Caballeros Hispanos del Fuego

Quizá el descubrimiento del uso doméstico del fuego sea el hito más importante de la humana civilización. Junto a la lumbre, nace la cultura, aun antes que por medio del cultivo de la tierra…
Caballeros Hispanos del Fuego
Quinta compañía 1960.
Quinta compañía 1960.
Quizá el descubrimiento del uso doméstico del fuego sea el hito más importante de la humana civilización. Junto a la lumbre, nace la cultura, aun antes que por medio del cultivo de la tierra… Y surge la oralidad, la transmisión de los mitos y las leyendas por voz de las mujeres, sobre todo… Pero el fuego es un elemento extraño; puede volverse sumiso en el corazón del hogar o incontrolable y feroz en los grandes espacios, hasta consumir la vida y volverla cenizas. Cada año, voraces incendios nos recuerdan esto, desde Galicia y Portugal, hasta Estados Unidos y Australia.

El bombero es el conjurador del fuego, metafóricamente, su ígneo caballero, que emplea la curiosa espada del agua para domeñarlo, arriesgando su propia vida para salvar otras más desamparadas. En el Chile republicano de la primera mitad del siglo XIX, nacen las primeras agrupaciones bomberiles, llamadas “compañías”. Como extraña vocación de entrega sin condiciones al prójimo, será aquí, hasta hoy, una actividad voluntaria, misional y abnegada, desprovista de todo peculio individual. Pequeñas entidades independientes del Estado y libres de toda sujeción mercenaria. Durante la dictadura militar hubo intentos por profesionalizar esta tarea ciudadana, creando un cuerpo de bomberos a salario fijo y regular. Los chilenos se opusieron a ello tenazmente.

Cuentan las crónicas del siglo XIX sobre la formación de las primeras “Bombas España”:
LAS BOMBAS ESPAÑA A LO LARGO DE CHILE
“La colectividad hispana de Santiago intentó en 1861, seriamente organizar una Compañía de Bomberos, de que carecía de capital y con la que, en cambio, contaban en el puerto de Valparaíso.
Es importante destacar esa iniciativa, anterior en dos años y medio al incendio de la Iglesia de la Compañía y a la fundación del Cuerpo de Bomberos de Santiago de Chile, que fue su consecuencia.
Se creó la entidad bomberil española, legítima precursora de la actual Décima Bomba España, el 21 de marzo de 1861, que redactó sus propios estatutos, hizo varias reuniones y tuvo su personal y oficialidad completos, gracias sl generoso concurso de los españoles residentes, de muchos de sus hijos y nietos”
“Aunque el gobierno en un comienzo pareció favorable a la iniciativa y puso algún material a disposición de la naciente Compañía, cuando ésta pidió se le entregase una verdadera bomba y otros elementos en buenas condiciones, hizo oídos sordos, tal vez porque el Presidente Montt y sus cercanos colaboradores tenían recelo de los bomberos, puesto que entre los dirigentes del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso lucían sus más tenaces opositores.”

“Treinta y un años después, se establecen las bases definitivas para la fundación de nuestra Compañía. Los fundadores eran mayoritariamente Directores del Círculo Español. Todo el Directorio Provisorio tenía tal calidad y también algunos de los firmantes del acta. La mayoría de los Oficiales elegidos en el momento que se instaló la Compañía, tenían tal condición.
El 17 de mayo del mismo año y, en los mismos salones, se reúnen los fundadores para oficializar y solemnizar la decisión, dejando su testimonio escrito, mediante la suscripción de la correspondiente acta. La fecha elegida para tal ceremonia, constituyó un homenaje al natalicio del S.A.R. Alfonso XIII, en su calidad de hijo póstumo de Alfonso XII, se constituyó en heredero de la corona española.”
Desde Antofagasta, en el norte de Chile, hasta Puerto Aysén, en el extremo sur, se fundan las Bombas España en las principales ciudades chilenas, con el aporte decidido de las diversas colectividades hispanas y con el directo concurso de sus hijos, quienes arriesgaban su vida en el cumplimiento de un deber ciertamente heroico. Todas estas compañías de bomberos exhiben proezas en el cumplimiento de su cometido y jalonan su devenir con mártires que se inmolaron por salvar otras vidas. Ellas integran la Confederación que las agrupa bajo un solo propósito:

“En Santiago de Chile, a catorce días del mes de abril del año dos mil dos, se han reunido en el cuartel de la Décima Compañía de Bomberos de Santiago, “BOMBA ESPAÑA”, ubicado en Avenida Manuel Antonio Matta 576, los delegados de las siguientes Compañías Españolas de Chile: Compañía Española de Bomberos Nº7 de Antofagasta, Bomba España de Valparaíso, Bomba España de Santiago, Bomba Chile España de San Bernardo, Bomba Chile España de San Fernando, Bomba España de Talca, Bomba España de Temuco, Bomba España de Valdivia, Bomba España de Puerto Aysen, Bomba Chiloé España de Castro y Bomba España de Coyhaique; con el objeto de fundar la CONFEDERACION DE COMPAÑIAS ESPAÑOLAS DE CHILE que tendrá por finalidad de reunir en un solo Cuerpo la labor de servicio bomberil de todas las Compañías integrantes, al amparo del espíritu hispano.”

