El presidente firmó en el libro de condolencias del Arzobispado de Valladolid

Mañueco, ausente de la celebración del Día de Castilla y León en Villalar por el luto oficial tras la muerte del papa Francisco

La celebración del Día de Castilla y León en la localidad de Villalar contó con numerosas personas, pero también con la destacada ausencia del presidente de la Comunidad, Alfonso Fernández Mañueco, y su gobierno que no acudieron por el luto oficial decretado con motivo de la muerte del papa Francisco.

Mañueco, ausente de la celebración del Día de Castilla y León en Villalar por el luto oficial tras la muerte del papa Francisco
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Fernández Mañueco, firmando en el libro de condolencias habilitado en el Arzobispado de Valladolid.

Mañueco tenía previsto participar en Villalar en un acto de homenaje al fallecido Félix Pérez, fundador del grupo Candeal y defensor de la música folk castellana y leonesa.

En todo caso, el presidente del Gobierno felicitó a los castellanos y leoneses a través de las redes sociales y recordó que Castilla y León es “una tierra de historia, talento y compromiso, que mira al futuro con esperanza. Sigamos construyendo juntos una Comunidad fuerte, solidaria y llena de oportunidades”.

El día anterior, el presidente Mañueco había firmado en el libro de condolencias que se ha habilitado en el Arzobispado de Valladolid, con motivo del fallecimiento del papa Francisco.

En su mensaje, el presidente de la Junta, “representando el sentir mayoritario de las personas de Castilla y León”, ha trasladado su emoción y tristeza por el fallecimiento del Papa: “Los que asumimos el cristianismo como nuestra fe y actitud, y que recibimos libremente de nuestros padres y entregamos a nuestros hijos, hoy sentimos un dolor irreparable por la pérdida de una de las personalidades más relevantes del mundo en el que vivimos. En nombre de todos, transmito nuestras condolencias y solidaridad a los miembros de la Iglesia en nuestra Comunidad, al presidente de la Conferencia Episcopal y al nuncio apostólico en España. Sin duda y con gozo, Dios ha recibido en sus brazos a Su Santidad. D.E.P.”.