SÓLO NUEVE PAÍSES CONTEMPLAN LA CIRCUNSCRIPCIóN PROPIA

Los expertos perciben la tendencia de los países a dar representación política a los emigrantes

Sólo nueve países en todo el mundo garantizan actualmente a sus emigrantes representación política, pero los expertos reconocen una “tendencia sostenida” en buena parte de ellos a reservar a este colectivo una cuota determinada de escaños en los parlamentos nacionales.
Los expertos perciben la tendencia de los países a dar representación política a los emigrantes
Un momento del debate entre los partidos.
Un momento del debate entre los partidos.

Sólo nueve países en todo el mundo garantizan actualmente a sus emigrantes representación política, pero los expertos reconocen una “tendencia sostenida” en buena parte de ellos a reservar a este colectivo una cuota determinada de escaños en los parlamentos nacionales. El dato se desprende del primer estudio comparado sobre el voto en el extranjero realizado por el director de estudios electorales del Instituto Federal Electoral (IFE) de México, Carlos Navarro, quien lo expuso la pasada semana en Santiago de Compostela, durante la celebración de un seminario sobre el voto emigrante, organizado por el Consello da Cultura Galega. La afirmación de Navarro cobró actualidad tras la propuesta electoral del PSOE de crear una circunscripción propia para los emigrantes españoles.

Un total de 104 países admiten el ejercicio de los derechos políticos de sus emigrantes mediante la regulación del voto extranjero y de ellos, nueve han dado el paso de garantizarles la representación política a través de una determinada cuota de escaños que sólo pueden ser ocupados por residentes en el exterior. Italia, Francia, Portugal y Croacia, en Europa; Argelia, Cabo Verde y Mozambique, en África; y Ecuador y Colombia, en Latinoamérica, son pioneros en una iniciativa a la que, en un futuro próximo se podría agregar Angola, según apuntó el experto en cuestiones relacionadas con el voto exterior Carlos Navarro, durante su relatorio en el seminario que el viernes de la pasada semana se celebró en la biblioteca del Consello da Cultura Galega –situado en la compostelana Praza do Obradoiro– y en el que también intervino el periodista y politólogo gallego Anxo Lugilde.
Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Autónoma de México, Navarro, responsable de dirigir los proyectos de colaboración internacional que tienen que ver con el tratamiento de temas en perspectiva comparada en lo que se refiere al voto exterior, apuntó que, de los estudios realizados hasta el momento, se desprende la “tendencia sostenida” de buena parte de los países a garantizar la representación política de los residentes en el extranjero.
Sin embargo, y a propósito de la propuesta electoral del PSOE para los comicios del 9-M de crear una circunscripción única para el Congreso y el Senado de los españoles residentes en el exterior, Navarro calificó como “relativamente excepcional” los casos en los que esta medida de lleva a la práctica, a juzgar por los datos expuestos.
El seminario sobre el voto emigrante tuvo lugar en un momento en el que el debate sobre el particular cobra fuerza en España ante la convocatoria electoral del 9 de marzo y la falta de una regulación específica sobre qué residentes en el exterior pueden ejercer el derecho al voto, en qué procesos y con qué garantías.
Al respecto, el experto mexicano aseguró que, además de las modificaciones legales que se deberían introducir para regularizar el voto exterior, existen otras medidas, como pueden ser las de tipo administrativo, que servirían para resolver los problemas que se denuncian en España, derivados de las irregularidades detectadas en los sucesivos procesos electorales.
A modo de ejemplo, y para evitar el fraude a la hora de votar, Navarro propone introducir en el sobre algún elemento acreditativo de la identidad de la persona, que dé autenticidad al voto.
Respecto a la participación de los emigrantes en los procesos electorales de cada país, Navarro reconoció que España es un caso excepcional, ya que permite el sufragio en las generales, autonómicas y municipales.
En este sentido aseguró que “la organización y la logística se empiezan a complicar y se pueden convertir en un verdadero tormento, en la medida en que la posible emisión del sufragio en el extranjero tenga que ver con elecciones que se realizan en múltiples jurisdicciones”.
El experto también se pronunció sobre la posibilidad de que se produzca un voto masivo de los descendientes de emigrantes españoles una vez obtenida la nacionalidad y, al respecto, aseguró que en los comicios del exterior se suele registrar un porcentaje muy bajo, ya que el interés de estos jóvenes en adquirir la nacionalidad obedece más a otras razones, como pueden ser las de tipo profesional, cultural o formativo.
Por su parte, el periodista gallego Anxo Lugilde apuntó que, ante la falta de fiabilidad respecto al voto emigrante, “resulta cada vez más urgente la reforma de los procedimientos de votación” y estudiar “en qué convocatorias deben participar los españoles residentes en el extranjero, de forma que se racionalice el voto” y que se pueda convertir en un “mecanismo de integración de la población exterior”.
Como única solución para asegurar el control de la personalidad del elector en el extranjero reconoce que habría que utilizar los consulados y embajadas, pero, en el caso de España –con un sistema basado en múltiples circunscripciones– esto obligaría en las generales a instalar un gran número de urnas, lo que sería impracticable en muchas de estas oficinas diplomáticas. La solución sería la “urna electrónica”, es decir, “el ordenador dotado de los sistemas de encriptado que aseguran la limpieza del proceso electoral”. “En la pantalla, cada votante elegiría la provincia que le corresponde para emitir su voto”, apunta. Aún así, sostiene que seguiría habiendo el problema de los que viven lejos de los consulados.

