En principio, me desilusionó. Después de tanta hipócrita bulla mediática, que aprovechó para clamar “¡censura!” un leve desacuerdo inicial, rápida y limpiamente cicatrizado por la Presidenta argentina, Mario Vargas Llosa habló al fin en la mal llamada Feria del Libro de Buenos Aires (que debería ser en realidad Feria del Negocio del Libro).