EMIGRACIóN DESTACA LA CONTRIBUCIóN DE SUS PROGRAMAS
El mercado laboral de Galicia incorporó más de 7.000 inmigrantes en 2007
Más de 7.000 inmigrantes se incorporaron durante 2007 al mercado laboral de Galicia, en el que hay más de 40.000 trabajadores extranjeros, la mayoría de ellos en la provincia de Pontevedra, según datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y de la Consellería de Traballo de la Xunta.
La puesta en marcha de programas de formación laboral específicos para este colectivo de trabajadores ha contribuido, según explicaron desde la Secretaría Xeral de Emigración, a la incorporación de estas personas al mercado de trabajo de Galicia.
Así, una de las instituciones que más se destaca por el desarrollo de estos programas formativos es la Fundación Galicia Emigración, que ha convocado diferentes cursos formativos (para cajeros, para atención a personas mayores, ayudantes de carnicería y mantenimiento de equipos informáticos) de los que se beneficiaron 77 trabajadores extranjeros en 2007. Además, el programa de inserción ‘Insermigra’ benefició a 100 personas, 16 de ellas emigrantes retornados.
Según los datos del Ministerio, actualizados en octubre del año pasado, con las nuevas afiliaciones, el sector donde se concentra en mayor medida esta población activa es en la construcción, seguida de la hostelería, industrias y manufacturas y, en menor medida, en otros empleos, como el servicio doméstico, la comercialización de productos, y demás actividades.
Así, el total de extranjeros que figuraban como afiliados a la Seguridad Social en Galicia al término del mes de octubre es de 40.913 y a estas cifras se suma el índice de extranjeros con certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor, colectivo en el que se enmarca a los emigrantes retornados, y que aumentó en 13.743 personas en el último año (con datos cerrados a finales de septiembre).
De este modo, según explicaron fuentes de la Consellería de Traballo, la Xunta da por “cumplidas” las expectativas en cuanto al objetivo de trabajadores extranjeros afiliados a la Seguridad Social, y que se marcó en el 70 por ciento para 2009 (el 2007 se cerró con más del 50 por ciento), y también en cuanto al incremento de población con el retorno de emigrantes, que se estimó en 16.000 personas al final del año pasado.
Según los datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, del total de trabajadores extranjeros afiliados en Galicia casi el 75 por ciento se concentra en las provincias de A Coruña y Pontevedra. Además, según datos de septiembre, hay un censo de extranjeros con certificado de registro o tarjeta de residencia (emigrantes retornados) de casi 72.000 personas (13.743 más que el año anterior), el 72 por ciento en A Coruña y Pontevedra.
En el documento de la mesa de Diálogo Social figura como objetivo hasta el año 2009 lograr un incremento de población de 82.500 personas (entre retornados y otros inmigrantes) y en el año 2007, se fijó como objetivo la vuelta de 16.000 gallegos, de modo que se considera lograda esa meta, ya que a tres meses de acabar el año quedaban menos de 3.000 personas para alcanzar esa cifra.
Así, se plantearon varias medidas para favorecer el retorno y la integración de emigrantes y sus descendientes, teniendo en cuenta que hay casi 800.000 gallegos fuera de Galicia.
Además, dentro de esos objetivos también se planteó la necesidad de que, al final del período, al menos 60.000 emigrantes retornados e inmigrantes “tengan una ocupación”, lo que equivaldría al 70 por ciento de la población extranjera.
En ese sentido, la Consellería de Traballo explicó que, con los datos de octubre de 2007, el porcentaje de extranjeros afiliados a la Seguridad Social ya supera el 50 por ciento, con lo que “es previsible” que se llegue a 2009 con el objetivo cumplido, tal como se planteó en el marco del Diálogo Social.
Los sindicatos alertan de que una gran parte de la población extranjera, los ‘sin papeles’, queda “fuera” de los programas de inserción socio-laboral y otras ayudas, mientras que colectivos como los estudiantes de otros países también se encuentran con numerosos problemas para acceder al mercado laboral.
Así, la coordinadora de la oficina de Migración de la CIG, Laura Bugallo, recordó que el principal problema al que se enfrentan los trabajadores extranjeros “sigue siendo la consecución de los papeles que les permitan regularizar su situación”.
En ese sentido, explicó que la población inmigrante que queda “fuera de las cifras oficiales”, padece muy frecuentemente situaciones de “explotación, abuso indiscriminado e incluso esclavitud”, en sectores como la hostelería, construcción y servicio doméstico.
Tanto la representante de la CIG como la responsable del Centro de Información a Trabajadores Extranjeros (CITE) de CC OO en Vigo, Marta Albaladejo, coinciden en señalar que el perfil del inmigrante que llega a Galicia en los últimos años ha cambiado.
Albaladejo explicó que los inmigrantes han pasado de ser mayoritariamente hombres jóvenes africanos, que se dedicaban a la venta ambulante una vez instalados en las ciudades, a ser trabajadores latinoamericanos, muchos de ellos mujeres, que se asientan en Galicia como consecuencia de los fenómenos de reagrupamiento familiar.
