FALLECIÓ EN LA LOCALIDAD DE ALTAGRACIA (EDO. GUÁRICO)

Manuel Lorenzo Yánez Fernández fue un impulsor de la canariedad en el Orituco

El pasado sábado 24 de septiembre dejó de existir, en la ciudad de Altagracia de Orituco (estado Guárico), el emigrante canario Manuel Lorenzo Yánez Fernández, de recordada trayectoria en hacer labor de canariedad. Cumpliendo esta labor, fue fundador y primer presidente de la Casa Canaria de Altagracia de Orituco en el año 1964, junto a otros emigrantes canarios –hoy también fallecidos–, entre quienes destacan: Mateo Pérez, Feliciano Ortega y Servando Pérez, que a su vez fueron integrantes junto con él de la primera Junta Directiva del Centro.
Manuel Lorenzo Yánez Fernández fue un impulsor de la canariedad en el Orituco
 Manuel Lorenzo Yánez Fernández, fundador y presidente de la Casa Canaria de Altagracia de Orituco.
Manuel Lorenzo Yánez Fernández, fundador y presidente de la Casa Canaria de Altagracia de Orituco.
El pasado sábado 24 de septiembre dejó de existir, en la ciudad de Altagracia de Orituco (estado Guárico), el emigrante canario Manuel Lorenzo Yánez Fernández, de recordada trayectoria en hacer labor de canariedad.
Cumpliendo esta labor, fue fundador y primer presidente de la Casa Canaria de Altagracia de Orituco en el año 1964, junto a otros emigrantes canarios –hoy también fallecidos–, entre quienes destacan: Mateo Pérez, Feliciano Ortega y Servando Pérez, que a su vez fueron integrantes junto con él de la primera Junta Directiva del Centro. En el Acta de Fundación se ubica un dos (2) de noviembre de 1964.
Manuel Lorenzo Yánez Fernández nació el 5 de septiembre de 1926 en la Villa de Mazo, isla de La Palma (Canarias). Emigró a Venezuela en el mes de mayo de 1951. Yánez Fernández hizo suya esta tierra sin olvidarse de sus raíces canarias. El ‘Señor Manolo’, como también le llamaban con afecto familiares y amigos, formó ejemplar familia con María Nieves Pérez, de cuya unión nacieron Marinelis y Lisbeth Coromoto Yánez Pérez.

Grandes virtudes
A Manolo se le recuerda como gran amigo y gran padre. Siempre profesó gran amor por su familia. Fue gran pilar de comprensión, poseía extraordinarias virtudes, entre ellas le gustaba escuchar, y reflexionaba con una gran paz, hacía entender las dificultades de la vida y cómo enfrentarlas. Con su palabra justa colocaba cada cosa en su lugar.
Cabe destacar que con la fundación de la Casa Canaria junto a otros recordados isleños, Manolo colaboró de manera determinante con el fomento de la canariedad en la localidad del Orituco.
Manuel Lorenzo Yánez Fernández siempre estuvo atento al hermanamiento entre la gente del Orituco, y las numerosas familias de emigrantes canarios que hicieron suya esta hospitalaria región. Que descanse en paz, Manuel Lorenzo Yánez Fernández.