LE ENTREGARON UN PERGAMINO Y UNA ESCULTURA DEL DIOS EGIPCIO DE LA ESCRITURA, THOT

La Casa de Soria en Madrid homenajeó al escritor soriano Fernando Sánchez Dragó

Varias actividades hacían que la Casa de Soria se encontrara llena de gente el pasado miércoles, día 17 de diciembre, y una de ellas con el atractivo añadido de consistir en un homenaje a un personaje soriano públicamente conocido: el escritor Fernando Sánchez Dragó.
La Casa de Soria en Madrid homenajeó al escritor soriano Fernando Sánchez Dragó
Sánchez Dragó, firmando una de sus novelas.
Sánchez Dragó, firmando una de sus novelas.
Varias actividades hacían que la Casa de Soria se encontrara llena de gente el pasado miércoles, día 17 de diciembre, y una de ellas con el atractivo añadido de consistir en un homenaje a un personaje soriano públicamente conocido: el escritor Fernando Sánchez Dragó. El homenaje estaba promovido por la presidenta de la Asociación ‘El rincón de Thot’, Isabel Álvarez.
Puntualmente, a las 19:00 horas tomó la palabra Javier Muñoz, presidente de la Casa de Soria en Madrid, para dar la bienvenida a quienes iban a hablar a continuación, que eran los citados y al consejero de Turismo egipcio, Hamdizaki.
En el homenaje figuraban las entregas de un pergamino y una estatuilla del dios egipcio de la escritura, llamado Thot, del cual toma el nombre la asociación presente en el acto. Hamdizaki comparó a Sánchez Dragó en su faceta de huérfano de padre con diversas personalidades egipcias: Sinuhé, Nasser, el Nobel de literatura Naguib Mahfuz y algún cantante famoso.
Fernando Sánchez Dragó presentó, en su forma de hablar continuada y sin descanso, hilvanando unos temas con otros, sus novelas, sus proyectos y sus vivencias como viajero por el mundo.
Así, comentó que el libro que más ha podido influir en cualquier escritor, aunque a esta pregunta suelen contestar que El Quijote, o los clásicos griegos o a cualquier obra de renombre, en su caso han sido los libros que leyó en su infancia y su adolescencia. En ese sentido, destacó la lectura de ‘Sinuhé el Egipcio’, que significó en su niñez la referencia que se fijó como meta, y que ha conseguido realizar.


Sobre su padre
Estuvo de acuerdo en la frase de Hamdizaki de ser como el “padre de su padre”, ya que durante mucho tiempo ha dedicado su trayectoria a desvelar el pasado de su progenitor y los hechos de su muerte entre los asesinados en la Guerra Civil. Incluso está reivindicando el cambio de nombre de una calle de Madrid, para que quiten el del causante de la muerte de su padre, Juan Pujol, que sí tiene una calle, y sea renombrada con el de calle Fernando Sánchez Monreal.
Sánchez Dragó dio la típica imagen inconformista, pudiéndose leer en su camiseta la frase ‘Yo no soy Sánchez Dragó’.
Aprovechó para hablar de su novela ‘Muertes paralelas’, y de su último trabajo ‘Las Fuentes del Nilo’ en el cual, cambiando sus nombres, se refiere a Soria y al Duero; y promete un libro dedicado a su mascota, el gato Suseki, que dejó hace poco tiempo el mundo de los vivos.
El gato, como animal presente en la cultura egipcia, también le hace volver a citar el país de las pirámides y con ello mencionó la placa que puede encontrarse en la puerta de su casa de Castifrío, bajo la veleta del escarabajo: la Tabula Esmerandina, texto que se supone escrito por el mismísimo Thot.
La cumbre que colma su orgullo es la denominación científica de una nueva especie de escarabajo encontrado en Namibia: el ‘Somaticus Sánchez Dragoi’, gracias a un antiguo compañero en la oposición al régimen franquista que ahora es entomólogo en Suecia.
El acto duró una hora pero tuvo que finalizar sin su presencia, ya que debía cumplir otros compromisos.
El acto lo cerró el Coro Castellano de la Casa de Soria en Madrid, interpretando varias canciones tradicionales: ‘A la luz del cigarro’, ‘Serrana mía’, ‘Los labradores’, ‘Ronda Salmantina’, ‘Verde Verderol’ y un villancico navideño.