La Universidad de Salamanca colaborará con la Secretaría General Iberoamericana

El rector de la Universidad de Salamanca (Usal), José Ramón Alonso, y el responsable de la Secretaría General Iberoamericana (Segib), Enrique Iglesias, firmaron el pasado viernes un convenio de colaboración con el objetivo de “contribuir al fortalecimiento de la Comunidad Iberoamericana y asegurar una proyección internacional”, tal y como se recoge en uno de sus apartados.
Enrique Iglesias destacó que “las universidades pueden aportar la base intelectual para los trabajos que están realizando, como por ejemplo en inmigración, juventud o progreso técnico” de Latinoamérica, ya que en su opinión, hay que tener “una base de pensamiento detrás de la acción”.
El secretario general de la Segib matizó que en la Universidad de Salamanca “hay material” de estas características y toda una infraestructura para poder trabajar, por lo que es “más fácil” desarrollar esta labor desde ahí.
Asimismo manifestó que en este aspecto la institución académica salmantina destaca “por sus relaciones históricas con Iberoamérica” y su trayectoria en la formación de recursos humanos, algo en lo que también la comunidad latinoamericana “tiene mucho que demostrar”.
Por ese motivo, continuó, con este convenio esperan “poder abrirse paso para trabajar en programas conjuntos y en temas que preocupan en Iberoamérica, como materias económicas y sociales”.
Por su parte, el rector añadió que la Universidad de Salamanca se siente ligada a América Latina e incluso recordó que ésta es “la seña estratégica” que la diferencia de la gran mayoría de universidades de Europa y por la que tiene “una etiqueta de calidad”.
Alonso concretó que quieren “trabajar en proyectos concretos, ambiciosos y nuevos” y para ello pondrán “lo mejor” que tienen al servicio de la comunidad iberoamericana.


Becas
El rector adelantó que aportarán ideas, nuevos proyectos y desarrollo en ámbitos de la Educación, a través de becas o colaboraciones en doctorados.
Por otro lado, José Ramón Alonso manifestó “su frustración” por el sistema de becas a estos países ya que aseguró que por cada beca que ofertan hay 100 solicitudes y 99 estudiantes se quedan fuera y explicó que siente que “los mejores jóvenes quedan fuera”.
Ante esta situación, opinó que “es el momento de fijar un compromiso eficaz con América Latina que de respuesta a un continente con capacidad de generar nuevas ideas y asumir una era de liderazgo en Europa con nuevas regiones del mundo”. Esta situación, ha agregado Alonso, precisa “una respuesta” porque “es el momento del compromiso de Europa con América Latina”.
Además, explicó que la Usal “está feliz de colaborar en ese desarrollo y es una oportunidad histórica de afrontar este reto con toda la energía”.
El convenio de colaboración tiene un periodo inicial de duración de dos años y no cuenta con una financiación concreta, sino que se fijará de acuerdo con los recursos que necesite cada acción que se vaya a desarrollar.
Las áreas de cooperación que se establecen son el promover las relaciones entre ambas instituciones así como el estudio de lo iberoamericano a través de investigaciones y publicaciones.
También, se incidirá en el estudio e investigación de grupos vulnerables con especial énfasis en las cuestiones relativas a los indígenas.
Se pretende también fomentar el debate e intercambio de experiencias en lo referente a los ejes temáticos de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno. El convenio contempla también que expertos de la Universidad salmantina asesorarán también a los especialistas que diseñan los contenidos de las diferentes Cumbres sobre aquellas cuestiones de mayor interés para los países integrantes de esta estructura en materia de investigación y docencia.
Precisamente sobre este punto incidió el secretario general de la Segib, quien explicó que gracias a estas cumbres se ha conseguido la creación de la Secretaría, que está funcionando y además, añadió, se ha obtenido la colaboración en muchos ámbitos.
Como ejemplo destacó que en la última celebrada en Santiago de Chile se firmó un convenio de Seguridad Social universal para toda América Latina, lo que significó un primer elemento comunitario y también se fijó el compromiso de España para ayudar a llevar agua potable a las comunidades pobres.