ANTE LA AMENAZA DE RADIOACTIVIDAD EXCESIVA

El presidente de la Casa de Salamanca en Tokio considera que “deben quedarse” en Japón

El presidente de la Casa de Salamanca en Tokio, Francisco Ortega, aseguró que ante las últimas informaciones sobre el incremento de los niveles de radioactividad provocadas por la explosión de la central nuclear de Fukushima-1 tras el terremoto continúan su vida con relativa tranquilidad y opinó que aunque hay países que han pedido a sus compatriotas que regresen, como Francia o Alemania, él considera que “deben quedarse” y no “escapar como perros” del país que les acogió.
El presidente de la Casa de Salamanca en Tokio considera que “deben quedarse” en Japón
El presidente de la Casa de Salamanca en Tokio, Francisco Ortega, aseguró que ante las últimas informaciones sobre el incremento de los niveles de radioactividad provocadas por la explosión de la central nuclear de Fukushima-1 tras el terremoto continúan su vida con relativa tranquilidad y opinó que aunque hay países que han pedido a sus compatriotas que regresen, como Francia o Alemania, él considera que “deben quedarse” y no “escapar como perros” del país que les acogió.
Ortega manifestó que no tienen miedo, porque igual podría pasar en España en una central nuclear y entonces se preguntó: “¿Nos marcharíamos a Japón?”.
Hasta el momento él y su familia “están bien” y aseguró que el Gobierno nipón no da recomendaciones especiales para afrontar sucesivas réplicas.
Además, señaló que hay “cortes de luz cada tres horas” y restricciones en el tráfico, en los trenes y autobuses que tienen unos horarios de servicios mínimos y que se mantendrán hasta el 31 de abril.
La situación se está agravando, ya que en los supermercados “va desapareciendo toda la comida” y ya no hay en muchos lugares arroz, ni pan, ni huevos. De hecho, relató que en los últimos días ha visto a japoneses “cargando con 20 kilos de arroz”, algo que tachó de una actitud “egoísta”. En su caso, destacó que tenía almacenada algo de comida, como carne y pan, también en el restaurante que dirige, pero no sabe cuánto tiempo le durará.
Aunque los japoneses afrontan esta situación “con resignación”, cada vez tienen más miedo, porque a diferencia de los “latinos” ellos “siempre comen lo mismo” y su dieta se basa en el arroz, por lo que tendrían problemas si se agotan las existencias. Sin embargo, Ortega destacó que la comunidad de españoles “no tiene tanto miedo”.