Opinión

Desde temprano fuimos aficionados al fútbol. Seis hermanos varones, pudimos conformar un equipo de baby o de futbolito. (Nuestras dos queridas hermanas se abstuvieron de patear una pelota; tanto mejor para ellas y su feminidad).

Nos llega una postal de un pueblecito de la baja Andalucía, y uno siente el aire marino bajo los promontorios, sobre pinos negros, casitas blancas pintadas de cal y en cada esquina, ventanal o en el mismo suelo formado de guijarros, macetas de geranios, valerias salvajes, petunias, azaleas, y rosas cuyos tallos parecen subir por las paredes, mientras unas zapatillas blancas se adormecen.

Vemos ídolos en nuestro espejo. Creamos dioses a nuestra imagen. Es un hecho. Desde siempre, todas las civilizaciones crearon dioses a su imagen y semejanza, con sus virtudes y debilidades. Cuando la lluvia, el viento, fuego y tierra, los elementos de la naturaleza, tomaron formas humanas en el imaginario colectivo, y los ciclos agrarios pasaron a depender de la bipolaridad de estos seres inmortales, irascibles, vengativos, promiscuos e impredecibles, los humanos se miraron en un espejo observando los altares y estatuas a sus divinidades;  se reconocieron en ellas, y justificaron sus sacrificios y sus malas acciones, incluyendo la muerte de los primogénitos, antes de cambiar a los infantes por corderos “de Dios”, como se describe en la Biblia en el episodio de Abraham y su hijo Isaac.
Pfizer, Sputnik V, la vacuna china, la de Oxford... El remedio anti-COVID 19 se ha convertido en una carrera contra reloj con claros tintes geopolíticos. Pero no sólo por parte de las multinacionales farmacéuticas, cuya capacidad para influir en gobiernos y organizaciones globales es de sobra conocido.

A día de hoy… no sé quién es el presidente estadounidense. Bueno, sí sabemos quién es, o cuál era el preferido de los medios, pero tengo la duda de que ese “elegido” haya sido realmente el que salió por la voluntad popular.

“Año del Libertador General San Martín. El General don José de San Martín, Libertador del Perú, murió el 17 de agosto de 1850 en Boulogne-sur-Mer, Francia. Sus restos fueron repatriados a Argentina, en 1880, descansando desde entonces en un mausoleo, en el interior de la Catedral de Buenos Aires”, estoy leyendo en la Revista Policial del Perú, julio-agosto de 1950. Año XIX, nº 206. Año del Libertador General San Martín. Ministerio de Gobierno y Policía. Servicio de Prensa y Publicaciones Técnicas de la Policía.
Hablemos de calderos. Cuando pensamos en una meiga, bruja, maga o hechicera, las imaginamos  cerca de un caldero humeante elaborando alguna poción mágica, cocinando. Los alquimistas también compartían este elemento, de hierro o bronce. Personalmente, viendo a la abuela revolviendo el enorme pote de hierro colgando de cadenas sobre el fuego del hogar, llegué a pensar que algo de magia había allí para lograr aquellos entrañables sabores.

En novembro de 1958 eu tiña cinco anos. O lugar máis afastado da miña aldea (Santa Baia de Tines-Concello de Vimianzo) no que estivera, foi en Santiago de Compostela cando, o 21 de xullo, ingresei de urxencia no Sanatorio Baltar para sandar das feridas dos dentes e poutas do lobo ou loba que deixou a pegada de 33 cicatrices no meu corpo infantil. Disque son moi afortunado xa que vou camiño de Montevideo nun barco chamado ‘Cabo de Hornos’. O meu pensamento estaba no desexo de atoparme con meu pai (Xesús Suárez García) que agardaba no outro lado do mar.

 

