UNAS 400 PERSONAS ASISTIERON A LA FESTIVIDAD ORGANIZADA POR LA COLECTIVIDAD MADRILEÑA, PRESIDIDA POR ELÍAS VILA
Madrileños de Chile honran a San Isidro
San Isidro ha cumplido con uno de sus atributos señeros: provocar la lluvia benéfica. Ayer, viernes 14 de mayo, amaneció lloviendo en Santiago del Nuevo Extremo, cuando la Colectividad Madrileña, presidida por el dinámico dirigente Elías Vila Botija, se preparaba a celebrar una fiesta de gala en Estadio Español de Las Condes, en honor del patrono de Madrid y de muchas villas y localidades de España… Cuando aquí desgrano sus nombres, recuerdo lo que afirma el escritor Jorge Edwards: “Puede uno disfrutar en todo momento el sabor de los sonoros nombres y topónimos de las Españas”.
Cuando llegues a Madrid, chulona mía
voy a hacerte emperatriz de Lavapiés
y alfombrarte con claveles la Gran Vía
y a bañarte con vinillo de Jerez…
San Isidro ha cumplido con uno de sus atributos señeros: provocar la lluvia benéfica. Ayer, viernes 14 de mayo, amaneció lloviendo en Santiago del Nuevo Extremo, cuando la Colectividad Madrileña, presidida por el dinámico dirigente Elías Vila Botija, se preparaba a celebrar una fiesta de gala en Estadio Español de Las Condes, en honor del patrono de Madrid y de muchas villas y localidades de España… Cuando aquí desgrano sus nombres, recuerdo lo que afirma el escritor Jorge Edwards: “Puede uno disfrutar en todo momento el sabor de los sonoros nombres y topónimos de las Españas”. Y es que San Isidro es agasajado en Miraflores de la Sierra, Talavera de la Reina, Navalcarnero, San José de Malcocinado, Alameda y Estepona, Los Realejos, Mazuerras de Cantabria, Paterna del Campo, Garganta de los Montes, Cenizate de la provincia de Albacete, y en innumerables pueblos peninsulares…
Hoy sábado 15 de mayo, Antonio María Rouco Varela, Cardenal Arzobispo de Madrid, presidirá una solemne Eucaristía en la Colegiata de San Isidro. La ciudad se viste de gala para celebrar romerías y verbenas al ritmo de chotis en los barrios más castizos: las Vistillas, Lavapiés y los aledaños de la Plaza Mayor, sin olvidar la ya famosa Pradera de San Isidro, junto a la iglesia del Santo. Allí, los madrileños acuden vestidos de chulapos para cumplir con la tradición: beber agua del santo, disfrutar de una comida con familia y amigos y degustar el dulce típico del día, las famosas rosquillas en sus dos modalidades: las tontas y las listas.
San Isidro, cuyo nombre era Isidro de Merlo y Quintana, estuvo casado con Santa María de la Cabeza. Su amo fue el noble Juan de Vargas y en su casa en Madrid hay actualmente un museo con exposiciones temporales sobre temas madrileños y también con recuerdos relativos a la vida del santo. Debido a su profesión de labrador, se le considera también patrono de los labradores y es venerado en muchos pueblos con procesiones en las que se bendicen los campos, invocando la fertilidad de las mujeres y de la tierra.
También en Chile el santo de la lluvia exhibe su popularidad en Cuz Cuz, Illapel; en Cuncumén, Choapa… Además, en el patio principal de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Pontificia Universidad Católica de Chile, se encuentra una imagen de San Isidro Labrador, patrono de dicha escuela. Cada año la Facultad celebra la ‘Semana de San Isidro’ con actividades para profesores, alumnos y funcionarios. (Este año, sus patios llovidos recibieron la música de gaita de José María Moure).
A las 20:30 horas del viernes 14 de mayo se inició la fiesta madrileña en Estadio Español, encabezada por el presidente de la Colectividad Madrileña de Chile, Elías Vila, y su esposa. Le secundaban los directores Fernando Villarino, Antonio Córdoba, Fernando Melgarejo, Francisco Cortés y Mercedes Calpes, entre otros. Juan Ignacio Maiza Melero, presidente de Estadio Español, era el atildado y gentil anfitrión. El cónsul, Víctor Fagilde, llegó acompañado de su mujer, María Herminia González. Digno realce para una fiesta engalanada de claveles rojos y bellas féminas de una de las más entusiastas y activas colectividades hispanas de Chile.
