Cuxhaven volvió a acoger la celebración

Con mucho público pero menos participación de las asociaciones que en años anteriores, tuvo lugar en Cuxhaven, el pasado día 18, el tradicional Día de Galicia en Alemania, organizado por la Coordinadora Federal de Centros Gallegos en la RFA. Para asistir a este encuentro anual de los emigrantes gallegos llegó desde Galicia el subdirector xeral de Coordinación, Contratación e Xestión Orzamentaria, José Antonio Villamayor. También asistió el presidente del Centro Gallego de Salamanca, José Ignacio Paz Bouza; el primer alcalde de Cuxhaven, Albrecht Harten; y el teniente de alcalde Bernd Leutgebrüne.
El presidente del Centro Cultural Gallego de Cuxhaven, Albino Abal, fue el único que este año estuvo dispuesto a tomar la responsabilidad de organizar el evento. En abril del pasado año había tenido lugar, también en Cuxhaven, el último ‘Día de Galicia’ celebrado en Alemania.
Normalmente, la Coordinadora organizaba este encuentro de forma rotativa, cada año en una asociación diferente, algo que este año no fue posible porque ningún centro estuvo dispuesto a acoger la fiesta. El relevo generacional, la fluctuación de los nuevos presidentes y presidentas en las asociaciones, que no parecen estar dispuestos a asumir responsabilidades por un periodo largo de tiempo, pero también la situación económica de las propias asociaciones, impidieron que la participación fuera mayor.
El aún presidente de la Coordinadora, Ramiro Vieito, que ya el año pasado había anunciado su retorno definitivo a España, pero que aún no se marchó del todo, saludó al público y presentó al enviado de la Xunta de Galicia, José Antonio Villamayor, quien transmitió a los asistentes al encuentro los saludos del presidente Touriño y del secretario xeral de Emigración, Manuel Luis Rodríguez, que no pudo asistir como otras veces a la festividad por encontrarse de viaje por Latinoamérica, pero que esa misma mañana había llamado para expresar a todos, con su recuerdo y buenos deseos, el mensaje de apoyo de la Secretaría Xeral de Emigración.
El primer alcalde de Cuxhaven, Albrecht Harten, saludó también a los asistentes, resaltando las buenas relaciones de la ciudad con el colectivo de gallegos aquí residentes, y agradeciéndoles su contribución al desarrollo económico de la misma.
El coordinador federal, Ramiro Vieito, hizo entrega de un obsequio a los presidentes de los centros participantes y una jarra de cerveza típica alemana al representante de la Xunta, José Antonio Villamayor, y al presidente del Centro Gallego de Salamanca, Paz Bouza, agradeciéndoles su participación.
La conferencia de Paz Bouza
Para hablar de la historia de la emigración gallega, de su situación actual y de su futuro, los organizadores habían invitado a José Ignacio Paz Bouza, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca hasta el pasado mes de abril, miembro de la Real Academia de Medicina de esa ciudad, investigador y autor de numerosas publicaciones científicas. Pero a Cuxhaven no llegó como médico ilustre, sino como presidente del Centro Gallego salmantino, del que es responsable desde hace 27 años.
A pesar del ruido de fondo de una parte del público, que tenía esa tarde otros intereses que escuchar conferencias, Paz Bouza habló sobre el éxodo del pueblo gallego, partiendo de los siglos XVII y XVIII, en los que ya contingentes importantes de gallegos emigraron a ultramar, para centrar luego la atención en las migraciones de los siglos XIX y XX y en la historia de las asociaciones.
Sobre la situación actual de los centros gallegos en el mundo, dijo que se encuentran en un momento de transición. No sólo envejecen las sociedades, sino también las estructuras. Pero los problemas no son homogéneos y los que se tienen en América son diferentes de los que surgen en Europa o en España.
Paz Bouza recordó con tristeza como muchos paisanos de la segunda y la tercera generación, al otro lado del Atlántico, carecen de medios, “pasaron de ser nuestros parientes ricos a ser nuestros parientes pobres”, y “es nuestra obligación ayudarles”, afirmó. En esos países, algunas sociedades ya han desaparecido, el mantenimiento de otras cuesta muchísimo y, en ese sentido, recordó que “Galicia está enviando mucho dinero para ayudarles”.
“La situación que se vive en Europa es diferente”, dijo, aquí los problemas serían otros. “Vosotros tenéis el problema del cambio generacional, en España es lo mismo”, pero en su opinión en España sería más complicado. Él cree que los gallegos residentes en otras Comunidades Autónomas están en situación de inferioridad frente a los que viven fuera de España, porque no pueden participar en la vida social de Galicia, no pueden votar y, así ocurre que “la cercanía puede ser, a veces, un inconveniente”, comentó.
En cuanto al cambio generacional en las asociaciones, el veterano presidente del Centro Gallego de Salamanca dijo, refiriéndose a comentarios según los cuales los mayores no ofrecerían en ellas espacios para la juventud. “Se dice que no damos cobijo a la juventud, qué más quisiéramos nosotros”, pero reconoció, “es verdad que existen también esos casos”, aunque lo cierto sería que la juventud no se compromete porque tiene, en su opinión, otros ideales y otras preocupaciones, incluso problemas de identidad “porque no vivieron de forma directa la vida en Galicia”, el día a día, que no tiene nada que ver “con una estancia de vacaciones en casa de sus abuelos o de sus tíos”, dijo, y por eso “no sienten esa necesidad de asociarse que sentíamos nosotros”.
Paz Bouza habló también sobre la situación de duda sobre el retorno que viven las generaciones actuales y muchos de los que se plantean retornar se encuentran en una situación que “no saben exactamente qué camino seguir”. Uno de los problemas con que tropiezan, según dijo, es que aunque se reconocen los títulos académicos dentro del espacio europeo, no ocurre así con los títulos profesionales, algo que tendría que cambiar.
Luego expresó su inquietud por “la situación política complicada” que cree que se está viviendo actualmente y que fomenta inseguridad, lo que ocurre, por ejemplo, con la nueva ‘Ley de Galeguidade’ que “no sabemos siquiera si vamos a estar todos representados”, dijo, refiriéndose al Consello da Galicia Exterior.
Finalmente hizo un llamamiento a los jóvenes para que se animasen a tomar el relevo, asegurándoles que en las asociaciones no sólo tienen cabida, sino que se les necesita, porque “la juventud en nuestros centros es como nuestros hijos en nuestras casas”, dijo.
Durante el resto de la tarde actuaron los grupos de danza de los centros gallegos de Hamburgo y Cuxhaven, los grupos del Centro Cultural y Deportivo ‘Galicia Emigrante de Güttersloh’ y el del Centro Gallego de Hannover, que presentó un programa especial para niños, una novedad que gustó mucho a los pequeños. Pero la gran atracción fue la actuación del dúo ‘Bellón Maceiras’, dos gallegos, magos de la gaita y el acordeón, que están llevando el nombre de Galicia por muchas ciudades del mundo, y la de la orquesta ‘Nuevo Horizonte de Bélgica’, que puso punto final al evento.