DURANTE MESES HABÍA VENDIDO LENTEJAS Y BOLÍGRAFOS PARA COSTEARSE EL VIAJE

Muere en accidente de tráfico en Perú una cooperante salmantina de 25 años

La joven salmantina de 25 años Soraya Macías perdió el pasado miércoles la vida en el accidente ocurrido en la región peruana de Cuzco, donde se encontraba realizando trabajos de cooperante. La fallecida había viajado el 29 de junio hasta Perú, después de haber estado varios meses vendiendo lentejas y bolígrafos en Salamanca para recaudar 3.000 euros e instalar una ducha en Cuzco.
Muere en accidente de tráfico en Perú una cooperante salmantina de 25 años
La joven salmantina de 25 años Soraya Macías perdió el pasado miércoles la vida en el accidente ocurrido en la región peruana de Cuzco, donde se encontraba realizando trabajos de cooperante. La fallecida había viajado el 29 de junio hasta Perú, después de haber estado varios meses vendiendo lentejas y bolígrafos en Salamanca para recaudar 3.000 euros e instalar una ducha en Cuzco.
Soraya Macías, natural de la localidad salmantina de Gomecello, formaba parte de la ONG  Asociación Señor de Huanca –ASH Sembrando–, al igual que las otras tres cooperantes que perdieron la vida en el mismo accidente, cuando la camioneta en la que viajaban se vio obligada a hacer una brusca maniobra a causa de un camión que estaba cruzado en la carretera y cayó por un barranco de 300 metros de altura.
La joven salmantina se había pagado el billete vendiendo bolígrafos a un euro y pequeños sacos de lentejas de medio kilo, que había hecho repartiendo el saco que le había regalado un almacén del pueblo, a 1,50 euros. Con el dinero recaudado pretendía colaborar para instalar una ducha en Cuzco.
Además, había compaginado dos trabajos para poder obtener el dinero. Por la noche iba al horno de Gil y por el día trabajaba en una perfumería de Salamanca. Llevaba muchos años intentando participar en un viaje solidario pero por distintas circunstancias no lo había conseguido. Se fue de España el pasado 29 de junio, con un billete que había sacado en enero, para que le fuera más barato.
Una de sus hermanas, Noelia Macías, explicó que “estaba trabajando en el hospital y de repente oí que había habido un accidente en Perú. Pensé en mi hermana. En la ONG no me cogían el teléfono. Después me llamaron de la Embajada de España, que tenían que darme la peor noticia que me podían dar, que había fallecido, que se iban a hacer cargo de todo, pero que eran las dos de la madrugada y que no sabían mucho más”.
Noelia aseguró que se habían “enterado antes por la radio, que a través de los ministerios” y pidió que “ojalá no pase nunca más, pero por favor que a las familias se las ayude”. La llamada oficial comunicando el fallecimiento de su hermana se produjo a las 9.30 horas.
Noelia recordó que la última vez que habló con su hermana Soraya fue el pasado “sábado, por Messenger. Mis padres también hablaron con ella. Nos contó que había visto mucha miseria, que había llorado más de una vez por lo mal que estaban los niños…”.
Soraya iba a participar en dos proyectos diferentes durante su estancia en Perú. El primero en Cuzco y el segundo en una comunidad de indígenas. Noelia sospechaba que el accidente debió producirse “subiendo a la comunidad, porque son carreteras muy estrechas”. En ese lugar, Soraya iba a formar a las mujeres indígenas en materia de sanidad e higiene por la mañana y por la tarde, realizaría distintas actividades con los niños.
Noelia explicó que su “hermana era muy solidaria. Nunca tenía problemas con nadie, era muy luchadora, tenía muchos proyectos, muchas ilusiones, para seguir ayudando a los niños de Perú” y recordó que ya tenía pensado “comprar por 20 céntimos muñequitas para traerlas y venderlas aquí y hacerles un regalo por Navidad a los niños del Perú”.
Desde el pasado miércoles, cuando se conoció la noticia, la familia ha estado en contacto con las autoridades para la repatriación de su cadáver, que no llegó a España hasta la tarde del sábado. Fue enterrada al día siguiente.
La noticia de su muerte sacudió a Gomecello, su pueblo natal y donde residía. Su padre, Nazario Macías, es un conocido industrial del municipio y concejal del Ayuntamiento, que celebró un pleno extraordinario para decretar dos días de luto oficial. La alcaldesa, Rosa María Esteban, leyó un manifiesto expresando el dolor del municipio.