Pilar del Olmo visita a los emigrantes de México y anima a invertir en España

La consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, visitó las obras de la nueva sede de la Agrupación Leonesa en México, que avanzan “a buen ritmo”. El edificio, impulsado por la iniciativa privada en el centro de la capital, estará concluido antes de que termine 2010 y prestará servicio a alrededor de 400 familias de emigrantes de la Comunidad autónoma.
La consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, que viajó hasta México para explicar en el Senado de ese país el modelo de financiación descentralizado español dentro del Seminario ‘Mesa de Diálogo: Federalismo Mexicano en el Mundo’, abogó por “impulsar e incrementar los intercambios económicos entre Castilla y León y México” durante el encuentro que mantuvo en la capital del país con empresarios y emigrantes de la región. La máxima responsable de las cuentas autonómicas destacó: “Nos unen estrechos lazos de hermandad”, que se reflejan en el hecho de que el 18 por ciento de la inversión exterior de la comunidad se realiza en México.
La consejera también se reunió con los empresarios castellanos y leoneses agrupados en la asociación Acyle, a los que se sumaron directivos de la empresa Excal. En ese foro recordó que las empresas de la región invirtieron 31,8 millones de euros en México el año pasado, de acuerdo con las estadísticas del Ministerio de Industria. Esta cantidad es prácticamente la quinta parte del gasto total que efectuaron las compañías de la comunidad en el extranjero.

“El estado de autonomías supera en muchos casos la descentralización existente en países federales”

La consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, defendió en México  la vigencia del modelo autonómico español, “por su mayor cercanía a los ciudadanos”. Durante su intervención en la Cámara de Senadores, en el marco de una jornada de trabajo organizada por el Gobierno mexicano, la máxima responsable de las cuentas regionales explicó que, “a pesar de que España no se define constitucionalmente como tal, el nivel de descentralización alcanzado en estos años supera al de muchos países de honda tradición federal”.
Pilar del Olmo explicó en el Senado mexicano el modelo de financiamiento descentralizado español dentro del Seminario ‘Mesa de Diálogo: Federalismo Mexicano en el Mundo’. Destacó que pese a no ser España un país federal según la Constitución, alcanza grados de descentralización mucho mayores que en países federales de larga tradición. Senadores mexicanos lo confirmaron al argumentar que México es un país federal, pero “centralizado”.
Pilar del Olmo comentó el modelo fiscal y financiero español como parte de una mesa de diálogo titulada ‘Federalismo Mexicano en el Mundo’. Este evento estuvo organizado por el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal de la Secretaría de Gobernación de México (INAFED) y se llevó a cabo en la mañana del jueves 25 de marzo en la Cámara de Senadores del país americano.
Entre los asistentes estuvieron varios senadores del PAN (el partido en el poder) y el PRI, asesores políticos, municipalistas de Canadá y Argentina y miembros de la INAFED. También participó el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Valladolid, Fernando Rey.
Uno de los temas abordados en el seminario fue el ‘Federalismo hacendario en los municipios’, en el que la consejera de Hacienda de la Junta de Castilla y León, Pilar del Olmo, intervino con una breve ponencia.
“España, en la constitución, no se define como un país federal. Sin embargo, su nivel de descentralización, en lo que llamamos el estado de las autonomías, supera en muchos casos a la descentralización existente en países federales de larga tradición. A pesar de la juventud de este modelo, que tiene apenas 30 años, el estado de las autonomías ha permitido un desarrollo económico y social muy importante”.
Tras este preámbulo, Pilar del Olmo explicó en qué consiste el estado de las autonomías, el concepto de corresponsabilidad fiscal, de donde proceden los ingresos y cómo se reparte el dinero en las autonomías y los municipios.
La autoridad de Hacienda incidió en que la “relevancia que tienen las comunidades en España” se refleja en que “gestionan la mayor parte del gasto público, pese a que no reciben el grueso de los impuestos”. De hecho, los últimos datos definitivos de la Contabilidad Nacional, de 2008, revelan que las autonomías ejecutan el 36% del gasto total, frente al 13% de las entidades locales y el 22% del Estado. El 29% restante corresponde a la Seguridad Social.
La máxima responsable de las cuentas regionales comentó que la crisis económica que afecta a España hace que se cuestione el modelo de financiamiento descentralizado. Comentó que España cerró el 2009 con un déficit del 11.4%, lo que le obliga al país, según las directrices europeas, a reducir el gasto público un 3% hasta el año 2013. El plan de austeridad que el Gobierno debe implantar para reducir el gasto afecta negativamente a los ingresos de las autonomías y de los municipios. “Esto hace que nos cuestionemos el modelo”, opinó.
Agregó que muchos de los impuestos municipales están ligados al sector de los bienes inmuebles. Con la crisis inmobiliaria, los ingresos municipales por este concepto disminuyeron enormemente, “creando un agujero importante”, matizó. Por ello, los municipios han planteado al Gobierno una reforma del modelo, algo que de momento el Gobierno no va a abordar.
Los participantes escucharon con atención las palabras de la consejera y en sus turnos hicieron comparaciones entre los sistemas de México y España. El senador Ramón Galindo Noriega (del PAN) lamentó que pese a ser México un país federal, es centralizado. “España no es un país federal pero hace mayores esfuerzos en sus dependencias que nosotros, que sí lo somos”, dijo.
Otro aspecto que ambas partes compararon fue el de la elección de los alcaldes. En España, la ley permite la reelección de los alcaldes, mientras que en México no. Además, el periodo de trabajo de un alcalde en México es de sólo tres años. Este escaso plazo, relevó Galindo, hace que los alcaldes no quieran imponer medidas impopulares, como el cobro de impuestos. “Un alcalde que va a dejar su cargo en tres años sólo piensa en convertirse en diputado y para ello necesita réditos políticos. Por eso ningún alcalde quiere cobrar impuestos a los ciudadanos, aunque eso suponga más ingresos para el municipio”, explicó. Esta limitación es una rémora en el modelo fiscal mexicano, ya que impide la descentralización y la toma de decisiones desde el poder local.
Al respecto, Pilar del Olmo mencionó que los periodos legislativos más largos y la reelección de un alcalde inciden en una mayor estabilidad en las políticas públicas.