“Cuando éramos jóvenes, el comunismo era una cosa, ahora soy ‘conservador libertario”

“Cuando éramos jóvenes, el comunismo era una cosa, ahora soy ‘conservador libertario”
De comunista a ‘conservador libertario’. Esa ha sido la evolución política de Isaac Díaz Pardo desde su juventud. ¿Y cómo se entiende eso? Pues, “conservador, porque hay que conservar las raíces, y libertario..., porque conviene que exista libertad”, explica. La aclaración engancha. “Pero se me tienen unido gentes como Aznar”, –responde raudo–, quien, en cierta ocasión, “me dijo que eso estaba muy bien”. Pero la cosa no acaba ahí. También Fraga le había dicho lo mismo al principio de la transición. “Eso está muy bien, eso también lo era Quevedo”, fueron las palabras del presidente fundador del PP al escucharlo.
Claro que la manera que tiene Díaz Pardo de interpretar el término ‘conservador’ no tiene nada que ver con la de los que hoy en día se consideran conservadores, “que no conservan nada, porque conservadores eran los banqueros, las gentes de derechas, y ¡mire lo que hicieron,! pero, en cambio, es importante ser conservador de las raíces de las cosas, pero de las raíces éticas”.
–Y lo de comunista, ¿cómo fue que se quedó en el olvido?
–“Bueno, cuando éramos jóvenes el comunismo era una cosa, el comunismo entonces suponía como una superación de la justicia, pero claro, esa es la idea fundamental”. “Por qué éramos comunistas”, se pregunta, y responde: “Para mejorar las cosas, pero luego se vio que las cosas no eran así, porque las gentes que no tenían nada, cuando tenían algo hacían lo mismo que los otros. Entonces ahí se ve que el comunismo no tenía... Pero todavía sigue surgiendo la idea de la justicia”.
–O sea, que ya no quedan comunistas!
–“Lo que hay en muchas personas que se dicen comunistas –aunque en el fondo no creen ya en el comunismo–, es ese sentimiento por el que fueron comunistas, que es el principio de justicia. Por ejemplo, una de las personas que se cree que es el único comunista del mundo es mi amigo Alonso Montero, pero no lo es. Ni creo que sea del partido ni nada, pero él presume de que sí, que ni Ferrín ni nadie, que sólo él, pero en el fondo, lo único que se conserva del comunismo es un sentido ético de las cosas, de dignidad y justicia”.