“Queremos mostrar a nuestros paisanos en el exterior las oportunidades que ofrece Castilla y León”

Alrededor de 100.000 castellanos y leoneses viven en el exterior, más de la mitad en Iberoamérica, sobre todo en Argentina, Brasil, Venezuela, México, Cuba y Chile, y el resto en la Unión Europea y Suiza, donde reside aproximadamente el 44,3%. Cuando decidieron emigrar a partir de los años 50, salieron principalmente de León, Salamanca, Zamora y Burgos. Estas cifras hacen que Castilla y León sea la región con mayor número de emigrantes, sólo precedida por Galicia, Madrid, Andalucía y Cataluña.

Desde unos años, la Junta está trabajando en diferentes medidas para apoyar a los castellanos y leoneses en el exterior, incluso para facilitar el retorno de aquellos que deseen volver a su añorada tierra. El director general de Políticas Migratorias y Cooperación al Desarrollo, Félix Colsa, profundiza sobre los datos de emigrantes de la Comunidad y avanza  las políticas migratorias que la Junta desarrolla en aquellos países, así como en la propia región. También, deja claro el mensaje de que la inmigración es una oportunidad y no un problema.
    Pregunta. La preocupación de la Junta por la ciudadanía castellana y leonesa en el exterior queda reflejada con la creación de una dirección específica, ¿cuál es su misión y qué tipo de políticas migratorias pretende desarrollar?
    Respuesta. Esta Dirección General se creó en la etapa anterior y fue el propio presidente el que decidió aunar las competencias de cooperación al desarrollo y migración para unificar políticas que estuvieran interrelacionadas, ya que en el ámbito de la cooperación al desarrollo hay una parte importante que se realiza en países que nos envían a sus nacionales (Ecuador, Perú o Colombia). Parecía razonable, ya que en nuestra tierra realizamos políticas de integración para los inmigrantes (fundamentalmente colombianos, ecuatorianos, argentinos, bolivianos, peruanos y magrebíes). El objetivo era hacerlo de forma más eficiente.
    P. A lo largo de este año se aprobará el Plan de Apoyo de la Ciudadanía Castellana y Leonesa en el Exterior, ¿cuáles son las bases del plan y de qué manera se mejorará el bienestar de los ciudadanos?
    R. En la actualidad están naciendo la Ley de Integración de Inmigrantes en Castilla y León, así como la Ley de los Ciudadanos y Comunidades Castellanas y Leonesas en el Exterior, dos textos normativos que son objetivos de legislatura. Además, se encuentran en fase de borrador el Plan Director de Cooperación al Desarrollo (Plan Marco), que está resultando muy participativo. Éstas son las tres grandes normas en las que estamos trabajando. En materia de emigración tenemos el Plan de Apoyo de la Ciudadanía Castellana en el Exterior. Para ello, el consejero ha citado el 26 de septiembre al Consejo de la Emigración de Castilla y León, en el que están sentadas las casas regionales, la Junta, las universidades y la FREMP. Este Plan se aprobará en Consejo de Gobierno a finales de octubre o principios de noviembre e incluye, entre otros aspectos, la posibilidad de retorno de los emigrantes o la creación de una fundación que llegue a lugares donde es más complicado.
    P. ¿En qué consistirá la llamada ‘emigración de retorno 2009-2012’ que contempla esta iniciativa?
    R. Es un plan que facilitará todos los documentos al que quiera volver a su tierra. En cada país se realizará de una manera distinta, pero se colaborará con la Asociación de Emigrantes Retornados que conoce la situación y está ya aquí. Se estudiará el perfil de cada uno de los que quieran retornar, porque no es lo mismo una persona de 60 años que un joven de 25 o un hombre de 49. Se dará apoyo burocrático, el trámite de la pensión no contributiva hasta que el Estado se la conceda. Además, al que venga en edad de trabajar, se le facilitará la inserción laboral; al que llegue en edad de estudios, se le integrará en el sistema educativo mediante becas, si las necesitan. En definitiva, se trata de hacerle fácil la estancia aquí a la gente que viene y se queda, aunque no son muchos. Nadie de la Comunidad que quiera volver se quedará en otro país.
    P. También está prevista la creación de la Fundación Castilla y León en el Exterior, ¿cuál será su función, donde se ubicará y que plazos manejan?
    R. Dentro del plan figura la Fundación Castilla y León en el Exterior, que imprimirá agilidad y llegará donde no puede hacerlo la Administración. Se debe impulsar la idea de lo que es hoy Castilla y León, algo similar a lo que se hizo en Argentina hace dos años, enseñándoles cómo era la tierra que ellos dejaron y cómo es ahora, porque ahora es una tierra de acogida. Queremos mostrar a nuestros paisanos en el exterior las oportunidades actuales que ofrece Castilla y León, por si quieren retornar. Todas las fuerzas políticas coincidimos en que la inmigración es una oportunidad y no un problema. Es un discurso acertado porque aporta gente, riqueza, y porque su presencia es muy importante y muy necesaria. Sobre la sede, es seguro que estará en Valladolid, pero aún se desconoce dónde. La Fundación tendrá presencia en estos países mediante delegaciones y centros de Castilla y León.
    P. Las primeras generaciones de emigrantes castellanos y leoneses son de edad avanzada. En el caso de Cuba, la Junta pondrá en marcha un centro de día para prestarles atención, ¿se va a extender este modelo a otros países?