Elías Vila abrió la ceremonia con un breve discurso, destacando la importancia de la fiesta del Patrono de Madrid y haciendo mención a los beneficios vigentes en virtud del convenio suscrito con autoridades de Madrid. Comunicó a los presentes la apertura de una sede propia de la Colectividad Madrileña, sita en la calle Coimbra, en Santiago de Chile. Dio a conocer, sucintamente, los alcances del convenio de cooperación 2009, suscrito con AME (Agencia Madrileña para la Emigración), que posibilitará el retorno de los emigrantes de la diáspora que lo deseen a Madrid.
Víctor Fagilde, en su fino estilo discursivo donde campea el buen humor gallego, reseñó el origen de esta celebración tradicional en España, congratulándose de que su primer acto oficial como cónsul en Chile había sido, precisamente, con los madrileños.
Rocío Pérez, secretaria del embajador de España, Juan Manuel Cabrera –quien se excusó de asistir al encuentro–, hizo de presentadora, con perfecta dicción y dulce acento madrileño, recordando que el popular cantante Raphael, este año 2010, había dado la partida a las fiestas de San Isidro en la Gran Vía de Madrid. Entregó los saludos epistolares de Pilar Pin y de Victoria Cristóbal, que fueron especialmente aplaudidos por la concurrencia.
Después de los discursos, la música llenó el Salón de los Reyes con pasodobles y canciones tradicionales, interpretadas lucidamente por la Agrupación Musical Madrileña, que integran entusiastas socias y socios de la colectividad. La actuación del grupo concluyó con el chotis ‘Madrid’, del popularísimo compositor mexicano Agustín Lara, pieza que cantaba, junto al maestro, la insuperable Lola Flores.
Enseguida, los asistentes –cuatrocientas personas– disfrutaron de una animada cena, amenizada por el conjunto de baile de la colectividad. Afuera, San Isidro descargaba cumplidamente las aguas del Mayo otoñal sobre Santiago del Nuevo Extremo. El cronista que esto escribe recordó, en silencio, las efemérides de la primavera de Mayo en la capital de España, el día 2 de este mes singular y su connotación conmemorativa de la lucha por la independencia, simbolizada en los elocuentes cuadros de Francisco de Goya y Lucientes. Evocó, asimismo, a Francisco Umbral y su Trilogía de Madrid, epopeya viva de una de las ciudades más emblemáticas de nuestra cultura hispana, que el fino y agudo escritor nos enseña a amar como a una dueña gentil y apasionada que jamás agota el vértigo de sus misterios.
voy a hacerte emperatriz de Lavapiés
y alfombrarte con claveles la Gran Vía
y a bañarte con vinillo de Jerez…
San Isidro ha cumplido con uno de sus atributos señeros: provocar la lluvia benéfica. Ayer, viernes 14 de mayo, amaneció lloviendo en Santiago del Nuevo Extremo, cuando la Colectividad Madrileña, presidida por el dinámico dirigente Elías Vila Botija, se preparaba a celebrar una fiesta de gala en Estadio Español de Las Condes, en honor del patrono de Madrid y de muchas villas y localidades de España… Cuando aquí desgrano sus nombres, recuerdo lo que afirma el escritor Jorge Edwards: “Puede uno disfrutar en todo momento el sabor de los sonoros nombres y topónimos de las Españas”. Y es que San Isidro es agasajado en Miraflores de la Sierra, Talavera de la Reina, Navalcarnero, San José de Malcocinado, Alameda y Estepona, Los Realejos, Mazuerras de Cantabria, Paterna del Campo, Garganta de los Montes, Cenizate de la provincia de Albacete, y en innumerables pueblos peninsulares…
Hoy sábado 15 de mayo, Antonio María Rouco Varela, Cardenal Arzobispo de Madrid, presidirá una solemne Eucaristía en la Colegiata de San Isidro. La ciudad se viste de gala para celebrar romerías y verbenas al ritmo de chotis en los barrios más castizos: las Vistillas, Lavapiés y los aledaños de la Plaza Mayor, sin olvidar la ya famosa Pradera de San Isidro, junto a la iglesia del Santo. Allí, los madrileños acuden vestidos de chulapos para cumplir con la tradición: beber agua del santo, disfrutar de una comida con familia y amigos y degustar el dulce típico del día, las famosas rosquillas en sus dos modalidades: las tontas y las listas.
