La Casa de Soria en Madrid rindió un homenaje al profesor Anselmo Romero

La Casa de Soria en Madrid se vistió de gala para homenajear a una de las piezas culturales más destacadas en la Soria del siglo XX, Anselmo Romero Marín, procedente de la Cuesta. Justo cuando se cumplen diez años de la muerte del que fuera decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense de Madrid y promotor y primer presidente de la Cofradía de San Saturio en Madrid, la entidad soriana en la capital quiso agradecer con un acto sencillo pero emotivo la dedicación durante toda su vida de Anselmo Romero por la cultura y la pedagogía en Soria, además de corresponder el gran sacrificio que siempre llevó a cabo por la Casa de Soria en Madrid.
Al evento acudieron unas 70 personas, entre ellas familiares y amigos del profesor. En la mesa central de la sala se encontraban Anselmo Romero, su hijo; Manuel Núñez Encabo (ex diputado por Soria); Modesto Muñoz (ex presidente de la Casa de Soria en Madrid y sobrino del homejaeado); Rosario Limón (profesora de la Universidad Complutense de Madrid y también sobrina de Anselmo Romero); y el profesor Argimino Calama.
La presentación del acto fue a cargo de Miguel Bordejé, coordinador de la jornada y ex presidente de la Casa de Soria en Madrid, quien subrayó la importancia para la organización de acoger un homenaje de estas características: “Es para nosotros un lujo poder rendir homenaje a Anselmo, que por su trayectoria bien merecido lo tiene, y tener la presencia de su hijo y demás familiares”. Y es que, en boca de Bordejé, Anselmo Romero fue un hombre que pone de manifiesto “la superación en la vida”, además de haber sido “fiel a Soria y un amante de sus raíces”.
Posteriormente fue Modesto Muñoz, primer presidente de la Casa de Soria en Madrid y sobrino del homenajeado, el que cogió el micrófono haciendo historia y destacando los inicios de la Casa de Soria en Madrid allá por 1977: “Cuando yo fui el primer presidente de la Casa siempre intenté integrar a todas aquellas personas que además de ser sorianas gozaran de prestigio en la sociedad. Y él era una de ellas”.
Además, Modesto Muñoz no quiso desaprovechar la ocasión para mostrar al público asistente la estrecha vinculación que Anselmo tuvo con la Casa de Soria en Madrid: “Siempre mostró su disposición para acudir o participar en los actos que organizábamos; siempre mantuvo su apoyo a nosotros. Y cuando ocupó el cargo de presidente de la Cofradía San Saturio en Madrid, siempre pretendió que estuviera hermanada a la Casa en favor del vínculo de la sociedad soriana”.
Tras éste, turno de palabra para Rosario Limón, también sobrina de Anselmo Romero y profesora de Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid. Fue la encargada de destacar el gran papel pedagogo que llevó a cabo: “Siempre mostró entrega y respeto por sus alumnos. Trató de orientar y ayudar a aquellos que disponían de menos recursos económicos. El servicio a los demás fue su seña de identidad, una vocación de servicio a la enseñanza que ejecutó hasta el final de sus días”. Y para terminar su comparecencia, Rosario Limón destacó a su tío en tanto que representa “un ejemplo de lo que se puede alcanzar en la vida a base de superación individual”.
El profesor Argimino Calama fue más allá y destacó la pasión de Anselmo por su provincia: “Suscribo todo lo dicho hasta este momento. Cumplía con creces el perfil de hombre de la plataforma de la humildad. Pero quiero destacar el sentido de la sorianidad que siempre tuvo muy presente. Reunió en Madrid a un círculo cultural muy destacado”.
“Tengo vivencias suyas que sencillamente me impresionaron”. Así es como inició Manuel Núñez Encabo, ex diputado socialista por Soria y profesor de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, su intervención para ejemplificar esa visión que tiene de Anselmo: “Cuando yo empezaba en la universidad como profesor él ya tenía un reconocido prestigio por sus méritos. Sin embargo, el mismo día que nos conocimos él me tendió su mano a pesar de que guardábamos sentidos ideológicos diferentes. Pero nos unía una tierra y él me repitió varias veces que por supuesto, que podíamos entendernos sin ningún problema”. Para Núñez Encabo, Anselmo Romero ha sido “una personalidad soriana de digno respeto y admiración, siendo obligado reconocerlo en el ámbito de la ciencia y la cultura para tenerlo siempre muy presente”.
Después de escuchar esta seria de halagos y guiños, Anselmo Romero (hijo del protagonista), tomó visiblemente emocionado la palabra. Hizo un recorrido por la vida de su padre destacando la capacidad y el empeño por la enseñanza en todos aquellos lugares por los que en su vida pasó, como Ólvega o Hinojosa de la Sierra, donde ejerció como maestro antes de partir hacia Madrid. Sin querer extenderse demasiado, expuso alguna entrañable anécdota de su padre para finalizar matizando que siempre dio una enorme importancia y ayudó a las dificultades de los demás, ya que Anselmo Romero siempre fue “un hombre con profunda sensibilidad social”.
Y para poner el broche final, Javier Muñoz (presidente de la Casa de Soria en Madrid) fue el encargado de clausurar el evento agradeciendo la presencia a todos los asistentes y sobre todo, a la familia Romero por haber colaborado desde siempre con la entidad cultural. Y a Anselmo Romero le hizo artífice de la refundación de la Casa de Soria en Madrid: “A través de la Cofradía de San Saturio en Madrid, y de la mano de Modesto Muñoz, hizo posible que en 1977 se retomara con más fuerza que nunca el papel de un centro soriano en la capital de España”.