EN SU PRIMERA VISITA A ARGENTINA COMO PRESIDENTE DEL PRINCIPADO

Álvarez-Cascos entregó a José Antonio Nespral la distinción de ‘Hijo Predilecto’ de Asturias

El presidente del Principado de Asturias, Francisco Álvarez-Cascos, entregó, el pasado sábado, en Argentina, la distinción de ‘Hijo Predilecto’ de Asturias al presidente del Centro Asturiano de Buenos Aires José Antonio Nespral.
Álvarez-Cascos entregó a José Antonio Nespral la distinción de ‘Hijo Predilecto’ de Asturias
 Álvarez-Cascos entrega a Nespral el pergamino que le acredita como ‘Hijo Predilecto’ de Asturias.
Álvarez-Cascos entrega a Nespral el pergamino que le acredita como ‘Hijo Predilecto’ de Asturias.

El presidente del Principado de Asturias, Francisco Álvarez-Cascos, entregó, el pasado sábado, en Argentina, la distinción de ‘Hijo Predilecto’ de Asturias al presidente del Centro Asturiano de Buenos Aires José Antonio Nespral. Durante la ceremonia, que contó con la presencia del embajador de España en Argentina, Rafael Estrella; el consejero de Trabajo e Inmigración, Julio Olmos; el cónsul general de España, Eduardo Cerro; el presidente de la Federación de Sociedades Españolas, Pedro Bello; el representante de Cajastur en Argentina, Ignacio Blanco, y de directivos de distintas asociaciones regionales y españolas, el primer mandatario señaló que la distinción es también un reconocimiento a todos los asturianos que, por uno u otro motivo, se vieron obligados a salir de su tierra.

 

En el salón de actos ‘Alejandro Casona’ en la sede céntrica de la asociación, Álvarez-Cascos recordó que en su primer discurso del Día de Asturias, el pasado miércoles día 7 de setiembre en Oviedo, se refirió a la emigración al resto de España y al mundo como “el concejo número 79 de Asturias”. “Un municipio –sentenció– que no es metafórico ni virtual, que no es una colonia más o menos exótica, sino que forma parte, con pleno derecho, de Asturias, y que incluso es la mejor Asturias”.
Por otra parte, destacó que “si en la Edad Media ya se hablaba en plural de las dos Asturias de Oviedo y de Santillana, en la era del futuro nuestra aldea global  tiene que incorporar la tercera, la de la Diáspora que decía el gran Rafael Fernández”.
Durante su primera visita al país como presidente del Principado, Álvarez-Cascos aseguró que hubiera querido disponer, como en un juego de espejos y de sueños, de un millón y pico de distinciones para que en el pecho de todos los asturianos brillase, apuntó, esa insignia que se merecen. Distinción que dedicó “muy especialmente a los que son perdedores en la lucha por la vida: los emigrantes, los parados, los marginados, los que en estos tiempos de apología del bienestar sufren las inclemencias generadas por la pobreza o por el egoísmo de quienes han convertido su destino en una lucha de Davides y Goliathts, de buenos y malos, de poderosos y de menesterosos, de gentes hundidas en la necesidad o entronizadas en la autocomplacencia”.
Además, hizo una breve referencia a las mujeres de la emigración, “porque en demasiadas ocasiones –aseguró– esta aventura se ha interpretado como asunto exclusivo de varones, como cosa de hombres”. “Las mujeres de la emigración, tanto en América desde inicios del pasado siglo como en la Europa que acogió a numerosos españoles y asturianos en el exilio –razonó–, han sido las grandes protagonistas de la emigración. Y no exclusivamente en el admirable papel maternal o doméstico, sino como creadoras de riqueza, como personas comprometidas por sacar a su familia adelante, por integrarse a una sociedad distinta, por asumir unas costumbres nuevas, por aportar calor en los momentos de desaliento o cordura cuando alguien era tentado a hacer castillos en el aire”.


Profundamente emocionado
Profundamente emocionado, José Antonio Nespral agradeció, por su parte, el reconocimiento que, aunque no es el primero, ya que a lo largo de su trayectoria de más de 50 años de trabajo a favor de los asturianos residentes en el país ha recibido numerosas distinciones y condecoraciones, es sin embargo, el más sentido por provenir de su tierra natal, manifestó.
A su lado, se ubicó su esposa, apoyándole; detrás de bambalinas, su hija –María Luján–, quien estuvo en todos los detalles para que la ceremonia se desarrollara como estaba previsto y desde el público el resto de la familia e invitados.
Antecediendo las intervenciones de Nespral y Álvarez-Cascos, y a modo de presentación, se proyectaron en una pantalla gigante imágenes que dieron cuenta de los momentos que marcaron hitos en la vida del presidente del Centro Asturiano y fueron las gaitas de la banda de la asociación las que con el Himno de Asturias dieron por terminado el acto formal de entrega de la distinción.
Seguidamente, los presentes compartieron un vino de honor, en la antesala del primer piso de la institución y pudieron recorrer la exposición de la colección privada del Centro Asturiano. La muestra, que adornan una galería interna del primer piso, reúne óleos de Eugenio Hermosos Martínez, José Purón Sostres, Julián Gómez Frailes, Juan Peláez, Rafael Borbolla, Julio Magán, Augusto Mateau y Juan Carlos Durán, entre otros artistas que retratan la campiña asturiana de principios del siglo pasado.
En el primer piso también, el jefe del Ejecutivo regional firmó el libro de visitantes ilustres de la institución donde expresó sus mejores deseos para el Centro y les deseó buenas expectativas porque las asociaciones de la colectividad fundadas en solidaridad mantengan su tradición, en tiempos, dijo, en los que pareciera que no está bien visto hacer algo por los demás.

Promesa cumplida
El primer mandatario, que ya había hecho escala en la capital argentina el pasado mes de abril, en plena campaña proselitista, cumplió con esta visita su promesa de regresar como presidente y lo hizo acompañado por el consejero de Presidencia, Florentino Alonso Piñón, para entregarle en mano la designación de ‘Hijo Predilecto’ de Asturias a José Antonio Nespral, a quien conoció, según explicó, en su primer viaje a la Argentina en el año 1979.
Por último, Cascos recordó que por decisión del Consejo de Gobierno del Principado de Asturias esta misma distinción también se le asignó a Juan Cueto Sierra, emigrante y principal accionista de la compañía aérea chilena Lan, y al economista José Ramón Álvarez Rendueles.