Un total de 72 alumnos de ocho países diferentes participan en los seis talleres que se imparten

Ilusión y muchas ganas de aprender entre los alumnos del programa ‘Escolas Abertas’

Aprender y mejorar son las expresiones que más se escuchan entre los participantes en el programa ‘Escolas Abertas’, un grupo variopinto con diferentes edades y procedentes de ocho países, pero con la ilusión de trabajar y profundizar en la cultura gallega como nexo de unión.

Ilusión y muchas ganas de aprender entre los alumnos del programa ‘Escolas Abertas’
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El responsable de Emigración saludó a los participantes de los diferentes talleres.

Durante diez días, estos 72 alumnos mejorarán su técnica y su didáctica, pero, como aseguró durante la inauguración del curso el secretario xeral de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, esto “podíamos haberlo hecho en cualquier otro lugar del mundo” desplazando allí profesores, pero el objetivo también es que puedan estar en Galicia y conocer de primera mano su cultura para llevarla luego a sus lugares de residencia.

Además, la convivencia con gente de ocho países “es una riqueza increíble”. “Qué pueblo puede estar creando cultura simultáneamente en 145 países diferentes”, se preguntó el responsable de Emigración. En concreto hay 27 participantes de Argentina; 12 de España; 9 de Uruguay; y otros 9 de Cuba; 7 de Brasil; 5 de Venezuela; 2 de México y 1 de Chile.

Miranda les pidió que aprovechen todo lo que puedan y, “en el momento en el que lleguéis a cada uno de los lugares donde vivís, divulguéis esa cultura, ya sea bailando, cantando, o con el sonido de nuestra gaita que en cualquier lugar del mundo cuando la escuchamos no pueda haber un gallego al que no se le pongan los pelos de punta”.

El responsable de Emigración insistió en que trabajen “muy en serio” y “con seriedad porque no podemos defraudar a los gallegos que hacen posible que todos hoy estemos aquí”.

Esta petición no va a caer en saco roto porque los participantes acuden al curso con la idea de sacar el máximo provecho posible. “Queremos exprimir a los profes y sacarles todo lo que saben”, destaca Ignacio Geuna, un joven veinteañero procedente de Buenos Aires que lleva un año dando clases de baile en el Centro Lalín, A Golada y Silleda y pertenece al cuerpo de baile del Centro Galicia de Buenos Aires.

Este bisnieto de gallegos subraya que “la emoción de estar aquí es terrible”. Esta es la segunda vez que viene a la tierra de su familia porque ya estuvo en la celebración del Xacobeo. En esa misma celebración y con el mismo grupo del Centro Galicia estuvo Lucila Martín, que acude al taller de percusión.

Con ellos están otros jóvenes de Argentina que son descendientes de gallegos y recuerdan que ellos se criaron en los centros. Lucero Berman, de Xeito Novo, es nieta de gallegos y “desde muy chiquita me paso el fin de semana metida ahí escuchando la pandereta, cantando y fui creciendo y conociendo mucha gente, pero estar aquí es aprender desde otro lugar muy distinto”. “Como decía el secretario –continúa–, es venir a la fuente y para mí es superenriquecedor, es una experiencia relinda”.

Lucía y Micalea Chaves son dos hermanas procedentes de la localidad argentina de Rosario que participarán en el curso de confección de traje tradicional y de baile, respectivamente, y precisan que estar en Galicia supone una “enorme felicidad” y que vienen con “ganas de aprender y formarse” para poder “difundir” todo el conocimiento que “saquemos de aquí”.

La experiencia de José Manuel Martínez Sampedro es totalmente diferente, ya que él es de la localidad de Palmeira, en el municipio coruñés de Ribeira, y reside en Alcalá de Henares, en cuyo centro gallego lleva un año dando clases de percusión, pandereta y canto. “Vengo todos los años a Galicia, a casa, pero la oportunidad que se ofrece aquí de impartir clases a profesorado para luego poder impartir después correctamente allí, en Alcalá, es una oportunidad única”, resaltó.

Su objetivo, explica, es “impartir mejor las clases que yo doy allí, aprender cosas nuevas. Vengo con la mente muy abierta, a ver qué me pueden enseñar para luego yo después poder mostrarlo durante las clases que ofrezco”.

Los gallegos que se vieron obligados a salir de su tierra se integraron en los países a los que fueron a la vez que sembraban el amor por su tierra. “El gallego –dijo Miranda– es por naturaleza inclusivo” y eso “lo sabéis muy bien algunos de los que estáis aquí, que no sois gallegos ni españoles, pero sin embargo algún centro gallego os acogió, vosotros aceptasteis ese acogimiento y ahora enseñáis cultura gallega. Esto es magnífico y un ejemplo de nuestra tierra para la humanidad”.

Entre los asistentes que no son gallegos, pero fueron acogidos por centros donde residen se encuentran Vicenta Osa y Alicia Gallardo, residentes en Alicante y Chile, respectivamente.

Si la mayoría de los participantes tienen que buscar entre sus ascendientes a los gallegos, Alicia Gallardo lo hace entre sus descendientes, ya que su nuera es gallega y sus nietos ya tienen pasaporte español. En todo caso, ella siente ese amor por Galicia que ya le transmitieron sus padres, que “ya antes de casarse pertenecían al Centro Gallego de Punta Arenas” y cuando se fueron a la capital se integraron en el Centro Gallego de Santiago de Chile, donde, actualmente, participa en el grupo de canto y percusión con el que vino en el pasado Xacobeo.

Por su parte, Vicenta Osa se acercó al Centro Gallego de Alicante porque le atraía mucho la cultura gallega. “Me despertó las ganas Carlos Núñez –reconoce–, que me influenció tanto que dije que tenía que aprender a tocar la gaita”. Ahora está en el grupo de gaita y su intención “es perfeccionar las canciones que tocamos y aprender cosas nuevas”.

Seis cursos diferentes

Todo el trabajo que van a hacer los participantes estará dirigido por un grupo de profesores que “van a ser muy exigentes con vosotros”, advirtió Miranda durante la inauguración de ‘Escolas Abertas’, donde se impartirán varios talleres: Baile tradicional, que dirigirán Noemí Rodríguez y Adrián Casal y contará con 24 alumnos; canto popular y pandereta, con Nerea García al frente y al que asistirán 13 alumnos; gaita tradicional, con Diego Prieto y otros 13 participantes; percusión, con Carla González al frente y en el que están matriculados 9 personas; formación de personal directivo, impartido por Belén Candal y Ricardo Riveiro, con 8 alumnos, y confección de traje tradicional que tendrán un total de 5 alumnos y está dirigido por Mercedes Beites.

“Para los nuevos alumnos que tuvimos este año y para los del año pasado, supone un conocimiento de cultura, ellos vienen a empaparse de todo lo que es la cultura gallega y vamos a transmitirle todo nuestro mejor saber”, asegura Mercedes Beites, quien hace hincapié en que es una oportunidad para los centros y para los alumnos “porque muchos de ellos nunca pisaron Galicia” y es una oportunidad de conocer la realidad de la comunidad porque muchas veces tienen “una Galicia idealizada”.

En todo caso, los profesores también reciben el entusiasmo de los alumnos, ya que “viven esta experiencia muy intensamente”, cuenta Diego Prieto, que señala que “al final acabas aprendiendo tú más de ellos que ellos de ti y eso es algo maravilloso”.