“NOS HAN CONVERTIDO EN CIUDADANOS DE SEGUNDA”, SEÑALAN

La reforma electoral eleva al 92% la abstención entre los residentes en Argentina

Tristeza y desconcierto es lo que se percibe entre la colectividad castellano y leonesa de Argentina por las elecciones del 22 de mayo. La reforma de la ley electoral, la cual excluye a los emigrantes de participar en los comicios municipales e impone el voto rogado para los autonómicos y generales, no ha sido bien recibida por quienes residen en el exterior.
La reforma electoral eleva al 92% la abstención entre los residentes en Argentina
 Julia Hernando, presidenta de la Federación de Castilla y León en Argentina
Julia Hernando, presidenta de la Federación de Castilla y León en Argentina
Tristeza y desconcierto es lo que se percibe entre la colectividad castellano y leonesa de Argentina por las elecciones del 22 de mayo. La reforma de la ley electoral, la cual excluye a los emigrantes de participar en los comicios municipales e impone el voto rogado para los autonómicos y generales, no ha sido bien recibida por quienes residen en el exterior. De este modo, únicamente 2.760 personas han solicitado ejercer su derecho, una cifra que supone la participación más baja de los últimos años y que no alcanza el 8 por ciento de censados (36.540), un dato significativo en un país que aglutina a un tercio de la totalidad de emigrantes castellanos y leoneses dispersados por el mundo.
“Nos han convertido en ciudadanos de segunda categoría”, asegura haciéndose eco del sentir mayoritario María Teresa Michelón, presidenta del Consejo de Residentes Españoles (CRE) de Buenos Aires, quien estima que “nos están obligando a suplicar un derecho por el que se luchó mucho y que costó años conseguir”.
La implantación del voto rogado, que introduce como novedad principal la obligatoriedad de solicitar el derecho a voto con antelación, adjuntando la documentación pertinente y costeando el franqueo postal, así como la tramitación del voto a través de los consulados, ha sido entendida como “una medida para dejarnos de lado y una ofensa al sentimiento porque parece que olvidan que la emigración es una herida abierta que no cierra jamás”.
“Aunque tuvimos que dejar nuestra tierra obligados por las circunstancias, siempre la llevamos en el corazón y nos preocupa tanto como a cualquier ciudadano lo que sucede en ella, por lo que deberíamos tener el mismo derecho a decidir y participar, sobre todo si tenemos en cuenta que muchos conservamos propiedades y pagamos impuestos”, asegura Michelón, quien denuncia que “los Consejos de Residentes en el exterior ni siquiera fuimos consultados antes de aprobar la ley y no se tuvieron en cuenta nuestras propuestas”.


Confusión
Al margen del evidente malestar suscitado por la reforma electoral, la presidenta de la Federación de Sociedades Castellanas y Leonesas en Argentina, Julia Hernando, apunta más a la confusión que la misma ha generado que a una ausencia de interés en el electorado para justificar la baja participación. En este sentido, Hernando subraya que la colectividad emigrante está integrada por un gran número de personas de avanzada edad que tiene dificultades para incorporar nuevos mecanismos de votos y que “no tienen acceso a los nuevos canales de información”.
La presidenta de la Federación lamenta el escaso tiempo de adaptación con el que se ha contado y la insuficiente labor de difusión que se ha realizado desde las instituciones oficiales. “Han dejado el peso de explicar la reforma a las casas regionales y, a pesar del esfuerzo realizado, lógicamente no ha sido suficiente porque no podemos llegar a toda la colectividad ni es una tarea que debería recaer en nosotros. Es triste admitirlo, pero muchas personas se van a quedar sin votar no por falta de voluntad sino por desconocimiento”.
Aún así, Hernando considera que la colectividad castellana y leonesa es una “privilegiada” por la prioridad que desde la Junta se otorga a la política migratoria y recuerda que el organismo autonómico, trasladando el sentir de las casas regionales, fue uno de los más reticentes a la reforma de ley electoral. Para la presidenta de la Federación, la “satisfacción general” con el Gobierno regional ha motivado que pese a la baja participación, la castellana y leonesa siga siendo una de las colectividades con mayor implicación y que “sigamos trabajando con ilusión y constancia en proyectos firmes”.
Continuidad en los proyectos. Teodoro García y Noelia Saavedra, a quienes les separan varias décadas de edad, son dos de los 2.760 castellanos y leoneses que ejercerían su derecho al voto el día 22 de mayo. Para García, que ha votado en todas las elecciones desde la implantación de la democracia, serán unos comicios más, mientras que para Saavedra supondrán su primera participación.
“Votar supone emitir una opinión y participar en la toma de decisiones aunque estemos lejos de nuestra tierra”, señalan ambos sin ocultar su pesar porque la gran mayoría de integrantes de la colectividad ha declinado su derecho. “Muchos están dolidos porque se les ha excluido de las municipales y otra gran parte no se informó bien del sistema de votación y ha quedado fuera. Es una pena porque para los emigrantes la posibilidad de votar significa mucho, y con un poco más de voluntad por todas las partes, la participación hubiese sido mayor”, aseveran.