Reconoció que la mujer trabajó para ‘Unións Agrarias’ pese a haber sido contratada en ‘Viticultores do Castro’
Félix Porto niega haber contratado a Blanco como agente electoral y dice que todo obedece a una “venganza”
El actual alcalde de Muxía, Félix Porto, dijo que son “mentira” las declaraciones de María Isabel Blanco en las que afirmó haber sido contratada por él para actuar como agente electoral en Argentina, y aseguró que nunca le dio “una orden en este sentido”.

El actual alcalde de Muxía, Félix Porto, dijo que son “mentira” las declaraciones de María Isabel Blanco en las que afirmó haber sido contratada por él para actuar como agente electoral en Argentina, y aseguró que nunca le dio “una orden en este sentido”, ni le proporcionó dinero por ese concepto, al tiempo que negó que haya hecho gestión alguna con el secretario xeral de Emigración, Manuel Luis Rodríguez, para concederle el billete de avión a Buenos Aires. “¿Nadie pidió el billete a la Secretaría Xeral?”, preguntó el portavoz del PP, Antonio Rodríguez Miranda, después de que Soneira declarara que se limitó a “rebotarle” a Blanco un billete que, a su vez, le había “rebotado” a ella el departamento de Emigración de la Xunta.
Porto, que compareció el jueves en la comisión de investigación en calidad de representante del sindicato ‘Unións Agrarias’ y como alcalde de Muxía, repitió los argumentos esgrimidos por su partido, el PSdeG, para justificar un conflicto que consideran “una venganza” de Blanco hacia Porto y “un montaje del PP” para diluir el impacto que produjo la entrega de un cheque de la Diputación de Pontevedra al Centro Gallego de México por parte del líder del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, durante el viaje que realizó al país andino a principios de este año.
El argumento de los socialistas de que la mujer visitó Argentina por razones humanitarias para visitar a un familiar enfermo fue desmantelado tras confirmar la principal implicada en este asunto que su hermana, que está convaleciente, se hallaba en Galicia en el momento de su partida, gracias a un viaje pagado por la Secretaría Xeral de Emigración.
Entonces, ¿a qué fue María Isabel Blanco a Argentina entre el dos de abril y el 23 de mayo de 2007, coincidiendo con el periodo de precampaña y campaña electoral para las municipales? ¿Por qué se le dio un permiso de casi dos meses para viajar al país austral mientras estaba trabajando para ‘Unións Agrarias’? El portavoz del PPdeG aseguró tenerlo claro, mientras el del BNG, Carlos Aymerich, expresó en voz alta que se va aclarando cada vez más.
Sin embargo, “la verdad única” de la relación que el alcalde mantuvo con Blanco, según él mismo relató, fue su intento de “echarle una mano” en su situación personal, pero “nunca le dije que trabajara como agente electoral”, aseguró, además, “¿cómo se puede obligar a una persona a hacer una cosa así?”, preguntó, en alusión a las declaraciones de la presunta agente electoral el día anterior.
El regidor de Muxía desveló que conoce a María Isabel Blanco desde hace tiempo y reconoció que le había ayudado para conseguir un puesto de trabajo en ‘Unións Agrarias’ como administrativa, pero “hay personas que tienen la idea de perpetuarse en el puesto” y ella demostró “una pretensión clara de seguir en la organización”, dijo. Por eso, quince días antes de que finalizase su contrato, Blanco se dirigió a Porto para preguntarle por su futuro laboral, según contó él en la comisión, y “le dije que no tenía capacidad para hacer más y que ella ya sabía que el contrato era por un año”. “Este se va a acordar de mí”, dice que fue la reacción de Blanco ante sus compañeros en la oficina.
Así mismo, reconoció que estuvo en Argentina haciendo campaña electoral entre sus paisanos para las municipales de 2007 -pero “el viaje me lo pagué yo”, como en otras ocasiones, puntualizó-, y también dijo haber coincidido con Blanco en algunos de los actos electorales que se organizaron en el país austral.
Contratación de Blanco
Además de como alcalde de Muxía y por ser señalada como la persona que instó a Blanco a actuar como agente electoral en Argentina, Félix Porto también compareció en la comisión como representante de ‘Unións Agrarias’, por lo que le tocó aclarar todo el entramado sobre la contratación laboral de la mujer, con fondos de la Consellería de Traballo. El regidor utilizó parte de su tiempo en justificar por qué fue él y no otro representante del sindicato el seleccionado para comparecer ante la comisión y, en ese sentido, aclaró que en la actualidad ostenta “la mayor capacidad de decisión con respecto a este asunto”, ya que, como secretario xeral comarcal “es responsable de los trabajadores”.
