Opinión

“En una ocasión, recuerdo que mi idea era irme a Buenos Aires a estudiar para ingeniero industrial, y para eso tenía que revalidar mi título de bachiller. Así que le dije al viejo: ‘Papá, me quiero ir a Buenos Aires a estudiar…’. Y él me dijo: ‘¡Estás loco!’. Pero igual viajé desde Balcarce, donde vivíamos, hasta la ciudad de Azul”.
Atesoro en mi biblioteca personal el libro ‘Los gallegos en la Argentina, Tomo I’, de Ediciones Galicia. Se trata de un ejemplar impreso en 1966, con una dedicatoria autógrafa del autor, Don Alberto Vilanova Rodríguez, a la sazón profesor de historia de la Universidad del Sur. Nunca pude hallar el Tomo II, pero no pierdo las esperanzas.
Tenía una lectora fiel en Ferrol que, siempre con mucho cariño, me reprochó durante años la dureza de estas columnas de ateo impenitente, de rojo impertinente. Ella sentía honestamente cierta compasión porque pensaba que algunos de estos tipos somos recuperables para su causa.
Desde el momento mismo en que –hace siglos– el hecho de poner una piedra sobre otra, de cierta manera, comenzó a tener un sentido para los hombres, la escultura había nacido. Esa acción desencadenaba, conscientemente o no, una serie infinita de resonancias. Esas piedras eran riqueza latente, aliento, comunicación.
Créame, silencioso lector, vivo confundido. No son los años, de verdad le digo. Si lo fueran no tendría inconveniente en confesarlo. Todo me resulta extraño, grotesco. Siempre amé la puesta de sol o el despertar del día. Siempre gocé en soledad o en compañía de una hermosa muchacha cada crepúsculo. Me gusta apoyar mi cabeza en sus muslos o en su vientre y contemplar lo mágico, el ensueño.
“La mentira, contada con arte,es una verdad prístina”Eduardo MolinaAlfonso Calderón, escritor, Premio Nacional de Literatura 1998, ha cumplido a cabalidad su lema en el oficio literario: “Ningún día sin escribir una línea…”.
Don Luis González Uriarte es uno de los escasos vecinos, nacidos en el País Vasco, que ya quedan en la fértil tierra de Balcarce, “de la buena ‘papa’ y del ‘chueco’ Fangio”. Hijo de Cruz González Uriarte, un carpintero artesanal, y de Asunción Uriarte, vio la luz en Portugalete, en la espléndida e industriosa ría de Bilbao.
Una de las imágenes más entrañables del paisaje gallego es la silueta inconfundible del hórreo. De madera o de piedra, grandes o pequeños; aislados cerca de una casa rural, o agrupados en curiosas formaciones arquitectónicas, el hórreo ha sido una presencia insoslayable en nuestra vida aldeana. El hórreo era una pieza clave en el contexto arquitectónico, económico y cultural del medio rural.
En Europa, esa enorme hipocresía que se llama el centro político consiste, como ya he dicho, en legislar lo económico según las órdenes de los poderosos y legislar todo lo demás según los frívolos sondeos de opinión pública.
Ulises, Marco Polo, Cristóbal Colón, Charles Lindbergh fueron grandes emprendedores; sólo el último de los nombrados llegó a ser empresario, es decir un discreto dueño de empresa. Ya ven que no sólo “emprenden” los empresarios, sino todo aquel que acomete un proyecto y pone en él toda su energía y la máxima pasión. No todos los emprendedores tuvieron éxito en sus empresas.
“El narcisismo ha abolido lo trágico y aparece como una forma inédita de apatía hecha de sensibilización epidérmica al mundo, a la vez que de profunda indiferencia hacia él”. Gilles Lipovetsky publicó en 1983 La era del vacío, un ensayo en el que están puestos los cimientos de su visión de la sociedad actual.
Felipe Sagastuy es descendiente de vascos, reside en Balcarce en cuya casa cada elemento semeja poseer una menuda historia peculiar: su papá, Marcelino Felipe Sagastuy, y su mamá, Herminia Menéndez, lo alimentaron en el sagrado valor de la palabra empeñada –“palabra de vasco”– y la nobleza humana de “palabra de honor”.
Cuando se intenta exaltar el proverbial ingenio argentino suele mencionarse la birome, el dulce de leche, la dactiloscopia, y el colectivo.
Tengo un pequeño libro de gran título, ‘Huracán’, que me regaló mi amigo Anxo Mariz, el célebre crítico de jazz latino. Explica los protocolos de emergencia que emplea la Administración cubana ante una catástrofe.
Sánchez une amistad y afecto. En sus dibujos, para quien tiene la frecuentación de sentir, puede advertirlo. Sánchez es así en toda su obra; va en busca de la esencia del dibujo: anhela la síntesis. Percibimos un lenguaje estético, un concepto ideológico, una sensualidad inquietante. Bien. Decimos vitalidad, utopía, fidelidad.
Nuestras sociedades del siglo XXI siguen siendo más o menos represoras, incluso las ‘avanzadas’ o del llamado primer mundo. El ser humano reprime a sus semejantes, desde el seno de la familia, desde que abrimos los ojos a esta vida terrena y hasta que nos meten en la caja de madera final o nos arrojan, como Dios nos echó al mundo, a la última cueva.
Poida que o actual goberno galego sexa quen de sandar as feridas que se foron facendo durante máis dun século de emigración galega. Estou a falar da diáspora desta vella terra atlántica que buscou acubillo lonxe e que deixou alí a súa honrada pegada de esforzo solidario. Non hai máis honra que a incondicional achega de sangue para erguer un novo espazo onde quecer e esquecer longas noites de friaxe.
“La lengua está presente en todo lo vasco y es, a la vez, el principal rasgo diferenciador de los vascos respecto de los otros pueblos. Una lengua no parecida a ninguna otra del mundo. Sólo se ha conseguido hallar semejanzas tan elementales que recaen, en morfología y sintaxis, dentro de rasgos comunes al lenguaje humano en general.
Mencionamos alguna vez el desprestigio de España en América a partir de los movimientos de emancipación de hace doscientos años, debido a la tozudez de la monarquía en no reconocer a los nuevos países como independientes; y el avance de otras potencias como Inglaterra, Francia y los jóvenes Estados Unidos que logran una gran influencia política y concretan fecundos negocios con las ricas (en materias primas) naciones latinoamericanas,
Greeenpeace es la única gran organización ‘buena’ que ha comprendido y superado la globalización. El resto –sindicatos, partidos políticos, etc– no han podido por su corrupción o por intereses nacionalistas y están indefensos frente a otras entidades globales en manos de los poderosos: las mafias, la especulación financiera, la explotación laboral, los derechos del mercado antes que los de los hombres, etc.