“El capitán español ordenó hacer balsas y les dio batalla. Las acciones comenzaron en el agua donde las pesadas balsas se vieron en serias dificultades frente a las canoas de ligera y rápida maniobra. Alcanzada la isla, a pesar de la tenaz resistencia de los indios enardecidos por sus líderes extranjeros, cautivaron unas trescientas ‘piezas’, salvándose muy pocos, entre ellos los holandeses y el negro, que se fugaron por las pampas hacia Buenos Aires”, describe así el singular historiador argentino Juan M. Biedma en su excepcional obra Crónica Histórica del Lago Nahuel Huapí, ediciones Del Nuevo Extremo y Caleuche, 4ª edición actualizada, Buenos Aires, 2003.