En su comparecencia, Porto trató de explicar por qué María Isabel Blanco acabó trabajando para ‘Unións Agrarias’ en Vimianzo, localidad en la que reside, cuando, en realidad, fue contratada para ejercer su actividad en la asociación ‘Viticultores do Castro’ –que tiene su domicilio social en la sede del sindicato en Ourense–, pero sus argumentos no convencieron a los representantes de los otros dos grupos.
Así, en la comisión, puso de manifiesto que ‘Viticultores do Castro’ solicitó a la Consellería de Traballo la contratación de tres personas: un ingeniero agrícola, un abogado y un economista, para desarrollar un programa concreto en la Ribeira Sacra, pero que, posteriormente, se incluyó un anexo en el que se sustituye al economista por un administrativo de FP2 . En su resolución, la Consellería concedió sólo uno de los tres puestos solicitados, el de administrativo, que será ocupado por María Isabel Blanco.
Al respecto, Porto puso de manifiesto que, si bien es cierto que la solicitud de empleo que se eleva a la Consellería se realiza desde ‘Viticultores do Castro’, ‘Unións Agrarias’ acabó llegando a un acuerdo con sus representantes para prestarle un servicio, aportando sus técnicos y también a un administrativo, ya que “la resolución de Traballo a esta solicitud hacía inviable que se pudiera desarrollar la actividad acordada” en la Riveira Sacra
Porto reconoció que entre los diez curriculums que le presentaron para ocupar el puesto de administrativo en ‘Unións Agrarias’ figuraba el de Blanco, quien ya había trabajado para el sindicato con anterioridad y que, atendiendo a la petición de Soneira para que se le ayudara, “pedí que se contratase a esa persona”. Pero el proceso “se hizo con transparencia”, puntualizó.
Sin embargo, el portavoz nacionalista dijo no entender por qué si ‘Viticultores do Castro’ hizo una solicitud para obtener una subvención de la Consellería de Traballo con un objetivo determinado y para trabajar en un lugar determinado, el puesto de trabajo lo acaba desempeñando la supuesta agente electoral en ‘Unións Agrarias’ de Vimianzo. Aunque el objeto de la subvención no se cumplió, “¿Traballo lo dio por bien justificado?”, preguntó Aymerich, a lo que Porto respondió: “Se devolvió una parte de la subvención concedida, porque esa persona tenía que cobrar lo que estipulamos desde dentro de la asociación”.
Por su parte, el portavoz del PP le inquirió al alcalde a este respecto: “¿Se trató de una cesión ilegal de trabajadores?”. Miranda lamentó que esa clase de prácticas puedan tener lugar en el seno de una organización sindical que, como otras, se caracteriza por exigir legalidad a los empresarios.
Porto, que compareció el jueves en la comisión de investigación en calidad de representante del sindicato ‘Unións Agrarias’ y como alcalde de Muxía, repitió los argumentos esgrimidos por su partido, el PSdeG, para justificar un conflicto que consideran “una venganza” de Blanco hacia Porto y “un montaje del PP” para diluir el impacto que produjo la entrega de un cheque de la Diputación de Pontevedra al Centro Gallego de México por parte del líder del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, durante el viaje que realizó al país andino a principios de este año.
El argumento de los socialistas de que la mujer visitó Argentina por razones humanitarias para visitar a un familiar enfermo fue desmantelado tras confirmar la principal implicada en este asunto que su hermana, que está convaleciente, se hallaba en Galicia en el momento de su partida, gracias a un viaje pagado por la Secretaría Xeral de Emigración.
Entonces, ¿a qué fue María Isabel Blanco a Argentina entre el dos de abril y el 23 de mayo de 2007, coincidiendo con el periodo de precampaña y campaña electoral para las municipales? ¿Por qué se le dio un permiso de casi dos meses para viajar al país austral mientras estaba trabajando para ‘Unións Agrarias’? El portavoz del PPdeG aseguró tenerlo claro, mientras el del BNG, Carlos Aymerich, expresó en voz alta que se va aclarando cada vez más.
Sin embargo, “la verdad única” de la relación que el alcalde mantuvo con Blanco, según él mismo relató, fue su intento de “echarle una mano” en su situación personal, pero “nunca le dije que trabajara como agente electoral”, aseguró, además, “¿cómo se puede obligar a una persona a hacer una cosa así?”, preguntó, en alusión a las declaraciones de la presunta agente electoral el día anterior.
