Opinión

En la esquina la barra se alegra por la suerte de David un albañil montevideano que allá arriba en El Cerro tuvo el santo ojete de ganar con el ‘5 de Oro’ más de 40 millones de pesos. Los comentarios son variados esperando que la llegada del viejo José Gervasio ponga un poco de sensatez con sus casi siempre sabias reflexiones.–Vamos a ver Pocho...es mucha guita. ¿Me entendés? No tenés que frenarte para nada.
“Cuatro plazas circundan la Catedral compostelana. Dos llevan nombres de profesionales: la del Norte es la de los ‘Azabacheros’, que desde el siglo XIX perdió la denominación que correspondía a la antigua fachada románica, la del ‘Paraíso’, a favor de la ‘Inmaculada’, homenaje compostelano al misterio definido por el Papa Pío IX como dogma de fe; por el Sur tenemos la de los ‘Plateros’; al Oeste se
Sabemos que la mayoría de los inmigrantes gallegos que llegaron a este puerto “de los buenos aires” eran varones. Era el padre de familia con los hermanos o algún hijo mayor el que se aventuraba a cruzar el océano. Mantenían la promesa a su mujer de que ella vendría más tarde, una vez que él hubiera encontrado ocupación y vivienda.
Ya he dicho en ocasiones que la Galicia emigrante de América, que es mayoría en este semanario, puede tener idealizada su tierra natal y por extensión, la vieja Europa. Recuerdan Vigo, de dónde zarparon sus padres, y la imaginan como un retrato de pujante vanguardia.
Somos levadura, barro y un extraño soplo divino.La raza humana evoluciona de forma sostenida y de manera portentosa hacia un fin impredecible. En ese caminar podemos llegar a las estrellas, conquistar otros espacios en la galaxia o perdernos en la nebulosa de nuestra propia autodestrucción.
“De los grandes escritores chilenos, soy el más humilde”AnónimoSegún los entendidos, no existe postulación oficial de candidatos al Premio Nacional de Literatura, pero diez meses antes de la fecha de discernimiento, surgen nombres en los medios de prensa o en los corrillos, menos sonoros y publicitados, de la Sociedad de Escritores de Chile.
Estoy contemplando aquellos hermosos dibujos nacidos de la pluma del gran artista que fue Carlos Sobrino Buhigas. Son los de la antigua y nobilísima ciudad de Tui, la cual se encuentra situada arriba de una rocosa colina, a las mansas orillas del río Miño, ya en la frontera gallega con su hermana Portugal.
Leyendo un cuento de Anxel Fole (Lugo, 1904-1986), titulado ‘El quinqué de Bohemia’, encontré que uno de los protagonistas, Antón Andrade, y su padre, Luís, viven en una casa rural en mi pueblo, Espandariz. Para más casualidades, la trama literaria transcurre en 1953, cuando este cocinero tenía un año de edad y, destetado prematuramente, degustaba chorizos caseros para calmar la ansiedad.
Mi padre, cuando yo era apenas un chico de seis o siete años, me enseñaba cómo llevar el paraguas. “La gente no sabe comportarse, la gente no sabe caminar, la gente no sabe llevar un paraguas”. Esto, tan sencillo, tan simple, me sirvió para toda la vida. Hoy el hombre común, el hombre de a pie y el otro, no sabe llevar un paraguas. Es abombado, imbécil; abatatado, en el mejor de los casos.
Nunca fuimos/ el pueblo elegidopero nos mataron/ por la señalde la cruz.Graciela HuinaoLa Nación Mapuche no obtuvo su libertad en 1810. Por el contrario, su condición de pueblo independiente, desde el Bío Bío hasta el Canal de Chacao, había sido lograda luego de infligir significativas derrotas militares al ejército español.
Parece cierto: un dibujo de Shakespeare hallado en Londres, es su verdadero rostro, y no las copias engañosas vistas hasta ahora.Las pinceladas datarían de 1610, cuando el dramaturgo tenía 46 años. La pintura, sobre un fondo azul, lo muestra elegante y sin el célebre arete en la orejuela.
A nosa vella dona Diáspora está convencida de que despois de séculos de emigración galega estamos aínda pouco concienciados da súa importancia. O compostelán monte Gaiás está agardando acoller no seu seo ao Espazo Emigrante.
Os irmáns Barcia, caucheiros e filántropos es el título de la concienzuda investigación histórica plasmada en este volumen firmado por Marta Candeira Carballido –nacida en Padróns, Ponteareas, provincia de Pontevedra, en 1985– y editado por el ‘Grupo de Comunicación de Galicia en el Mundo’, dentro de su colección ‘Crónicas de la Emigración’, Vigo, 2010.
En la antigüedad, si bien en ciertas culturas fueron duros y exigentes hasta la crueldad con sus cocineros (en China los Emperadores no dudaban en ejecutar a quien no acertaba con sus gustos culinarios), en otras, como la griega, eran tan indulgentes que acuñaban dichos como “el cocinero comete un error y los palos los recibe le flautista”.
Hai uns días que dona Diáspora recibiu unha invitación de Emiliano Penelas para un acto no Salón Dourado da Lexislatura de Bos Aires. O convite era para asistir ao acto de nomeamento do egrexio cineasta Xosé Martínez Suárez coma “Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires”.
En este Xacobeo 2010, cuatro nietos de Chaguazoso cumplieron el anhelo de conocer Galicia, desde el remoto Chile, a través del programa de Campamentos de Verano, durante la segunda quincena de Julio. Iniciaron su postulación a pocos días del terrible terremoto que asoló el centro-sur del largo país sudamericano.
Ante nosotros tenemos la Crónica y Guía de Celanova, Villa, Municipio y Monasterio, obra de Alfredo Cid Rumbao, Celanova, 1989, mediante la cual aprendemos y nos solazamos con esta bella Comarca histórico-artística de la provincia de Ourense, ubérrimas tierras del sureste de Galicia.
Más de un periodista y escritor se ha visto tentado a investigar mitologías gastronómicas, bucear en inciertos nacimientos de platos y costumbres. Néstor Lujan, Juan Perucho, Xavier Domingo, Manuel Vázquez Montalbán, en España; Osiris Chierico, Miguel Brascó, José Luís Álvarez Fermosel (madrileño en exilio voluntario en este puerto sin mar), Abel González, entre otros muchos en Buenos Aires.
Aínda que a nosa dona Diáspora non ten a vista que tiña distingue perfectamente ao lonxe se o que se achega é un avión o unha gaivota. Anda moi alporizada porque agora resulta que os controladores aéreos, meus pobriños, traballan moitas horas. Os  emigrantes galegos que percorreron o mundo na busca dun traballiño cren que haberá que recordarlles que non están cobrando dunha empresa privada senón dos nosos impostos.