Burgos apuesta por sus empresarios en el exterior
Empresarios y directivos burgaleses, como Rafael Miranda, Ricardo Arranz, Víctor Martínez y Mercedes de Miguel, se comprometieron a establecer “una red de complicidad” de sus empresas de éxito con Burgos.
Empresarios y directivos burgaleses, como Rafael Miranda, Ricardo Arranz, Víctor Martínez y Mercedes de Miguel, se comprometieron a establecer “una red de complicidad” de sus empresas de éxito con Burgos. Se trata de una responsabilidad que asumieron tras participar en la primera reunión de la denominada Red de Empresarios y Directivos en el Exterior, promovida por la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE) y en la que colabora la Universidad de Burgos (UBU).
Esta iniciativa novedosa de la patronal consiste en el desarrollo de un foro –dos reuniones al año– en el que participan empresarios burgaleses o de origen burgalés que desempeñen su actividad fuera de la provincia, dentro o fuera de España, y que expongan sus experiencias “para que surjan nuevas ideas de progreso para Burgos”, expuso el presidente de FAE, Miguel Ángel Benavente.
Como ejemplo de trayectoria, Víctor Martínez nació en Mecerreyes, donde, con sólo ocho años, ya ayudaba a su padre en su peluquería. En los años sesenta, con ayuda de sus padres, abre su propia peluquería, que aún continúa en funcionamiento, en Barcelona. En esa década adquiere una empresa de exportación de posticería e inaugura su propia academia de peluquería. En los setenta se hace con la marca de cosméticos Salerm, que cuenta con dos fábricas, una en España y otra en Venezuela.
Esta iniciativa novedosa de la patronal consiste en el desarrollo de un foro –dos reuniones al año– en el que participan empresarios burgaleses o de origen burgalés que desempeñen su actividad fuera de la provincia, dentro o fuera de España, y que expongan sus experiencias “para que surjan nuevas ideas de progreso para Burgos”, expuso el presidente de FAE, Miguel Ángel Benavente.
Como ejemplo de trayectoria, Víctor Martínez nació en Mecerreyes, donde, con sólo ocho años, ya ayudaba a su padre en su peluquería. En los años sesenta, con ayuda de sus padres, abre su propia peluquería, que aún continúa en funcionamiento, en Barcelona. En esa década adquiere una empresa de exportación de posticería e inaugura su propia academia de peluquería. En los setenta se hace con la marca de cosméticos Salerm, que cuenta con dos fábricas, una en España y otra en Venezuela.
