“Ospaña nació para dar cobertura sanitaria a los mayores emigrantes”

El presidente del Gobierno autónomo de Galicia, Emilio Pérez Touriño, la inauguró formalmente el pasado mes de octubre de 2007, pero entró efectivamente en funcionamiento en enero de este año, cuando el último trámite de la Superintendencia de Salud de la Nación les permitió incorporar no sólo afiliados activos y monotributistas sino también jubilados. Ospaña es la primera obra social, no sindical, y posiblemente sea la única (con sus características) que vaya a existir en el país.
Para su creación fue necesario modificar el régimen legal vigente en Argentina, tarea que llevó adelante el ex Ministro de Salud de la República Argentina, Ginés González García, con el aval expreso del entonces presidente, Néstor Kirchner cuando las relaciones ente ambos gobiernos eran inmejorables. A 8 meses de su puesta en marcha, Ospaña cuenta con unos 3.000 afiliados, de los cuales en torno a 2.000 son emigrantes españoles residente en Argentina, mayores de 65 años, según apuntó su presidente, José Luis Seoane.
“No es normal que una obra social se preocupe por captar socios mayores”, reconoció el dirigente, pero el fin que le dio vida a este emprendimiento fue precisamente crear una herramienta eficaz para la prestación de atención médico-farmacéutica al colectivo español radicado en el país, precisó el titular de la obra social y directivo de la Fundación Galicia Saúde, en Argentina, durante el encuentro que mantuvo con esta publicación.
Pregunta. ¿Con qué objetivo nace Ospaña?
Respuesta. Nace para darle un servicio de salud a la colectividad española y, el emigrante, en su mayoría, es gente mayor. Es muy difícil dar servicio a las personas mayores porque en general el nivel de consumo es mayor a su cuota, pero para eso nacimos. Sería absurdo e iría contra nuestra propia misión decirle no a los jubilados.
De todos modos nosotros estamos tratando de instrumentar políticas que también nos permitan captar a la gente joven, ya que, de otro modo, quedaríamos dependientes de las ayudas de los gobiernos de España y de Galicia.
P. ¿Están recibiendo algún tipo de aporte económico, o de otra índole, por parte de los gobiernos de España y de Galicia?
R. El Gobierno de España ha hecho aportes y los sigue haciendo, en función de planes de prevención y de préstamo para que esto se pudiera armar.
En concreto, a través de Fundación España, le hizo un préstamo de 500.000 pesos para la preparación de las oficinas de Ospaña. Luego de un período de 6 meses de gracia, hemos comenzado a devolver el dinero prestado en cuotas sin interés.
La que está recibiendo ayudas económicas es la Fundación Galicia Saúde y nosotros tenemos un convenio con la Fundación Galicia Saúde, por el cual nosotros nos hacemos cargo de vender planes de salud y garantizar, de alguna manera, la salud.
La Obra Social retiene para cuestiones administrativas (sueldos y gastos de funcionamiento, etc.) el 10% de lo que genera, por lo que no tiene ningún tipo déficit. El déficit se genera, por ahora, en la prestación de salud y por eso los recursos se están destinando a la Fundación.
Las ayudas son muy bienvenidas y, hoy por hoy, son necesarias, pero aspiramos a que pronto no sean necesarias para la caja mensual. Si España quisiera seguir colaborando con nosotros y adquirir equipamiento, por ejemplo, siempre sería muy agradecido, pero la idea es que en un corto plazo, ni siquiera en mediano plazo, la obra social logre autonomía.
P. ¿Repercute de alguna manera en su desarrollo el fracaso de otras experiencias como España Salud?
R. El fracaso del programa España Salud repercute negativamente porque minó la confianza de la gente y cuando tratamos de explicarle a la gente qué es Ospaña Salud, tienden a asociarnos con España Salud.
