TENÍA 70 AÑOS Y EMIGRÓ CUANDO CUMPLIÓ LOS 18
Falleció Ángel Llamas, presidente del Centro Zamorano en Argentina
El pasado lunes 22 de febrero falleció Ángel Llamas, presidente del Centro Zamorano de Buenos Aires, a los 70 años de edad.
El pasado lunes 22 de febrero falleció Ángel Llamas, presidente del Centro Zamorano de Buenos Aires, a los 70 años de edad.
Nacido en Valdespino de Sanabria emigró a Argentina, donde vivían sus tíos maternos, a los 18 años. En este país realizó variados trabajos en talleres, luego tuvo emprendimientos propios y regentaba actualmente un geriátrico.
Formó parte de la comisión directiva del Centro Zamorano durante años, fue elegido vicepresidente y luego presidente, cargo que desempeñaba y tenía asignado hasta el año 2011, tras haber sido reelecto en 2009.
Los integrantes de la institución destacan el ahínco y pasión con la que realizaba sus tareas y promovía el bienestar de la entidad y sus socios, pese a sus problemas de salud.
Espíritu incansable
Su espíritu incansable lo hacía trabajar en pro de la continuidad del Centro Zamorano, al cual le brindó tanta dedicación, y en cada reunión animaba a los jóvenes a que se acerquen, formen parte y continúen este trabajo de varias generaciones.
Tal es así que su única hija, Cynthia, es una férrea integrante de la institución así como de la Subcomisión de Jóvenes Castellanos y Leoneses.
En reconocimiento a su generosidad y trabajo loable, el Centro Zamorano publicó una dedicatoria en la que sus compañeros le dicen: “Angelito, siempre estarás con nosotros, en nuestro recuerdo, en cada pared del Centro Zamorano (…) Ahora podrás recorrer tranquilo tus viejos terruños de Valdespino, siempre estarás con nosotros, que sabremos seguir tus pasos”.
Nacido en Valdespino de Sanabria emigró a Argentina, donde vivían sus tíos maternos, a los 18 años. En este país realizó variados trabajos en talleres, luego tuvo emprendimientos propios y regentaba actualmente un geriátrico.
Formó parte de la comisión directiva del Centro Zamorano durante años, fue elegido vicepresidente y luego presidente, cargo que desempeñaba y tenía asignado hasta el año 2011, tras haber sido reelecto en 2009.
Los integrantes de la institución destacan el ahínco y pasión con la que realizaba sus tareas y promovía el bienestar de la entidad y sus socios, pese a sus problemas de salud.
Espíritu incansable
Su espíritu incansable lo hacía trabajar en pro de la continuidad del Centro Zamorano, al cual le brindó tanta dedicación, y en cada reunión animaba a los jóvenes a que se acerquen, formen parte y continúen este trabajo de varias generaciones.
Tal es así que su única hija, Cynthia, es una férrea integrante de la institución así como de la Subcomisión de Jóvenes Castellanos y Leoneses.
En reconocimiento a su generosidad y trabajo loable, el Centro Zamorano publicó una dedicatoria en la que sus compañeros le dicen: “Angelito, siempre estarás con nosotros, en nuestro recuerdo, en cada pared del Centro Zamorano (…) Ahora podrás recorrer tranquilo tus viejos terruños de Valdespino, siempre estarás con nosotros, que sabremos seguir tus pasos”.
