“Si marcamos el punto de cruce del paralelo de los 54º 50º de latitud Sur y del meridiano 65º de longitud Oeste, quedaríamos situados en el medio de las aguas de un estrecho totalmente nuevo para las fechas de esta gesta y en cuyo derredor se agruparon los topónimos originados en la expedición holandesa de 1616: ‘Isla de los Estados’ (para Le Maire ‘Tierra de los Estados’). Para Cowley, ‘isla de Albemarle’. ‘Jaius o Jaiwesen’ para los ‘aus’. El ‘chuanisin’ de los ‘yamanas’. Y el ‘Koin harri’ de los ‘sélknames’. El ‘estrecho de Le Maire’ (que los Nodales quisieron llamar ‘de San Vicente’). La ‘caleta de San Mauricio’ (de ex ‘Tierra’ y ‘cabo de Mauricio de Nassau’). Las ‘islas de Barneveldt’ y ‘cabo de Hornos’, que para los Nodales fue ‘de San Ildefonso”, escribe el historiador Juan E. Belza en su magnífica obra Romancero del topónimo fueguino. Discusión histórica de su origen y fortuna, Instituto de Investigaciones Históricas, Argentina, Tierra del Fuego, 1978.