El regidor de Muxía desveló que conoce a María Isabel Blanco desde hace tiempo y reconoció que le había ayudado para conseguir un puesto de trabajo en ‘Unións Agrarias’ como administrativa, pero “hay personas que tienen la idea de perpetuarse en el puesto” y ella demostró “una pretensión clara de seguir en la organización”, dijo. Por eso, quince días antes de que finalizase su contrato, Blanco se dirigió a Porto para preguntarle por su futuro laboral, según contó él en la comisión, y “le dije que no tenía capacidad para hacer más y que ella ya sabía que el contrato era por un año”. “Este se va a acordar de mí”, dice que fue la reacción de Blanco ante sus compañeros en la oficina.
Así mismo, reconoció que estuvo en Argentina haciendo campaña electoral entre sus paisanos para las municipales de 2007 -pero “el viaje me lo pagué yo”, como en otras ocasiones, puntualizó-, y también dijo haber coincidido con Blanco en algunos de los actos electorales que se organizaron en el país austral.
Contratación de Blanco
Además de como alcalde de Muxía y por ser señalada como la persona que instó a Blanco a actuar como agente electoral en Argentina, Félix Porto también compareció en la comisión como representante de ‘Unións Agrarias’, por lo que le tocó aclarar todo el entramado sobre la contratación laboral de la mujer, con fondos de la Consellería de Traballo. El regidor utilizó parte de su tiempo en justificar por qué fue él y no otro representante del sindicato el seleccionado para comparecer ante la comisión y, en ese sentido, aclaró que en la actualidad ostenta “la mayor capacidad de decisión con respecto a este asunto”, ya que, como secretario xeral comarcal “es responsable de los trabajadores”.
En su comparecencia, Porto trató de explicar por qué María Isabel Blanco acabó trabajando para ‘Unións Agrarias’ en Vimianzo, localidad en la que reside, cuando, en realidad, fue contratada para ejercer su actividad en la asociación ‘Viticultores do Castro’ –que tiene su domicilio social en la sede del sindicato en Ourense–, pero sus argumentos no convencieron a los representantes de los otros dos grupos.
Así, en la comisión, puso de manifiesto que ‘Viticultores do Castro’ solicitó a la Consellería de Traballo la contratación de tres personas: un ingeniero agrícola, un abogado y un economista, para desarrollar un programa concreto en la Ribeira Sacra, pero que, posteriormente, se incluyó un anexo en el que se sustituye al economista por un administrativo de FP2 . En su resolución, la Consellería concedió sólo uno de los tres puestos solicitados, el de administrativo, que será ocupado por María Isabel Blanco.
Al respecto, Porto puso de manifiesto que, si bien es cierto que la solicitud de empleo que se eleva a la Consellería se realiza desde ‘Viticultores do Castro’, ‘Unións Agrarias’ acabó llegando a un acuerdo con sus representantes para prestarle un servicio, aportando sus técnicos y también a un administrativo, ya que “la resolución de Traballo a esta solicitud hacía inviable que se pudiera desarrollar la actividad acordada” en la Riveira Sacra
Porto reconoció que entre los diez curriculums que le presentaron para ocupar el puesto de administrativo en ‘Unións Agrarias’ figuraba el de Blanco, quien ya había trabajado para el sindicato con anterioridad y que, atendiendo a la petición de Soneira para que se le ayudara, “pedí que se contratase a esa persona”. Pero el proceso “se hizo con transparencia”, puntualizó.
Sin embargo, el portavoz nacionalista dijo no entender por qué si ‘Viticultores do Castro’ hizo una solicitud para obtener una subvención de la Consellería de Traballo con un objetivo determinado y para trabajar en un lugar determinado, el puesto de trabajo lo acaba desempeñando la supuesta agente electoral en ‘Unións Agrarias’ de Vimianzo. Aunque el objeto de la subvención no se cumplió, “¿Traballo lo dio por bien justificado?”, preguntó Aymerich, a lo que Porto respondió: “Se devolvió una parte de la subvención concedida, porque esa persona tenía que cobrar lo que estipulamos desde dentro de la asociación”.
Por su parte, el portavoz del PP le inquirió al alcalde a este respecto: “¿Se trató de una cesión ilegal de trabajadores?”. Miranda lamentó que esa clase de prácticas puedan tener lugar en el seno de una organización sindical que, como otras, se caracteriza por exigir legalidad a los empresarios.