Digamos que las frustraciones anteriores sentaron un precedente que nos obliga a buscar el modo de restablecer la confianza con los usuarios. Nuestro trabajo, en este momento, tiene que ver con explicarle a la gente (uno por uno) que éste es un proyecto de futuro, que no hay en él ninguna cosa oculta y que las obras sociales en Argentina son un instrumento ideal para brindar salud.
P. ¿Cuál es, en este momento, el ámbito geográfico de actuación de Ospaña?
R. Ospaña es una obra social nacional “de verdad”. No presta servicios propios sino que lo hace a través de Galicia Saúde y por medio de contratos con prestadores de salud, fundamentalmente en Capital y el gran Buenos Aires.
En relación al interior del país, Ospaña rubricó un acuerdo con VISITAR, una prestadora de Salud que tiene cobertura a nivel nacional a la cual derivamos cualquier persona que solicita atención en las provincias.
Nosotros no estamos buscando ahora mismo incrementar las afiliaciones en el interior pero son asignaciones automáticas realizadas de oficio por parte de la Superintendencia de Salud, cuando las personas no eligen una obra social.
De esta forma, más del 90% de nuestros socios son de capital federal y el gran Buenos Aires, donde contamos con servicios propios, como el Centro Gallego de Buenos Aires, o contratados por la Fundación directamente para prestar servicios a Ospaña.
P. ¿Aspiran, en un futuro, expandirse al interior de Argentina?
R. Efectivamente. Nuestra meta es ir creciendo paulatinamente, con prestadores propios y priorizando los prestadores españoles. En este sentido, entre un prestador español y uno local o extranjero –a precios iguales o parecidos– vamos a elegir el español.
Se puede decir que estamos en el primer anillo de crecimiento y sería irresponsable no abordar un crecimiento escalonado y gradual. Hasta que nosotros no tengamos, como queremos, una red propia no vamos a salir a vender planes de salud en el interior del país.
P. ¿Están conversando con el Centro Asturiano de Buenos Aires para la posible firma de un convenio que los ponga en relación en materia de salud?
R. Con el Centro Asturiano, ya hemos mantenido unas 5 reuniones y continuamos conversando. Esta asociación ya cuenta con un plan de salud propio que ofrece una cobertura a través de ANSA, pero tienen el problema de la edad de sus afiliados que les va subiendo la cuota.
Obviamente nadie puede competir con nosotros en precio porque realmente tenemos precios de una obra social y servicios de una prepaga pero la gente que está acostumbrada a atenderse en determinado lugar y con determinado plan de salud, suele ser reticente al cambio.
P. ¿Y con el Hospital Español de Buenos Aires?
R. No. La verdad es que nunca hemos conversado. Yo no sé cuál es hoy la situación del Hospital Español. Se que tenían inconvenientes muy serios, pero hoy por hoy no sé cual es su situación.
P. Ustedes ofrecieron a las asociaciones de la colectividad española en Buenos Aires la posibilidad de vender planes de salud entre sus socios, con una participación en la ganancia. ¿Cuáles han sido los resultados hasta el momento?
R. Hay diversas posibilidades. Los centros, si quieren, pueden simplemente difundir entre sus socios las características de la obra social. Pero la intención es que ellos también puedan vender los planes de salud y que tengan un beneficio económico a partir de ello. También se pueden confeccionar planes de salud propios como tiene el Centro Asturiano de Buenos Aires. No es lo mismo tener un plan de salud para 50 ó 100 afiliados a que individualmente los socios del Centro Lalín o de Carballiño se acerquen a Ospaña. Lo ideal sería que cada centro sea referente de un grupo de personas y que no se desvinculen del proyecto.
Eso está en marcha, ya estamos capacitando a la gente; lo que pasa es que queremos empezar con 10 entidades y no es fácil, pero calculo que a partir del mes que viene comenzaremos a vender planes.
P. ¿Qué le ofrecen a los más jóvenes?
R. Se les está dando un plan de salud, como si fuera de una pre-paga, sin pagar de su bolsillo. Lo cual, insisto, no se los puede dar nadie.