Henos ante el Castillo de Soutomaior. Este conjunto arquitectónico –mitad fortaleza medieval, mitad palacio neogótico del siglo XIX– está constituido por dos torres unidas por un edificio habitable y un patio de armas, abrazados por una doble muralla. ¿Cuál es su génesis? Su origen se halla vinculado con la señera figura de Paio Méndez Sorrede, quien vivió en el siglo XII durante el reinado de Alfonso VII. Una vez concebida como edificación fortificada de índole militar y defensiva, hasta el siglo XV va evolucionando de modo coherente de torre de defensa hacia una fortaleza con doble recinto amurallado.
“La familia era, pues, típica del criollo rico que describe, por ejemplo, Humboldt; apta a sacarle provecho a la economía del país y también a figurar en público bien de decorada con uniformes, títulos y veneras”, señala el brillante historiador español Salvador de Madariaga Rojo en su singular obra Bolívar, editorial España-Calpe, Madrid, 1951, y Madrid, 1975, segunda edición. Es preciso recordar que el padre de Don Juan Vicente, Don Juan de Bolívar Villegas –Teniente General de los ejércitos españoles– había depositado en el Monasterio de Montserrat veintidós mil ducados para comprar uno de los dos títulos de Castilla otorgados a los monjes por el rey “para que pudiese atender y subvenir a los gastos de los reparos y reedificación”.
El origen de la expresión mala leche proviene de la creencia, muy antigua, de que la leche con que se amamantaba influía en la personalidad. Ya Aristóteles aseguraba que la leche mamada determinaba cierta organización social. San Agustín recomendaba que los niños cristianos no fueran amamantados por amas paganas porque esto influiría negativamente en su fe.
Nos hallamos en las Islas Cíes, hermosas guardianas de la espaciosa y esplendente Ría de Vigo. Otoñalmente nos saludan las tres ballenas varadas: isla de Monteagudo, isla de Faro, isla de San Martín. Tres seductoras sirenas del océano Atlántico. La presente cobertura, desde la perspectiva vegetal, de las Islas Cíes pone de relieve un progresivo estado de alteración, a causa de la actividad humana acá mismo desarrollada a lo largo del tiempo. Indudablemente, el “medio forestal” es el que exhibe el mayor grado de “transformación”. La superficie arbórea autóctona –constituida por el “cerquiño”, esto es, el “Quercus Pyrenaica”– queda reducida a muy pocos y pequeños núcleos aislados, en tanto que especies exóticas –como el pino o el eucalipto– ocupan casi la cuarta parte de la superficie del Parque Natural.
La segunda ola del coronavirus está pillando al mundo en situaciones dispares. Europa vuelve a vivir el fantasma del confinamiento general, por ahora calculado y ‘perimetral’. Francia se ha visto obligada a decretar un nuevo confinamiento general hasta diciembre. Alemania cierra hostelería y gimnasios. En España se decreta el toque de queda.
Nuestro idioma castellano está construido sobre infinidad de armazones, siendo aquí, en América Latina, el sembradío donde pudo consolidarse al convertirse en plenamar entre las páginas de incontables escritores, siendo Pablo Neruda el malecón que amarró la barcaza con una malla de grandiosas palabras que expresaban más de lo enunciado al instante de articularlas. 
Tal vez la definición más acertada de España sea la del comediante que la definió como un “barrio pijo (1) de Marruecos”. Atrás quedaban, hace unas décadas y gracias a los fondos europeos, el fantasma definitorio y excluyente que aseguraba que Europa terminaba en los Pirineos… De allí para abajo era otra cosa.
La puesta en venta de territorio insular, al sur de la Isla Grande de Chiloé –espacio sagrado, según el pueblo Huilliche–, se ha vuelto una mercancía más para acaudalados empresarios chilenos, auténticos poseedores de esta entelequia vocinglera y colorida que llamamos Patria, con mayúscula, atribuyéndole adjetivaciones hiperbólicas, tales como: inmarcesible, eterna, invicta, inviolable; cuerpo geográfico y telúrico por el cual los uniformados, y veces los civiles, juran “rendir la vida si fuese necesario”. Conceptos cuyo sentido profundo, si lo tienen o si alguna vez lo han tenido, la filosofía primaria de nuestro capitalismo salvaje se encarga, sin tapujos, de desvirtuarlo.
“Aquella carta venía precisamente de los círculos sociales que en su país natal habían hostigado a su padre; porque Miranda el viejo, tendero de Caracas, gustaba de ostentar el uniforme y bastón de capitán de un regimiento. Ambos Mirandas, padre e hijo, tenían ínfulas de aristócratas, y ambos...

Estamos en las islas Cíes, en plena Ría de Vigo, expectantes ante el anhelado título de “Patrimonio de la Humanidad” que otorga la UNESCO, árbitro de la Cultura europea. Si ahora deseamos continuar con el sabor de su Historia, habrá que evocar cómo durante la primera mitad del siglo XIX llega a ser pacífica la situación, tras las pertinaces incursiones de corsarios y piratas en las viejas “Illas Siccas”, esto es, “Islas Secas”, de abolengo latino. La sombra de Francis Drake –el pirata inglés– era ya un pretérito de saqueo y devastación en las aguas atlánticas.

Os anos de Vicente no cárcere de Ferrol dóenlle moito a Xosefa. Hai que marchar axiña para esquecer sete anos de longo sufrimento. Ten unha irmá en Montevideo que lles abre a porta para entrar na República Oriental do Uruguai. O seu único fillo, Paco, négase ao embarque xa que non quere deixar a moza que ten en Sada. No peirao, o sobriño Pepe move os brazos e berra que despois de facer o servizo militar vai facerlles unha visita a Montevideo. O barco vaise afastando. Vicente despídese da Marola sen dicir ningunha palabra pois a súa vella amiga de Oleiros sabe que non se volverán ver.

 

“Tanto la estirpe paterna como la materna, los Bolívares como los Palacios, aportaban a la familia del Libertador tradiciones de riqueza, de bienestar y de poder social. Ni un solo momento desde que llega a Venezuela Simón de Bolívar en 1587 se eclipsan los antepasados del Libertador de los círculos dirigentes del país; y casi siempre había por lo menos uno en el Cabildo. El 17 de septiembre de 1593 se concede a Simón II, hijo de Simón I, la encomienda de los indios de Quiriquire en el valle de San Mateo, hacienda que será residencia favorita de los Bolívar hasta los días del Libertador”, escribe el insigne historiador y reconocido escritor, tanto en poesía como en prosa, Salvador de Madariaga Rojo en su insoslayable obra Bolívar, Editorial España-Calpe, S.A., Madrid, 1951; 2ª edición, Madrid, 1975.