La Casa de Soria de Barcelona visitó la XXXV Matanza de Burgo de Osma

Como es habitual todos los años, la Casa de Soria en Barcelona realizó a finales del pasado mes de febrero la típica excursión a El Burgo de Osma para asistir a la XXXV Jornadas Rito-Gastronómica de La Matanza, en lo que suele ser un inolvidable día de fiesta.
La Casa de Soria de Barcelona visitó la XXXV Matanza de Burgo de Osma
Como es habitual todos los años, la Casa de Soria en Barcelona realizó a finales del pasado mes de febrero la típica excursión a El Burgo de Osma para asistir a la XXXV Jornadas Rito-Gastronómica de La Matanza, en lo que suele ser un inolvidable día de fiesta.
Esta excursión dio comienzo desde Barcelona en dos autocares con socios de la entidad y acompañados por  personas de Casas Regionales como Ceuta, Melilla, Cuenca y Extremadura, siendo un símbolo de hermandad más cercano entre todos. En el viaje también participó el Grupo de Jurados de las Fiestas de San Juan de Soria del año 2006.
Tras pernoctar el viernes en Zaragoza, donde se pudo disfrutar de un agradable paseo y unas copitas, el sábado, a primera hora, se inició el viaje  hacia Burgo de Osma para asistir a las 12 del mediodía con la llamada de atención de los Gaiteros de Soria, quienes con una melodía tradicional de dulzainas, llaman a la concurrencia para que se congregue en la plazoleta y asista al rito del sacrificio del cerdo a la antigua usanza.
Mientras tanto jóvenes ataviadas con el tradicional vestido de piñorra reparten pastas, morcilla recién frita y clarete de la Ribera del Duero.
La comida fue en los salones ‘Castilla de los Diezmos’, preparados para albergar un pantagruélico festín de veinte platos que tenía como ingrediente básico a “su majestad” el cerdo. La comida fue amenizada por los infatigables Gaiteros de Soria.
Tras realizar las pertinentes pruebas de degustación, la fiesta se trasladó al Palacio del Virrey, ubicado enfrente de la Catedral, donde se pudo bailar hasta que el cuerpo aguantó.


Calatañazor
A la mañana siguiente, la excursión se trasladó a Calatañazor, pueblo de calles empedradas, con sus típicas casas de piedra y barro, rematadas con chimeneas cónicas, todo el pueblo es un monumento, un viaje a la historia.
La siguiente parada fue la capital soriana, donde, después de pasear por ella, hubo una comida de hermandad en el restaurante ‘Leonor’, ubicado en el parque del Mirón, junto a la ermita del mismo nombre. Este paraje fue elegido por el poeta Antonio Machado para sus paseos con su mujer Leonor por su magnífica panóramica del río Duero.
Concluida la comida de hermandad, la excursión inició el camino de regreso a Barcelona, con el deseo de repetir al año que viene.