EN EL XVI FESTIVAL CONTINENTAL DE FOLKLORE Y TRADICIONES CANARIAS EN AMÉRICA

Los trinos canarios retumbaron en los Andes venezolanos

Eran aproximadamente las 6 de la tarde del 11 de octubre cuando estacionamos el carro en la despejada calle, poco antes del edificio del Rectorado de la Universidad de Los Andes (ULA), para minutos después pasar a pie por un lado de la Plaza Bolívar, de donde salían los sones de un alegre pasacalle de los componentes de la Banda Sinfónica Municipal del estado Mérida, en la retreta dedicada a la celebración de la onomástica 451 de la Ciudad de Mérida, de su fundación, acaecida sólo dos días antes.
Los trinos canarios retumbaron en los Andes venezolanos
 Miguel Ángel Machín –2º por la izqda.–, Guillermina Hernández, José Luis Perestelo y Juan Ramón Rodríguez, durante una comida previa al Festival.
Miguel Ángel Machín –2º por la izqda.–, Guillermina Hernández, José Luis Perestelo y Juan Ramón Rodríguez, durante una comida previa al Festival.
Eran aproximadamente las 6 de la tarde del 11 de octubre cuando estacionamos el carro en la despejada calle, poco antes del edificio del Rectorado de la Universidad de Los Andes (ULA), para minutos después pasar a pie por un lado de la Plaza Bolívar, de donde salían los sones de un alegre pasacalle de los componentes de la Banda Sinfónica Municipal del estado Mérida, en la retreta dedicada a la celebración de la onomástica 451 de la Ciudad de Mérida, de su fundación, acaecida sólo dos días antes.
Rechazamos la tentación de formar parte de la respetable audiencia que ensimismada disfrutaba del concierto en frente de la Gobernación y apuramos los pasos para llegar al ‘Centro Cultural Don Tulio’, en donde se iba a celebrar el ‘XVI Festival Continental de Folklore y Tradiciones Canarias en América’ y en cuyas afueras se estaban concentrando los componentes, en esta ocasión de 29 conjuntos, entre cuerpos de baile y rondallas, que desde 1993, se han reunido en Venezuela, constituyendo sin duda el mayor espectáculo de tradiciones folklóricas canarias de América. Ello se debe a la existencia en la tierra venezolana del mayor contingente de españoles nacidos en Canarias, así como de sus descendientes, de contar con más de 50 entidades, que con distintos nombres, se esparcen por 16 de los 24 estados venezolanos.
Una vez en las instalaciones internas del Centro Cultural, los grupos, en los que predominan  jóvenes, y no muchos mayores, nacidos en Canarias, convierten a los pasillos, en un escaparate de trajes típicos de las islas, con diferentes gorros y sombreros, en un lugar para afinar los instrumentos de cuerda y para calentar las voces, en fin en punto de encuentro, para dialogar, contrastar opiniones y hacer algún que otro nuevo conocido.
Ello permitió que la sala de butacas, de 1.000 asientos, se colmase en casi su totalidad, poco antes de que los ilustres visitantes que vinieron, en su mayoría, de las Islas, ocuparan el palco para presenciar el Festival, que por primera vez se realizaba en Los Andes venezolanos y en el Occidente del país. Entre ellos se encontraban José Luis Perestelo Rodríguez, diputado canario ante las Cortes españolas; Guillermina Hernández Martín, viceconsejera de Emigración del Gobierno canario; Miguel Ángel Machín Hernández, director de Relaciones con América; y Jacinto Pérez Acosta, delegado del Gobierno de Canarias en Venezuela, así como Juan Ramón Rodríguez, alcalde de Los Llanos de Aridane de la Isla de La Palma; Begoña Rojas, vicecónsul de España en Barinas; y Mary Expósito de Hidalgo, presidenta del Hogar Canario de Mérida (HCM).
El escenario que coronaba el patio de butacas se hallaba vistosamente adornado, con columnas con lemas alusivos al evento, que limitaban el dividido telón negro que era corrido manualmente por dos muchachos vestidos con trajes típicos, cada vez que culminaban la intervención de las rondallas musicales. Ramos de coloridas flores se expusieron en muchos puntos del escenario, entre ellos a lo largo del pie del borde que los separaba del patio de butacas, por lo que no había disculpas para disfrutar del espectáculo, que se inició ya pasadas las  6:30 de la tarde y que finalizó cerradas las 11:00, después de presentar los 10 bloques, en que fue dividida esta tarde-noche de empacho de folklore canario, aderezado con una pizca de la región andina.
Rompe la presentación la Rondalla ‘Guanarteme’ del Hogar Hispano de Valencia (HHV) con un alegre popurrí de populares canciones canarias, seguido de  un recorrido por los bailes canarios, interpretados por grupos folklóricos de Aragua (Centro Hispano Venezolano), con vestidos muy vistosos.
A estas actuaciones le siguen las palabras de bienvenida de la presidenta de la entidad organizadora, Hogar Canario de Mérida, Mary Expósito, y de la viceconsejera de la Emigración, Guillermina Hernández Martín, la promotora de sacar el festival de los estados centrales, y que a pesar de la crisis económica, anuncia desde ya, la realización del venidero en la ciudad de El Tigre (estado Anzoátegui).
Después siguieron los bloques dedicados a cada una de las Islas, que interpretaron con entrega y esmero cada uno de los grupos, la parte que le asignaron los organizadores. Cada actuación fue calurosamente aplaudida por el público presente, que llegó a exclamar a uno de los espectadores, que “el Festival lo había liberado de la tristeza, que le produjo la pérdida de los últimos programas de Tenderete”, que se retransmite semanalmente por el canal internacional de TVE (Televisión Española).
Todas las presentaciones fueron espectaculares, pero, para mi gusto, la que se llevó ‘la palma’, fue la de los ‘herreños’, por lo del “Viva la Virgen” y por la procesión de la pequeña imagen de San Roque. La noche culminó con una isa parrandera, que hizo saltar de los asientos a espectadores y participantes.
Se pudo palpar la alegría y el buen sabor que caló entre los asistentes, sobre todo en los más jóvenes, con los que se asegura la continuidad de las costumbres y tradiciones canarias en Venezuela y además tuvieron la oportunidad de conocer una parte de este hermoso país y contribuyeron a que los “trinos de los canarios resonasen en Los Andes”.