La Junta firma con las Diputaciones un importante convenio sobre emigración

La Junta de Castilla y León, y las diputaciones de León, Palencia, Salamanca, Soria y Zamora, y los ayuntamientos de Burgos, Salamanca y Zamora, han firmado, la semana pasada, un Protocolo General para fomentar la colaboración en materia de emigración entre todas estas instituciones, dentro del marco de sus respectivas competencias. Las citadas entidades locales, firmantes del presente Protocolo, tienen experiencia demostrada en los programas y proyectos en materia de emigración que se pretenden promover a través del mismo, como el impulso de los programas ‘Añoranza’ y ‘Raíces’.

No obstante lo anterior, queda plenamente abierta la posibilidad de adhesión a este Protocolo a otras entidades locales de Castilla y León que en un futuro puedan manifestar su interés en desarrollar programas y proyectos de igual o similar naturaleza.
La finalidad del Protocolo es promover proyectos dirigidos a los castellanos y leoneses residentes en el exterior, poniendo en común las experiencias en esta materia, y llevando a cabo aquellos proyectos susceptibles de ser acometidos de manera coordinada.
De entre los proyectos objeto de esta colaboración interinstitucional, destaca la promoción e impulso de los programas ‘Añoranza’ y ‘Raíces’, cuya finalidad común es fortalecer los vínculos entre los castellanos y leoneses residentes en el exterior y Castilla y León, donde se encuentran sus orígenes, familiares e historia.
El objetivo de ambos programas es posibilitar a los castellanos y leoneses en el exterior el regreso a sus lugares de origen, y el reencuentro con sus familiares, brindándoles además la oportunidad de participar en actividades de convivencia con otros castellanos y leoneses residentes en la región, al tiempo que tienen la oportunidad de conocer otros lugares de la Castilla y León de hoy.
El programa ‘Añoranza’ se dirige a castellanos y leoneses que emigraron hace años y no han tenido la oportunidad de regresar a su tierra, y el programa ‘Raíces’, a los descendientes de los anteriores que, siendo castellanos y leoneses por origen, no han tenido la oportunidad de conocer los lugares en los que se encuentran sus raíces.
La consecución de los fines del presente Protocolo se articulará mediante distintos acuerdos entre las administraciones firmantes. Se prevé la creación de una Comisión de Seguimiento, para impulsar el desarrollo del presente protocolo general, que tiene una vigencia de cuatro años desde la fecha de su firma y que podrá ser prorrogado por periodos iguales, sin perjuicio de que cualquiera de las administraciones firmantes, previa notificación a las restantes, pueda apartarse del presente protocolo.
El convenio recuerda que el Estatuto de Autonomía de Castilla y León, en su artículo 7.2, establece que “gozarán de los derechos de participación en los asuntos públicos definidos en el artículo 11 de este Estatuto, como ciudadanos de Castilla y León, los españoles residentes en el extranjero que hayan tenido la última vecindad administrativa en Castilla y León y acrediten esta condición en la forma prevista en la legislación estatal. Igualmente gozarán de estos derechos sus descendientes inscritos como españoles, si así lo solicitaren, en la forma que determine la ley del Estado” y que “los ciudadanos oriundos o procedentes de Castilla y León que residan en otras Comunidades Autónomas de España o fuera del territorio nacional, así como a sus asociaciones y centros sociales, tendrán el reconocimiento de su origen o procedencia, y el derecho a colaborar y compartir la vida social y cultural de Castilla y León”.
Por otra parte, indica que la Ley 5/1986, de 30 de mayo, de comunidades castellano y leonesas asentadas fuera del territorio de la Comunidad de Castilla y León, pretende “fomentar el asociacionismo de los castellanos y leoneses fuera de la Comunidad, facilitando la creación de auténticas comunidades que sirvan de cauce de unión a los castellanos y leoneses en el exterior con Castilla y León; estableciendo las formas, alcance y contenido del reconocimiento a dichas comunidades de su carácter castellano y leonés; y posibilitando su inserción en la vida social y cultural de nuestra región, sin que ello implique la concesión de derechos políticos”.
La Junta de Castilla y León, las diputaciones de León, Palencia, Salamanca, Soria y Zamora, y los ayuntamientos de Burgos, Salamanca y Zamora, promoverán la celebración de actividades que sirvan de cauce de unión de los emigrantes castellanos y leoneses asentados en el exterior con Castilla y León, promoviendo y facilitando a dichos castellanos y leoneses su participación en los programas ‘Añoranza’ y ‘Raíces’, así como otros que se puedan desarrollar en materia de emigración. 


Experiencia notable
Para ello se cuenta con la experiencia acumulada por las diputaciones de León, Palencia, Salamanca, Soria y Zamora, y los ayuntamientos de Burgos, Salamanca y Zamora, los cuales ya vienen organizando con notable éxito y alto grado de participación las denominadas ‘Operación Añoranza’ y ‘Operación Raíces’.
La intención de la Junta de Castilla y León es colaborar en la cofinanciación de dichas actividades y de otras similares que se realicen, mediante una aportación que tendrá siempre carácter complementario y no sustitutivo del esfuerzo realizado por las entidades locales, y que incrementará, en la proporción que se acuerde en cada caso concreto, la cuantía que conjuntamente y en su totalidad dediquen a estas actividades las diputaciones provinciales y ayuntamientos firmantes.
En definitiva, se trata de reforzar e impulsar la ‘Operación Añoranza’ y la ‘Operación Raíces’ desarrolladas por las diputaciones provinciales y ayuntamientos firmantes, así como otros proyectos y programas de similar naturaleza que se puedan llevar a cabo en materia de emigración, contribuyendo a su financiación conjunta con el fin de beneficiar a un mayor número de emigrantes, aumentar la duración y frecuencia de las acciones, o mejorar en lo posible la programación de actividades.