FUNDÓ EL MUSEO DE TAGUANTAR, CONOCIDO COMO ‘PUEBLOS DE MARGARITA’

Margarita llora la muerte del artista plástico canario-margariteño Pepe García

La cultura margariteña ha perdido a uno de sus baluartes. En horas de la tarde del sábado 15, falleció el artista del barro y el fuego José ‘Pepe’ García, Patrimonio Cultural Viviente del estado Nueva Esparta. 
Margarita llora la muerte del artista plástico canario-margariteño Pepe García
 Foto de archivo de Pepe García, en su taller de Juan Griego.
Foto de archivo de Pepe García, en su taller de Juan Griego.
La cultura margariteña ha perdido a uno de sus baluartes. En horas de la tarde del sábado 15, falleció el artista del barro y el fuego José ‘Pepe’ García, Patrimonio Cultural Viviente del estado Nueva Esparta.
Canario de nacimiento y margariteño de corazón, Pepe García llegó de España hace más de cuatro décadas. Aquí vivió la mayor parte de su vida, recorriendo caminos, recogiendo vivencias, conociendo la historia, la tradición y el sentir venezolano, más aún el sentir margariteño, moldeándolo, en el barro y enmarcándolo en maderas centenarias. Aquí creció como artista haciendo esta tierra suya, así como su historia, cultura y tradiciones.
Pepe llegó a Venezuela en una época en que vivir en España se había hecho muy difícil. Buscando nuevos horizontes, viene a Caracas, luego a Puerto La Cruz (Anzoátegui) y finalmente a Margarita (Nueva Esparta). Al principio, se estableció en Porlamar, donde tuvo una tienda en la que vendía sus artesanías. Luego conoció el Cercado y comenzó a trabajar con los artesanos: “Era como un intercambio, les daba la técnica, pero siempre me gustaba que hicieran lo que sentían, nunca estuve en ninguna escuela siempre lo hago como lo siento” dijo en una entrevista.

Creador del Museo de Taguantar
Más tarde, llegó a Juan Griego, donde instala su Taller de Arte Popular ‘Así con las Manos’. Recorrió el país recogiendo piezas de arte durante 30 años y fundó el Museo de Taguantar, conocido hoy como ‘Pueblos de Margarita’. Trabajó sin descanso y levantó con barro, agua y fuego siete casas representativas de regiones venezolanas, con todo tipo de objetos propios de su artesanía y cultura, para preservar en el tiempo y en el espacio nuestra diversidad cultural.
Problemas de salud, le obligaron a dejar ese sueño por el que tanto trabajó, pero su necesidad de crear creció, consolidándose como el gran artista que fue. Pepe vaciaba su alma cuando moldeaba el barro, decía que desde temprana edad hubo una necesidad de estar en contacto con él. Quizás por eso cada una de sus piezas parece tener vida propia, cada una es historia, misticismo, tradición, vistas a través de su alma, como él las sentía.