    R. Cada país hay que abordarlo en función de lo que pidan. Hay que escuchar primero y luego trabajar. La Habana pide un centro de día, pero Argentina nos pidió ayuda para los carenciados (los que no tienen recursos) y para los que no tienen asistencia sanitaria. Hemos firmado un convenio con el Hospital Español en Buenos Aires donde la Junta da 300.000 euros y a cambio este centro hospitalario ayuda a un número concreto de carenciados. Nos fiamos de las casas de Castilla y León, que nos dan el registro de los que necesitan esta asistencia. En Chile y México piden otras cosas, como centros educativos. Aunque la Ley de Cooperación de Castilla y León es joven, de 2006, contempla las casas en el exterior como agentes de cooperación.
    P. Uno de los objetivos del Gobierno regional es favorecer la reunificación familiar y asentamiento de emigrantes retornados, ¿cómo se trabaja en esta área y como se pretende atraer a los jóvenes castellanos y leoneses en el exterior para potenciar su retorno?
    R. Inicialmente vienen pocos, sobre un millar en los dos últimos años. Este hecho nos está ayudando a engrasar bien los mecanismos antes de que llegue el apretón, que puede ocurrir con la Ley de Ciudadanía Española en el Exterior del Gobierno. Ahí, los nietos de emigrantes españoles podrán adquirir la nacionalidad española y podemos encontrarnos con nuevos españoles en Cuba o en Argentina, por lo que podrán venir con total tranquilidad porque dejarían de ser inmigrantes. En cuanto a los jóvenes, a los que quieran venir a estudiar a Castilla y León se les facilitará mediante una beca a los que tengan problemas económicos (si el expediente lo merece), y el que desee venir con libertad pues también podrá hacerlo.
    P. El papel de las casas regionales en el exterior es importante para los emigrados, pero ¿de qué manera van a colaborar con el Gobierno regional?
    R. En la actualidad existe un proceso de modernización de las casas regionales en el exterior. Son estructuras muy antiguas (la Casa de Castilla y León en Cuba celebra en abril de 2009 su centenario). Nosotros les ayudamos con medios económicos y materiales. La preocupación actual es incorporar savia nueva a esas casas, ya que es importante que los nietos y bisnietos de los emigrantes que las fundaron se sumen. Por ello les hemos traído a la región, para que tengan clara la realidad de la Comunidad y quiénes somos. En septiembre se celebra en Segovia un encuentro a través de la Confederación Internacional de Casas de Castilla y León, institución que está iniciando un proceso de modernización con el apoyo de la Junta. Vendrán los directivos mayores para formarles en la gestión de las casas.
    P. Plan Añoranza y Plan Raíces son iniciativas de colaboración entre administraciones para facilitar los retornos de los emigrantes a Castilla y León ¿se pondrá en marcha alguna otra idea nueva en este sentido?
    R. Estos planes nacieron en el seno de las diputaciones provinciales, que trabajan de forma importante. Desde la Junta hemos firmado un protocolo para ayudar económicamente con los ayuntamientos de Salamanca, Burgos y Zamora y diputaciones de Burgos, Zamora, Salamanca, Soria y Palencia, que son las que trabajan en este campo. Nosotros haremos una operación Raíces mezclando nacionalidades, donde no llegan ellas. A la vuelta de septiembre se llevará a cabo una presentación oficial de este acuerdo.
    P. Una de las principales demandas de los castellanos y leoneses en el exterior es disponer de información actualizada, ¿cómo se solventará este aspecto y qué papel juega la Junta en este sentido?
    R. Estamos trabajando en la elaboración de un portal web de políticas migratorias, pero con incidencia especial en la emigración. Por un lado se utilizará el canal telemático, donde las casas regionales podrán colgar su información y nosotros la nuestra. Además, las casas se relacionarán entre ellas, porque el portal tendrá detrás un intranet muy potente. Antes de final de año podremos contar con este portal. En segundo lugar, pondremos cibersalas en los centros de Castilla y León en el exterior, conectadas a las principales bibliotecas y universidades de la Comunidad. Por otro lado, los emigrantes solicitan el envío de la prensa escrita, porque aunque ellos lo lean por internet, demandan poder tocar físicamente su periódico, sobre todo la gente mayor. Buscaremos la fórmula para que los periódicos de las provincias lleguen allí.
    P. Para finalizar, ¿qué le parece el trabajo que se realiza desde la Unión Europea en materia de inmigración ilegal?
    R. La UE debe hacer un esfuerzo no sólo en la armonización normativa, sino en el apoyo de los países que son frontera de la UE, como España. No tiene sentido que desde Europa se pida que no se hagan políticas unilaterales, y luego no aportar medidas económicas. Desde la Junta pedimos coordinación entre el Gobierno y las comunidades, que se nos tenga en cuenta a la hora de diseñar las políticas de inmigración. Aunque no somos una Comunidad con una presión inmigratoria importante, Castilla y León ha dado un ejemplo en esta materia. Al inmigrante hay que tenerle respeto, porque está creando riqueza, pagando impuestos y es un ciudadano más. De hecho, siento más respeto por un inmigrante que por algunos españoles que no lo quieren ser, como algunos catalanes o vascos, que después sí quieren cobrar las pensiones y aprovecharse de los beneficios de ser español. Para el futuro hay que trabajar mucho con las nuevas generaciones de inmigrantes, para que entiendan bien como es nuestro sistema.