candales canta Yo soy la Morocha, la más agraciada.

El sabio, dicen, ha de ser curioso. Es el que se maravilla, advierte André Guidé, Nobel de Literatura. Pero seguramente, a Ángel Carracedo le gustará más la definición de Gregorio Marañón, humanista, liberal y científico español, cuando afirmó: “no hay orgullo comparable al de los tímidos. La sabiduría no es extensión sino profundidad. La información (que se confunde con la sabiduría) convierte al cerebro en un almacén; pero la sabiduría no es saber cosas, sino saber comprender [y] crear, es una aptitud y no un amontonamiento de cosas. El que comprende una cosa y la sabe en su sentido profundo [ ] es, por lo tanto, un sabio”.

Quisiera estar en Buenos Aires para poder asistir a la representación de la obra teatral Discépolis que tiene lugar en el Centro Cultural de la Cooperación en la céntrica avenida Corrientes. Mi interés por el tango rioplatense me lleva a aplaudir y a felicitar al grupo de actores que suben al escenario para homenajear al gran autor Enrique Santos Discépolo, el reconocido letrista es responsable también de la que creo es la mejor definición del tango: “Es un pensamiento triste que se baila”. La dramaturgia es una creación de la actriz Maggi Persíncola que también es la directora.

“Mi querido amigo: le doy las gracias por haberme dado a leer estas ‘Leyendas de Guatemala’ del señor Miguel Ángel Asturias. Como escritor tiene suerte, porque la traducción de su trabajo es deleitable, por lo tanto, excelente; es decir, bella, pero fiel. Una buena traducción tiene las virtudes de una esposa romana: egregia coniux. En cuanto a las leyendas, me han dejado traspuesto. Nada me ha parecido más extraño –quiero decir más extraño a mi espíritu, a mi facultad de alcanzar lo inesperado– que estas historias-sueños-poemas donde se confunden graciosamente las creencias, los cuentos y todas las edades de un pueblo de orden compuesto, todos los productos ‘capitosos’ de una tierra poderosa y siempre convulsa”, leemos en la carta que el célebre poeta francés Paul Valéry escribió al señor Francis de Miomandre.

El deseo de ganar le hace ganar. Blanco sobre negro. Hay sí preparación, concentración, incluso fanatismo. Hay estrategia, próxima al ajedrez o a la guerra, o al ballet incluso cuando se roza el virtuosismo de una gambeta, un regate, o se alcanza el balón para rematarlo con una chilena, ese despeje de espaldas a la portería contraria, con los dos pies en el aire.

Para o investigador arxentino Arturo Mascia na linguaxe do tango temos tres formas de manifestación: a) o lunfardo; b) o gauchesco; c) o depurado de expresións vulgares. Fai fincapé na importante influencia do romanticismo e do modernismo nas letras do tango xa que os versos dos payadores eran fillos do romanticismo que era unha corrente literaria chea de idealismo, sentimentalismo e paixón. Pero os poetas dos anos vinte do século pasado eran herdeiros do modernismo que predicaba unha revalorización da estrofa e do verso.

“La versión más fidedigna acerca del descubrimiento de las aguas termales de Mondariz es la que consigna el médico-director del Balneario, Isidro Pondal, en la ‘memoria anual’ de 1877, según la cual Enrique Peinador descubre el manantial de Gándara en 1872 durante uno de sus recorridos por la cuenca hidrográfica de la comarca, acompañado de un ingeniero, probablemente el ingeniero de minas Isidro Sebastián Buceta. El 22 de febrero de 1873 el abogado Ramón Peinador, hermano de Enrique, solicita permiso para la creación de un ‘establecimiento termal’ en el terreno de su propiedad, donde brotaba el manantial de Gándara, así como la concesión del conocido manantial de Troncoso, a orillas del Tea, cuyas aguas poseían las mismas propiedades. Las aguas de los dos manantiales son declaradas ‘de utilidad pública’ por decreto del Gobierno de la República el 16 de junio de 1873, a petición de los hermanos Peinador”, leemos en las admirables páginas escritas por Yolanda Pérez Sánchez –autora del texto histórico– en el esmerado y documentado libro cuyo título es Buvette. Aguas de Mondariz. Fuente del Val, S.A., 2008.

“El laurel –en lucumí, ‘Igginile itiri’; en congo, ‘Ocereké’–, habitáculo de ‘orishas’, ‘Egguns’ y ‘nfumbes’, es fundamental para los ‘mayomberos’ padres y madres, y para los iniciados en la ‘Regla de Ocha’; en sus ramas, tronco y raíces viven espíritus de todo tipo en buena lid. Los ‘mayomberos’ dicen: ‘debajo del laurel, yo tengo mi confianza’. Que quiere decir: cualquier obra que se haga en las raíces del laurel, dará siempre resultado. Algunos padres y madres, los más viejos, le ponen entre sus raíces un pedazo de espejo, el ‘vititi’, y con ellos y a su sagrada sombra vaticinan el futuro, el pasado y el presente de una persona. Antiguamente, cuando se ‘rayaba’ a un padre, éste dormía bajo el laurel durante 7 días. Esto no sólo era una prueba sino que la persona recibía también todo el poder de fuerzas concentradas en este árbol mágico”, afirma la afamada etnógrafa cubana Natalia Bolívar Aróstegui en su tan hermosa como imprescindible obra Cuba. Imágenes y relatos de un mundo mágico, Ediciones ‘Unión’, Unión de Escritores y Artistas de Cuba, El Vedado, Ciudad de La Habana, 1997.

“Los agüistas alojados en el Gran Hotel tomaban su primer vaso de agua en la fuente de Gándara, y ‘paseaban las aguas’, como solía decirse, para tomar el segundo vaso en la de Troncoso, la más popular en los inicios del Balneario por ser la más antigua y la que dio origen a la fama de Mondariz. Un accidentado camino unía los 800 metros que separan ambas fuentes hasta la remodelación de Troncoso, en la primera década del siglo XX, que incluyó notables mejoras en el paseo que la unía al Establecimiento”, asevera la ensayista Yolanda Pérez Sánchez, autora del texto histórico perteneciente al nunca bien admirado libro Buvette, Aguas de Mondariz. Fuente del Val, S.A., 2008.

La palabra es la mayor intuición de los humanos, y su mayor logro colectivo. Con ellas, con su cúmulo, los racionales nos distinguimos, construimos mundos, los narramos, elaboramos cosmos propios y extraños; adquirimos universos reales y proyectamos otros imaginarios.

En apariencia, lo único que vemos de la ciudad es lo que la ciudad nos muestra. Lisboa es traslúcida, se da toda en su generosa actitud para quien se predispone a admirarla, para los que abren sus brazos con el fin de abarcar un pequeño pleno universo cosmopolita, estructurado, bello, como emergido de un orden explícito, permitido por una catástrofe de la urbe supo rehacerse desde sus propias cenizas, de sus escombros, más coqueta y señorial, en un proceso evolutivo de orgullo justificado que se prolonga desde 1755.