Opinión

Todos aquellos lectores que siguen mis columnas saben cuál es mi pensamiento y mi sentir sobre el Estado, de todos los estados y de todos los gobiernos. Pero necesitamos recorrer el suburbio, el desguace de una sociedad envilecida, los momentos de ‘tragarse el sapo’ entre bombos y ejercicios espirituales. El Viejo Vizcacha dejó su impronta al entrelazar lo más mezquino y bajo de un pueblo junto a la picaresca de padrinos y entenados.
El documentalista argentino Jorge Prelorán falleció en la madrugada del sábado 28 de marzo en su casa de Los Ángeles, Estados Unidos, donde residía desde 1976. Nacido el 29 de mayo de 1933 en Buenos Aires, pronto abandonó la carrera de arquitectura en la Universidad de Buenos Aires para ir a estudiar cine a la Universidad de California (UCLA), en 1955.
Aunque iba a resultar de por vida un irreparable hombre del libro, para mi formación también fueron clave la canción popular (de los más diversos orígenes), las historietas y, claro, el cine. No sólo el que veía de niño en por desdicha desvanecidos cines de barrio, sino el que llegaría a frecuentar en cineclubes y cinematecas.
Jorge Prelorán, el documentalista argentino, falleció en la madrugada del sábado 28 de marzo en su casa de Los Ángeles, Estados Unidos. Allí residía desde 1976. Prelorán no sólo fue un hombre brillante sino un ser generoso, ético, desprendido. Un hombre cuya amistad me honró. Creo que llegó el momento, entonces, de señalar algunas cosas.
“La ‘Regla de San Benito’ es uno de los pocos textos verdaderamente básicos sobre los que se asienta la espiritualidad del Occidente cristiano”, afirma García M. Colombás, monje benedictino, en su ‘Introducción’ del libro Regla de San Benito, 2ª edición, Ediciones Monte Casino, Zamora, 1987. Hasta nosotros ha llegado por medio de una multitud de manuscritos medievales y de ediciones impresas.
No deja de sorprender que un simple mojón fronterizo, que a veces no coincide con las líneas políticas coyunturales, haya determinado una línea divisoria entre un idioma y otro; que una cadena montañosa haya separado el bable del galego, un río el galego del portugués, la historia el bretón del francés.
Lo asombroso de la clase política dominante no es que sus miembros mientan como bellacos. Lo asombroso es que no pase nada cuando lo hacen. En Euskadi va a gobernar el socialista Patxi López con el apoyo del PP y la indignación del PNV, que presume de ser el partido más votado y cree que debería seguir en el poder pasándose por el forro la ley electoral, que permite pactar.
A Michel, a Eugenio y Benjamín López Moure La primera ocurrió en la década de 1950’. Fuimos con Cándido Pai al Estadio Nacional. (No recuerdo bien quienes, pero le acompañábamos mi amigo Juan Ramón, Pepe García, mis hermanos Eugenio y Mario, no sé si Juan Luis...) Nuestro padre iba con su chaqueta de gamuza, boina negra, la bota de cuero en bandolera y un morral con las vituallas de rigor...
Mónica es una mujer de sensibilidad, fineza e inteligencia que nos sorprende por su serenidad y su modestia. Trasmite, con sencillez y precisión, conocimientos de gramática castellana. Es mi amiga desde los veinte años; fue testigo de mi casamiento. Conocí a sus padres, dos seres encantadores. Don Blás Arance Vicente nació en Jaén, Linares, en 1896. Abandonó España en 1928.
Quen pode afirmar que os que residen no exterior só teñen por vínculo co país o dereito a votar?Manuel RivasPoida que nesta lexislatura teñamos funcionando o Museo da Emigración Galega ou o Espazo Emigrante ou o Centro de Interpretación da Diáspora Galega. O nome non é o importante nin tampouco o lugar onde se estableza.
Rosa Luxemburgo nació el 5 de marzo de 1871 en la Polonia rusa y falleció el 15 de enero de 1919, víctima de asesinato llevado a término por su contrincantes –hombres de su propio partido– en medio de las sombras de la noche. Durante su último año de escuela empieza su militancia en el partido revolucionario ‘Proletariado’. Tras haber cumplido los quince años, cuatro dirigentes de esta organización fueron ejecutados.
La llegada del Otoño invita a pensar en los guisos, junto con el asado uno de los primeros métodos de cocción del hombre. Aun antes de la invención de la olla ya se las ingeniaban nuestros antepasados para guisar en huecos naturales en sus cuevas o sobre pieles de animales atadas a cuatro estacas sobre el fuego. Guisos y cocidos nos han alimentado en épocas de bonanza y de estrecheces.
Ser reina es, por definición, un despropósito de la democracia y un símbolo de insolidaridad, de superioridad frente al súbdito. De esto no cabe duda atendiendo, de entrada, al tren de vida de la una frente a su plebe. Por eso me asombra la devoción que profesan los periódicos que van de serios por la reina Noor de Jordania, cada día en un lugar del mundo intercambiando causas pretendidamente benéficas con galas entre multimillonarios.
 Que la gente se emancipe por si misma” Bakunin“Educar para la patria es educar contra la vida del prójimo, contra el amor de la humanidad, de la vida, de la razón y la justicia.”La Protesta, 6 de julio de 1906 He reiterado en varias oportunidades que mi padre se acercó, teniendo catorce años, al anarquismo. Lo descubrió aquí, en Argentina.
No sin cierto atisbo de sabiduría, oí decir que después de la primera muerte, física, con el tiempo llegaba la segunda y definitiva, al desaparecer nuestro recuerdo (con su propia muerte) en la memoria de quienes nos conocieron. Pero la verdad es que no hay pautas a las cuales acogerse en estas lides. Somos hijos del tiempo y del azar, y por lo tanto impredecibles, también como destinos.
Jorge Luis Borges definía la democracia como “abuso de la estadística”. Grandísimo escritor, sin duda, aunque contradictorio y desconcertante.
Cristina de Suecia, apodada ‘la reina ambulante’, llevó una azacaneada vida y repleta de escándalos. Erudita de vida libertina para la época, se constituyó en auténtica ‘Minerva del Norte Europeo’, que logró despertar tanto la admiración como el mayor rechazo y aun desprecio.
Ya pasamos las elecciones, algunos pensaban que su candidato era el seguro, otros dudaban y otros rezaban. La verdad es que muy pocos esperaban el triunfo de Alberto Núñez Feijóo, aunque las encuestas daban para pensar... En las encuestas había un mensaje de cambio, que nadie supo interpretar correctamente.
Uno, a veces, mientras se ve envuelto en el mágico aroma que emana del pimiento y la cebolla en enardecida danza nupcial previa a la gestación del guiso, se siente impotente al comprobar que las cuatro paredes de la cocina abortan el grito, la espontánea protesta.