El perfil del inmigrante en la actualidad es el de un ciudadano latinoamericano, de edad media comprendida entre los 30 y los 35 años, “cualificado académica y profesionalmente” y, en la mayoría de los casos, “con experiencia laboral”.
La puesta en marcha de programas de formación laboral específicos para este colectivo de trabajadores ha contribuido, según explicaron desde la Secretaría Xeral de Emigración, a la incorporación de estas personas al mercado de trabajo de Galicia.
Así, una de las instituciones que más se destaca por el desarrollo de estos programas formativos es la Fundación Galicia Emigración, que ha convocado diferentes cursos formativos (para cajeros, para atención a personas mayores, ayudantes de carnicería y mantenimiento de equipos informáticos) de los que se beneficiaron 77 trabajadores extranjeros en 2007. Además, el programa de inserción ‘Insermigra’ benefició a 100 personas, 16 de ellas emigrantes retornados.
Según los datos del Ministerio, actualizados en octubre del año pasado, con las nuevas afiliaciones, el sector donde se concentra en mayor medida esta población activa es en la construcción, seguida de la hostelería, industrias y manufacturas y, en menor medida, en otros empleos, como el servicio doméstico, la comercialización de productos, y demás actividades.
Así, el total de extranjeros que figuraban como afiliados a la Seguridad Social en Galicia al término del mes de octubre es de 40.913 y a estas cifras se suma el índice de extranjeros con certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor, colectivo en el que se enmarca a los emigrantes retornados, y que aumentó en 13.743 personas en el último año (con datos cerrados a finales de septiembre).
De este modo, según explicaron fuentes de la Consellería de Traballo, la Xunta da por “cumplidas” las expectativas en cuanto al objetivo de trabajadores extranjeros afiliados a la Seguridad Social, y que se marcó en el 70 por ciento para 2009 (el 2007 se cerró con más del 50 por ciento), y también en cuanto al incremento de población con el retorno de emigrantes, que se estimó en 16.000 personas al final del año pasado.
Según los datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, del total de trabajadores extranjeros afiliados en Galicia casi el 75 por ciento se concentra en las provincias de A Coruña y Pontevedra. Además, según datos de septiembre, hay un censo de extranjeros con certificado de registro o tarjeta de residencia (emigrantes retornados) de casi 72.000 personas (13.743 más que el año anterior), el 72 por ciento en A Coruña y Pontevedra.
En el documento de la mesa de Diálogo Social figura como objetivo hasta el año 2009 lograr un incremento de población de 82.500 personas (entre retornados y otros inmigrantes) y en el año 2007, se fijó como objetivo la vuelta de 16.000 gallegos, de modo que se considera lograda esa meta, ya que a tres meses de acabar el año quedaban menos de 3.000 personas para alcanzar esa cifra.
Así, se plantearon varias medidas para favorecer el retorno y la integración de emigrantes y sus descendientes, teniendo en cuenta que hay casi 800.000 gallegos fuera de Galicia.
Además, dentro de esos objetivos también se planteó la necesidad de que, al final del período, al menos 60.000 emigrantes retornados e inmigrantes “tengan una ocupación”, lo que equivaldría al 70 por ciento de la población extranjera.
En ese sentido, la Consellería de Traballo explicó que, con los datos de octubre de 2007, el porcentaje de extranjeros afiliados a la Seguridad Social ya supera el 50 por ciento, con lo que “es previsible” que se llegue a 2009 con el objetivo cumplido, tal como se planteó en el marco del Diálogo Social.
Los sindicatos alertan de que una gran parte de la población extranjera, los ‘sin papeles’, queda “fuera” de los programas de inserción socio-laboral y otras ayudas, mientras que colectivos como los estudiantes de otros países también se encuentran con numerosos problemas para acceder al mercado laboral.
Así, la coordinadora de la oficina de Migración de la CIG, Laura Bugallo, recordó que el principal problema al que se enfrentan los trabajadores extranjeros “sigue siendo la consecución de los papeles que les permitan regularizar su situación”.
En ese sentido, explicó que la población inmigrante que queda “fuera de las cifras oficiales”, padece muy frecuentemente situaciones de “explotación, abuso indiscriminado e incluso esclavitud”, en sectores como la hostelería, construcción y servicio doméstico.
Tanto la representante de la CIG como la responsable del Centro de Información a Trabajadores Extranjeros (CITE) de CC OO en Vigo, Marta Albaladejo, coinciden en señalar que el perfil del inmigrante que llega a Galicia en los últimos años ha cambiado.
Albaladejo explicó que los inmigrantes han pasado de ser mayoritariamente hombres jóvenes africanos, que se dedicaban a la venta ambulante una vez instalados en las ciudades, a ser trabajadores latinoamericanos, muchos de ellos mujeres, que se asientan en Galicia como consecuencia de los fenómenos de reagrupamiento familiar.
El perfil del inmigrante en la actualidad es el de un ciudadano latinoamericano, de edad media comprendida entre los 30 y los 35 años, “cualificado académica y profesionalmente” y, en la mayoría de los casos, “con experiencia laboral”.