Salamanca nombra ‘Huésped Distinguido’ a Marisela Ortiz, de las ‘Madres de Juárez’

Marisela Ortiza, la coordinadora de la organización ‘Nuestras hijas de regreso a casa’, que lucha por el esclarecimiento de los secuestros y asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez (México), recibió en Salamanca la distinción de ‘Huésped Distinguido’ por parte del Ayuntamiento de la ciudad, por su trabajo al frente de la asociación. Según explicó la concejala de Relaciones Institucionales, Pilar Fernández Labrador, Ortiz es “una luchadora por la libertad”, al tiempo que le calificó como “una defensora del sentido común y la justicia”.
Labrador recordó que en esa zona mexicana “desaparecen mujeres y no se vuelve a saber más de ellas, salvo que sus raptores hagan aparecer sus cuerpos sin vida con evidencias de brutales torturas”, una situación que, según dijo, se ha convertido en “una tragedia tan repetida que se ha transformado en cotidiana”.
Asimismo, destacó que “las familias de Ciudad Juárez conviven con la desesperación y el miedo porque la inmensa mayoría de estos crímenes salvajes siguen impunes”, por lo que elogió la labor de “mujeres como Marisela Ortiz, que han transformado su dolor en fuerza y les alienta la sed de justicia, tanto jurídica como social ante la sinrazón”.
Por su parte, la coordinadora de ‘Nuestras hijas de regreso a casa’ denunció que a pesar de que sus voces han llegado a “muchos rincones del mundo, no han hecho eco en las autoridades mexicanas”, y como prueba de ello informó de que durante el pasado año 2008 desaparecieron 130 mujeres, una cifra muy superior a la de años anteriores, en las que las víctimas rondaban las 30 o 35 cada año.
Ante esta situación, abogó por “medidas fuertes”, por tratarse de un problema “muy complejo” en el que creen que está involucrado el crimen organizado del país. “La única medida que podría paliar esta situación es la de la presión externa hacia México e instar al presidente” para que actúe a favor de todas las víctimas por el abuso “del sexo masculino”.
Asimismo, denunció que no es posible conocer “una cifra exacta de todas las mujeres asesinadas” debido a que, según explicó, “el Gobierno mexicano ha pretendido disminuir el problema, llegando incluso a esconder información y ocultar cadáveres”.
Esta defensora de los derechos humanos destacó el “miedo” que sienten las mujeres en Ciudad Juárez por estos asesinatos, algo que provoca que sea un lugar “inhabitable” para ellas, porque no pueden caminar nunca solas por la calle, ya que “siempre están expuestas a que cualquier hombre abuse de ellas”.
Esta labor al frente de la asociación ha convertido a Ortiz en blanco de las amenazas y de la presión, llegando incluso a sufrir un “intento de secuestro”, le apuntaron con una pistola en la cabeza y una autoridad del anterior Gobierno le amenazó con asesinar a sus hijas si no terminaba con sus reivindicaciones.
Sin embargo, esto no le ha hecho dejar de llevar la voz de quienes han perdido a sus hijas o a sus madres por donde les quieran escuchar, porque Ortiz recuerda avergonzada que “antes de 2001” ella era una de las personas que estaba al margen de los asesinatos, hasta que lo vivió en primera persona.
Ortiz recordó cómo una alumna suya e hija de una amiga, Lilia Alejandra, despareció con 17 años, fue secuestrada cuando salía de trabajar, era madre de dos hijas y su cuerpo “destrozado” apareció siete días después en un descampado. En ese momento, confesó que decidió “no seguir ajena a lo que sucedía”.