Una de estas Bombas España fue la de Santiago de Castro, capital de Chiloé, la Nueva Galicia austral, fundada un 8 de marzo de 1896. Su solemne Acta de Fundación dice:
"En la ciudad de Castro a 1º de marzo de 1896, reunidos los suscritos en el Hotel Central a las 18:30 hrs. para intercambiar ideas sobre la organización de un Cuerpo de Bomberos en esta ciudad, bajo la Presidencia provisoria del Sr. Patricio Díaz Sánchez y como Secretario en el mismo carácter, don Manuel Vargas Vargas; nombrados por unanimidad, se acordó lo siguiente:
PRIMERO: Nombrar una comisión de cinco vecinos de este pueblo, para que éstos recolecten dinero, a fin de que el domingo 8 de marzo a la misma hora y lugar den cuenta de su cometido.
SEGUNDO: La comisión por mayoría de votos quedó compuesta por los señores Juan Christie Dangle, Antonio Gómez Pereira, Belisario Bahamonde Andrade, Patricio Díaz Sánchez y Manuel Vargas Vargas.
TERCERO: Reunirse el domingo 8 del corriente en el mismo lugar a fin de nombrar el Directorio del Cuerpo de Bomberos.
CUARTO: El dinero que se recolecte se destinará especialmente en adquirir útiles para la formación de una Compañía de Hachas y Escalas…".
   
Durante una semana se recorren las casas solicitando la cooperación, se dialoga e informa a las familias, se producen reuniones, las autoridades locales se esfuerzan para incentivar a la comunidad, estableciendo no sólo cajas públicas sino transmitiendo lo importante del hecho…”
En el extremo austral de Chile, en la ciudad de Punta Arenas, surge también la “Bomba España”, para asumir y acometer, además, extraordinarias tareas de salvataje marino en el Estrecho de Magallanes:
Historia de la Compañía
“A raíz de las diversas emergencias ocurridas en el estrecho de Magallanes, principalmente en la bahía de Punta Arenas, el Gobernador marítimo, Contralmirante don Jorge Nieto, presenta la inquietud a las autoridades del Cuerpo de Bomberos de Magallanes para la creación de una Compañía que preste servicios en este tipo de emergencias.
“La moción es acogida por el directorio general, y se decide actuar con bomberos de algunas compañías existentes en conjunto con la gente de mar que desearan prestar sus servicios en forma voluntaria. Así se funda, el 1° de Septiembre de 1925, la Sexta Compañía de Bomberos de Salvataje marítimo y terrestre. Contando con su propio reglamento, considerado hasta inicios del 2003, insertado dentro del reglamento general. Su primera socia y benefactora fue doña Sara Braun, quien, para concretar la formación de esta Compañía dona importantes implementos, incluyendo un bote salvavidas que prestó servicios por muchos años. 
“Dentro de las atribuciones que se le otorgaban al capitán de la Compañía era de citar a sus voluntarios subordinados y montar guardia preventiva en diversos puntos de la ciudad; se encendían los potentes focos y se realizaban señalizaciones a las embarcaciones que le indicaban a las naves el cierre del puerto y el peligro inminente al verse azotada la ciudad por los fuertes temporales, con rachas de viento que muchas veces superan los 100 Km/hr. Es así que la compañía, en 1931, logra rescatar, momentos antes del naufragio, a los tripulantes del remolcador “Antonio Díaz”. Los diarios elogiaron este hecho y recorrió el mundo, llegando a oídos de la “federation nationale de sauvetage de France”, quienes, en homenaje a la compañía y sus hombres, remitieron una placa de distinción que grafica el quehacer bomberil tanto en tierra como en el mar.
De "Bomba Sara Braun" a "Bomba España".
“Ya para la década del 90, las actividades de la compañía habían cambiado, dedicándose solamente a cumplir labores de extinción de incendios, quedando un poco de lado su primera actividad y base de su fundación. Para el 1° de Septiembre de 1996, en un solemne acto donde asistieron diversas autoridades de gobierno y otros, se celebra el cambio de nombre, como “Bomba España”, acogiendo la compañía la inquietud de la mayoría de los Voluntarios e integrantes de la Sociedad Española, entre otros, quienes siempre anhelaban contar con una organización como la nuestra, que llevara el nombre de la madre Patria, tal como existe en varias compañías del norte de país.
“Es así como en medio de este acto solemne, llamadas de incendios y festejos la sexta Compañía pasa a denominarse “Bomba España”. El Vice cónsul Honorario de España, don Rodrigo Fernández Dubrock, entrega a la Compañía su estandarte, insignias y distintivos con el escudo de España diseñado especialmente para esta unidad bomberil.”
    Son innumerables los testimonios y las historias particulares de las Bombas España de Chile. Con ellas podríamos llenar las páginas de un libro voluminoso, que se sigue escribiendo día a día, donde palpitan, como las llamas que los convocan, los espíritus generosos de estos hombres que cada día, al llamado de las sirenas de sus cuarteles, abandonan sus trabajos y tareas de subsistencia, para vestir sus uniformes de voluntarios, coger las mangueras, escalas y hachas, y combatir el fuego arriesgando su propia existencia, sin otra retribución que el reconocimiento moral permanente de una sociedad que les admira y reverencia.
    El apoyo que el viernes 16 de octubre de 2009 entregara a la Confederación de Bombas España de Chile, la Comunidad Autónoma de Madrid, a través de sus autoridades presentes en el acto solemne llevado a cabo en la Plaza de Armas de Santiago del Nuevo Extremo, constituye un trascendental hito en la historia de estas compañías de bomberos unidas bajo los símbolos de España, y una nueva demostración de que el alma de la Hispanidad está viva y alienta en todos los confines.