Juan Andrés Blanco analiza el tejido asociativo de los emigrantes en Cuba

El fenómeno del asociacionismo en Cuba, país que aglutina a un importante número de colectivos gallegos y canarios, fue el tema expuesto el pasado viernes por el profesor de la Universidad de Salamanca Juan Andrés Blanco, quien destacó que la dinámica interna de estas entidades no se podría haber conocido sin la prensa española que recogía las actas y los registros de socios.

Al inicio de su intervención, Juan Andrés Blanco destacó que en Cuba no se encuentran asociaciones que reflejen en su nombre el concepto de mutuas, un hecho que a simple vista indicaría la inexistencia de este tipo de entidades. Sin embargo, esto no es más que un problema nominalista porque son los centros regionales como el gallego o el asturiano los que ofrecen esta atención sanitaria.

Estas agrupaciones regionales, que surgen a mediados del S.XIX, son entidades multifuncionales que contribuyen al fomento de la identidad nacional y regional y se unen a las asociaciones de beneficencia y de recreo.

Además de este tipo de asociaciones, Juan Andrés Blanco destacó el carácter español de instituciones como el Casino Español de La Habana, el cual surge en el contexto de la guerra de los 10 años con un matiz político, paramilitar y adscrito al Partido Español que en un principio aspira a representar al conjunto de la colectividad pero que acaba fracasando. A pesar de ello, se produce un cierto proceso de unificación de las asociaciones que da lugar a una federación, la cual no cuenta con el respaldo de las entidades fundamentales.

Otro tipo de asociaciones que se revitalizan con la llegada del exilio, que en Cuba es limitado, son aquellas que tienen una fuerte influencia del franquismo y del nacionalismo vasco. 

Por otra parte, surgen las agrupaciones microterritoriales que están relacionadas con el movimiento político de los pueblos de origen y tienen como fin continuar con las relaciones microsociales.

De esta forma, Juan Andrés Blanco destacó que el tejido asociativo es muy amplio y que la influencia española muy importante, un hecho que se refleja, entre otros aspectos, en la construcción de hospitales y residencias de tamaño considerable. 

Asimismo, indicó que las asociaciones españolas en Cuba son de carácter abierto porque la población cubana forma parte de estas entidades al igual que los españoles y sus descendientes. Esta fusión, explicó el profesor de la Universidad de Salamanca se observa claramente en 1890, año en que un ciudadano cubano es elegido presidente del Centro Canario La Habana. 

Estas entidades sufren una revitalización entre los años ochenta y noventa, época en la que se construye el mapa autonómico de España.