El tema no es qué les podemos dar porque tenemos planes muy buenos para la gente joven, el tema es que la gente conozca Ospaña, que se acerque y que confíen en la empresa; lo cual, en salud, no es tan simple. Hasta que una marca se impone y se hace conocida lleva su tiempo. De todas maneras, hay gente que se está acercando; debe haber unos quinientos activos que se han pasado a nuestra obra social, así que estamos avanzando en ese tema.
P. ¿Cuáles son los proyectos más inmediatos en los que están trabajando?
R. Tenemos dos asignaturas pendientes que en los próximos meses vamos a intentar cumplir. En una, nos va a tener que ayudar España y para eso estamos esperando tomar contacto con el nuevo Consejero laboral. Queremos ofrecerles los servicios de la obra social a las empresas españolas radicadas en Argentina, sin que para ellas signifique ningún tipo de inconveniente. En esta dirección, les vamos a ofrecer los mismos servicios que tienen, en las mismas empresas que tienen pero contratado a través de nuestra obra social. Eso significaría para nosotros la incorporación de mucha gente joven y para las empresas el mismo costo laboral que tienen ahora. Además, significaría para nosotros la posibilidad de no depender de la ayuda directa del Gobierno de España, pero es algo que sólo podemos hacer con la colaboración y la mediación del gobierno de la Embajada y de la Consejería de Trabajo.
P. ¿Cuál es la relación de Ospaña y el Hospital del Centro Gallego de Buenos Aires?
R. Ospaña tiene una vinculación directa con el Centro Gallego de Buenos Aires y esperamos que a través de ella el Centro renazca en cantidad de socios. El gran problema que tiene el Centro Gallego es que, hoy por hoy, no supera los 20.000 socios. Nosotros le estamos ofreciendo a los que compran el plan superador la posibilidad, sin costo alguno, de ser socios mutualistas lo que les otorga una serie de beneficios extra tales como poder participar de préstamos que otorga la mutual, algunas ventajas comerciales, turismo, y el panteón.
En esta dinámica, el Centro Gallego ya ha comenzado a recuperar socios, o ha dejado de perder, mensualmente, socios y aspiramos a que llegue a incrementar su nómina de afiliados en 30.000 ó 40.000 socios para el año próximo.
En este sentido, cabe aclarar que existen convenios entre la Fundación Galicia Saúde y el Centro Gallego de Buenos Aires, que establecen los marcos de la cooperación entre las dos entidades.
El afiliado no lo va a notar porque no le costará nada. Obviamente el Centro Gallego tendrá un beneficio por cada mutualista que incorpora a la obra social. Esto es un ida y vuelta muy productivo para las dos partes. Es nuestra aspiración que todos los socios del centro gallego sean también afiliados a Ospaña, lo que no es fácil en absoluto. En Argentina una persona no puede tener más de una obra social, pero sí puede pertenecer a una mutual como es el Centro Gallego de Buenos Aires y a una obra social como es Ospaña.
En realidad lo que deja el jubilado es PAMI, pero sigue siendo socio del Centro Gallego. Un jubilado que se pasa a Ospaña tiene 70$ de descuento de mutualista y tiene una red de cobertura a nivel nacional, sin perder ningún tipo de derecho.
Por otra parte, las obras sociales tienen una ventaja extra que es el fondo solidario, con lo cual una porción de la seguridad social va a un fondo que es el APE, con el que se pagan enfermedades catastróficas, SIDA, problemas oncológicos y prótesis. Por el tipo de población que tiene el Centro Gallego –muy consumidor de este tipo de prestaciones– es mucho más lo que recupera del APE, si se afilian a Ospaña, que lo que se paga al APE. Esto es una tranquilidad también para el centro gallego ya que de esta forma podrá recuperar el costo de prestaciones que son muy gravosas para las obras sociales y para la población.