Un 34,7% ejerció el derecho al voto en las autonómicas

Un 34,7 por ciento de los gallegos inscritos en el CERA (Censo Español de Residentes Ausentes) ejercieron su derecho al voto en las elecciones autonómicas de 2005, según datos facilitados por el periodista gallego Anxo Lugilde en el seminario sobre el voto exterior, celebrado el pasado viernes en Santiago de Compostela.
Sólo Chile, con el 36,7%; Argentina, con el 47,1%; y Uruguay, con el 49,2% –los tres en el Cono Sur americano– superaron la tasa media de participación. En el resto del mundo, Suiza, con el 34%, se aproximó a la media, mientras que Brasil y Venezuela se quedaron por debajo –27,7% y 25,5%, respectivamente–, “fruto del mal funcionamiento de sus correos”, apuntó el politólogo, quien destacó también la escasa participación registrada en Alemania, que fue del 18,2%.
Lugilde también hizo hincapié en el hecho de que la zona del Río de la Plata –eje de las campañas de los partidos y también de las denunciar por fraude– muestre un comportamiento diferencial respecto a la participación en los comicios gallegos.
Sobre un censo de 305.017 gallegos con derecho a voto en el exterior, en las pasadas elecciones autonómicas se registraron 105.852 sufragios de emigrantes, frente a los 67.863 de 2001 y los 55.657 de 1997. Las cifras descienden considerablemente a medida que se rebaja la fecha de la convocatoria, llegando a registrarse poco más de once mil votos en las autonómicas de 1985.

Los partidos disienten en las formas

El seminario sobre el voto emigrante suscitó un debate entre los representantes de los partidos gallegos asistentes al acto.
Por el PSdeG-PSOE, Marisol Soneira calificó de “infame” el sistema de votación –“Somos tan generosos que pecamos de pardillos”, dijo– y añadió que el problema está en el “método”. En este sentido, aseguró que hay cosas que se pueden solucionar a medio plazo, como el voto en urna, y matizó que los nietos quieren la nacionalidad porque les abre las puertas a un mercado de trabajo que abarca a toda Europa. “Los que quieren mantener los votos en las municipales son los de origen”, dijo.
La diputada, que defendió la circunscripción única, se posicionó en contra de que se delimite el voto a los emigrantes, como pide el BNG, porque “en el momento en que se decida que no votan no van a contar”, añadió.
El representante del BNG, Carlos Aymerich, se mostró sorprendido ante las declaraciones de Soneira de calificar de “infame” el sistema de voto y le reprochó que su partido no hiciera nada en todo este tiempo para modificar esa situación.
Aprovechó para recordar las propuestas de su grupo sobre el voto de los emigrantes –que participen los de la primera generación, y los de la segunda y siguientes, cuando hayan residido en Galicia–, y recordó que siguen esperando por las propuestas del PSdeG y PP.
Adelantó que el BNG no va a hacer campaña en el exterior para el 9-M, dijo que su partido defiende limitar el voto de los descendientes en las municipales –no así en las generales–, pero dejó abierta la puerta al debate en el caso de las autonómicas.
Castelao Bragaña (PP) propuso escuchar a los emigrantes porque son ellos los principales interesados en decidir sobre el voto exterior. Al tiempo, pidió que este debate se lleve a cabo con más profundidad en el seno de los partidos para “definir lo que realmente queremos”, porque el Estatuto del Exterior habla del voto en urna y eso no se da, y “ahora aparece lo de la circunscripción”. Sobre esto, se preguntó: “¿La sociedad española está preparada para crear circunscripciones donde se elija a diputados por la emigración?”. Y puso el ejemplo de las declaraciones despreciativas de un candidato a alcalde contra los emigrantes en las últimas autonómicas.