CONGRESO INTERNACIONAL EL ASOCIACIONISMO DE LA EMIGRACIÓN ESPAÑOLA EN EL EXTERIOR: SIGNIFICACIÓN Y VINCULACIONES

Pedro Bello recordó la importancia de la colectividad española en Argentina

El presidente de la Federación de Sociedades Españolas de Argentina, Pedro Bello, analizó el pasado sábado el papel protagonista de la comunidad española en este país latinoamericano y es que, según explicó, “es difícil imaginar a la Argentina separada de España porque en todo su territorio percibimos, sentimos y reconocemos esos profundos y entrañables lazos de hermandad”.
Pedro Bello recordó la importancia de la colectividad española en Argentina
Un momento de la intervención de Pedro Bello.
Un momento de la intervención de Pedro Bello.
El presidente de la Federación de Sociedades Españolas de Argentina, Pedro Bello, analizó el pasado sábado el papel protagonista de la comunidad española en este país latinoamericano y es que, según explicó, “es difícil imaginar a la Argentina separada de España porque en todo su territorio percibimos, sentimos y reconocemos esos profundos y entrañables lazos de hermandad”.
A lo largo de su intervención, Pedro Bello recordó que la idea de comunidad surgió en la mitad del S.XVI, cuando empiezan a fundarse centros poblacionales en localidades como Santiago de Estero, Córdoba, Tucumán, Mendoza, Santa Fé y Buenos Aires. En ese momento, la mayoría de los españoles que llegaban al Río de la Plata eran extremeños, así como andaluces y castellanos, quienes influyeron en cierto modo en los estilos de la conformación de las ciudades. Hacia el S.XVIII aumentan las corrientes migratorias con la llegada de numerosos gallegos, asturianos, cántabros y vascos que sobreviven a décadas muy duras cargadas de tensiones crispadas. Argentina acoge entre 1860 y 1930 “a más de dos millones de españoles que vivieron y participaron activamente en un escenario de fuertes transformaciones políticas, sociales, económicas y demográficas”.
El presidente de la Federación de Sociedades Españolas de Argentina también describió el perfil del emigrante como un hombre joven y con un bajo nivel de estudios que realizaba los trabajos más difíciles y rudos con la idea de aumentar sus ganancias a lo largo de su vida laboral y con la idea permanente de retornar a su tierra. Sin embargo, explicó Pedro Bello, “pocos emigrantes consiguieron hacer grandes fortunas, pero muchos ahorraron con el esfuerzo de horas de trabajo y enviaron a casa millones de pesos en remesas, criaron familias y se convirtieron en padres y madres de maestros y contables”.
Como resultado de esta emigración, surgieron las asociaciones y “los miles de españoles desparramados por la geografía argentina trataron enseguida de formar una sociedad de socorros mutuos”. Además, “en cada pueblo o lugar se podía ver un edificio con las armas de España en la puerta donde los españoles hacían sus verbenas y sus reuniones sociales”. Ejemplos de este tipo de entidades son el actual Club Español de Buenos Aires y el Hospital Español, así como el Centro Gallego de Buenos Aires y el Centro Asturiano.
Pedro Bello también indicó que “progresivamente se fueron conformando redes de Casas de ayudas sociales con una intensa exaltación de la cultura local de los territorios que representaban” e informó de que “en las últimas décadas se ha pronunciado el proceso de agrupaciones y se han federado por situaciones regionales o para optimizar presupuestos, generar nuevos proyectos y modelos de gestión”.
Asimismo, explicó que “la división política y administrativa surgida de la Constitución Española de 1978 tuvo lógicas repercusiones en la red asociativa”. Un ejemplo de ello fue la fusión de los cuatro grandes centros de las provincias gallegas para crear el Centro Galicia de Buenos Aires.
Finalmente, Pedro Bello hizo referencia a la constitución en 1990 de la Federación de Sociedades Castellanas y Leonesas de Argentina, integrada por 16 Casas, y destacó el compromiso del presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, con la emigración y sus descendientes.