Grupos de música y danza ponen fin al VII Festival de Tradiciones Canarias de Cuba
El VII Festival de Tradiciones Canarias de Cuba concluyó en La Habana con una estupenda actuación de las corales ‘Hespérides’ y ‘Menceyes’ y la coronación de Celia Cazola Mederos, de la ciudad de Santa Clara, como ‘Princesa Dacil’ y Abrahan Enmanuel Almeida, de Santiago de Cuba, como el ‘mencey Guanarterme’, basadas en los conocimientos de los concursantes sobre las islas Canarias. Carmelo González, presidente de la Asociación Canaria de Cuba, quien se encargó de la dirección general del espectáculo, agradeció en sus palabras iniciales en el Teatro América de esta capital la masiva participación de las delegaciones de base de la sociedad y el apoyo del Gobierno canario en los proyectos de la entidad.
Actuaron en la Gala, además de las corales, el grupo de danza de la delegación de la provincia de Villa Clara ‘Rumores del Teide’ que, como ya es habitual en ellos, mostraron los bailes folclóricos canarios y cubanos; el conjunto artístico ‘Los Magos’ de Majagua, de la provincia de Ciego de Ávila que, por estos días, han recibido el reconocimiento de las entidades de cultura de Cuba por su sobresaliente actuación en la manutención de las tradiciones culturales del país.
También actuó el Grupo Tradicional Isleño de Pozas de Cabaigüán; el grupo Canarios de Pinar, y el Grupo Clásico ‘Alfredo Kraus’ de la provincia de Pinar del Río; la agrupación folclórica ‘Islas Canarias’, de La Habana.
Otras actuaciones sobresalientes corrieron a cargo de la Coral Los Meneceyes con la rondalla Timanfaya; los grupos de danza ‘Roque Nublo’, ‘Teide’, ‘Tajinaste’, ‘La Palma’ y ‘Garoe’; y la actuación especial de sonero ancho ‘Amat’, quien se hizo acompañar de la rondalla ‘Islas Canarias’.
En sus palabras, Carmelo González afirmó: “Hoy rendimos homenaje a aquellos isleños que portando sus aperos y herramientas se enfrascaron en una lucha sin igual para transformar las tierras de Cuba en jardines y su campo (…) pegados a la tierra la que regaban con su sudor para mejorar las cosechas y los frutos (…) rompiendo las vírgenes tierras de su patria de adopción” y añadió que “la familia canaria, con su organización, su disciplina, sirvió de ejemplo a todos los pueblos que se asomaron a nuestras tierras”.
Agregó que las “costumbres trasladadas por los canarios a Cuba contribuyeron a formar una cultura canaria-cubana” y aseguró que de Canarias “trajeron la rica comida, caña de azúcar, plátanos, ñames, caballos, cerdos y ovejas que enriquecieron los campos de Cuba que ya tenía tabacos, papas, tomates y maíz, algunos traídos de otros lugares de América”.