San Isidro, cuyo nombre era Isidro de Merlo y Quintana, estuvo casado con Santa María de la Cabeza. Su amo fue el noble Juan de Vargas y en su casa en Madrid hay actualmente un museo con exposiciones temporales sobre temas madrileños y también con recuerdos relativos a la vida del santo. Debido a su profesión de labrador, se le considera también patrono de los labradores y es venerado en muchos pueblos con procesiones en las que se bendicen los campos, invocando la fertilidad de las mujeres y de la tierra.
También en Chile el santo de la lluvia exhibe su popularidad en Cuz Cuz, Illapel; en Cuncumén, Choapa… Además, en el patio principal de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Pontificia Universidad Católica de Chile, se encuentra una imagen de San Isidro Labrador, patrono de dicha escuela. Cada año la Facultad celebra la ‘Semana de San Isidro’ con actividades para profesores, alumnos y funcionarios. (Este año, sus patios llovidos recibieron la música de gaita de José María Moure).
A las 20:30 horas del viernes 14 de mayo se inició la fiesta madrileña en Estadio Español, encabezada por el presidente de la Colectividad Madrileña de Chile, Elías Vila, y su esposa. Le secundaban los directores Fernando Villarino, Antonio Córdoba, Fernando Melgarejo, Francisco Cortés y Mercedes Calpes, entre otros. Juan Ignacio Maiza Melero, presidente de Estadio Español, era el atildado y gentil anfitrión. El cónsul, Víctor Fagilde, llegó acompañado de su mujer, María Herminia González. Digno realce para una fiesta engalanada de claveles rojos y bellas féminas de una de las más entusiastas y activas colectividades hispanas de Chile.
Elías Vila abrió la ceremonia con un breve discurso, destacando la importancia de la fiesta del Patrono de Madrid y haciendo mención a los beneficios vigentes en virtud del convenio suscrito con autoridades de Madrid. Comunicó a los presentes la apertura de una sede propia de la Colectividad Madrileña, sita en la calle Coimbra, en Santiago de Chile. Dio a conocer, sucintamente, los alcances del convenio de cooperación 2009, suscrito con AME (Agencia Madrileña para la Emigración), que posibilitará el retorno de los emigrantes de la diáspora que lo deseen a Madrid.
Víctor Fagilde, en su fino estilo discursivo donde campea el buen humor gallego, reseñó el origen de esta celebración tradicional en España, congratulándose de que su primer acto oficial como cónsul en Chile había sido, precisamente, con los madrileños.
Rocío Pérez, secretaria del embajador de España, Juan Manuel Cabrera –quien se excusó de asistir al encuentro–, hizo de presentadora, con perfecta dicción y dulce acento madrileño, recordando que el popular cantante Raphael, este año 2010, había dado la partida a las fiestas de San Isidro en la Gran Vía de Madrid. Entregó los saludos epistolares de Pilar Pin y de Victoria Cristóbal, que fueron especialmente aplaudidos por la concurrencia.
Después de los discursos, la música llenó el Salón de los Reyes con pasodobles y canciones tradicionales, interpretadas lucidamente por la Agrupación Musical Madrileña, que integran entusiastas socias y socios de la colectividad. La actuación del grupo concluyó con el chotis ‘Madrid’, del popularísimo compositor mexicano Agustín Lara, pieza que cantaba, junto al maestro, la insuperable Lola Flores.
Enseguida, los asistentes –cuatrocientas personas– disfrutaron de una animada cena, amenizada por el conjunto de baile de la colectividad. Afuera, San Isidro descargaba cumplidamente las aguas del Mayo otoñal sobre Santiago del Nuevo Extremo. El cronista que esto escribe recordó, en silencio, las efemérides de la primavera de Mayo en la capital de España, el día 2 de este mes singular y su connotación conmemorativa de la lucha por la independencia, simbolizada en los elocuentes cuadros de Francisco de Goya y Lucientes. Evocó, asimismo, a Francisco Umbral y su Trilogía de Madrid, epopeya viva de una de las ciudades más emblemáticas de nuestra cultura hispana, que el fino y agudo escritor nos enseña a amar como a una dueña gentil y apasionada que jamás agota el vértigo de sus misterios.
