Martínez Maíllo se reunió con los jóvenes del Centro Zamorano de Buenos Aires

Los jóvenes del Centro Zamorano de Buenos Aires se reunieron con el presidente de la Diputación de Zamora, Fernando Martínez Maíllo, y con el diputado José Luis Bermúdez. El encuentro, que se realizó en el Salón Viriato de la institución, se prolongó más de una hora, en la que las autoridades se interesaron en conocer las inquietudes, las historias y los proyectos de los jóvenes descendientes. Después del ameno encuentro con los jóvenes, se realizó la cena en la que se inauguró la remodelación del Centro, a través de la unión de sus dos salones anteriores.

José Luis Bermúdez, responsable del área de Emigración de la Diputación de Zamora, inició la charla con los jóvenes haciendo un repaso por los inicios de la gestión de Maíllo, por el compromiso con la emigración y por los programas vigentes –‘Añoranza’, ‘Raíces’, becas y prácticas para jóvenes– que, según anunciaron, tendrán continuidad.
Respecto a los planes de estudio, becas de grado o pasantías en empresas zamoranas, se hizo mucho hincapié. Éstas constarán no sólo de la asignación para el curso sino también un monto simbólico para la estancia de los jóvenes estudiantes en Zamora. Sobre este tema uno de los planteos fue modificar las fechas de los programas de estudio para que los jóvenes argentinos puedan aprovechar durante los meses de verano en Argentina y compatibilizar sus actividades laborales. En este sentido, las autoridades dijeron que sería un punto a tener en cuenta para las próximas becas que se abran.
Maíllo se interesó en conocer la historia de cada joven, sus lazos con Zamora, la forma en que se integraron al Centro y demás inquietudes. Muchos de ellos contaron también su experiencia en el viaje ‘Raíces’ con el que fueron beneficiados para conocer la tierra de sus antepasados. Algunos destacaron los vínculos que crearon o afianzaron con sus primos, tíos y familia en Zamora y en ese punto se detuvo Maíllo, explicando que el objetivo del programa es movilizar esos sentimientos, afianzar esos lazos e incentivar la participación de los jóvenes en los centros.
A la vez explicó la importancia de que la sociedad zamorana conozca lo que se invierte en emigración y comprenda el sentido de estos esfuerzos, entiendan que los beneficios son mutuos al destinar estas ayudas. También destacó la importancia central de mantener lazos con el colectivo emigrante y sus descendientes sin olvidar que ahora España acoge inmigrantes pero por muchos años ha sido un país emigrante.
Los jóvenes explicaron a las autoridades la notable participación de esta franja etarea, que hace un par de años no existía, con la creación de la Subcomisión de Jóvenes de la Federación de Sociedades Castellanas y Leonesas. A partir de la unión de los miembros de distintos centros, la Subcomisión ha desarrollado una labor sociocultural intensa en el último tiempo.
Además de continuar los planes ya vigentes, Maíllo insistió en que uno de los retos es incorporar en el proyecto de emigración al empresariado porque es la garantía del contacto, habló de aprovechar el potencial del capital humano de descendientes zamoranos y vincularlos a la región.
Durante la charla se mencionó el próximo congreso, a realizarse en Zamora los días 12 y 13 de diciembre, en los que se canalizarán todas las ayudas de las provincias de la comunidad castellana y leonesa.

 
Cena de inauguración
Después del ameno encuentro con los jóvenes, se realizó la cena en la que se inauguró la remodelación del Centro, a través de la unión de sus dos salones anteriores.
El presidente del Centro Zamorano, Ángel Llamas, y el presidente de la Diputación cortaron las cintas en el acto simbólico.
Maíllo brindó unas palabras de agradecimiento por la concurrencia. Al acto asistieron las autoridades de algunos centros castellanos y leoneses, incluso del interior. Luego hizo entrega de una placa recordatoria a Alfredo Miranda, ex presidente de la institución, por su trayectoria e intensa labor.
Maíllo terminó sus palabras con un humilde mensaje en el que sostuvo que gracias a sus visitas a la colectividad zamorana en el exterior pudo aprender mucho más de lo que significa la emigración.