EL GOBIERNO HABILITÓ UNA PARTIDA DE 1,2 MILLONES

El Principado se vuelca con los damnificados del terremoto de Haití

El devastador terremoto de Haití hace emerger una vez más la solidaridad de los asturianos, que desde las instituciones hasta el último de los ciudadanos, que aporta su donativo de forma anónima, han respondido con un paso al frente a la urgencia del momento y se han volcado con los damnificados.
El Principado se vuelca con los damnificados del terremoto de Haití
 El padre Ángel, de Mensajeros de la Paz.
El padre Ángel, de Mensajeros de la Paz.

El devastador terremoto de Haití hace emerger una vez más la solidaridad de los asturianos, que desde las instituciones hasta el último de los ciudadanos, que aporta su donativo de forma anónima, han respondido con un paso al frente a la urgencia del momento y se han volcado con los damnificados. La Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo cooordina las ayudas institucionales hacia ese país, para lo que habilitó una partida de 1,2 millones de euros, que podrían incrementarse si las circunstancias lo demandan, según dijo su responsable, Rafael Palacios. 

 

Aunque el objetivo prioritario de las ayudas a Haití es tratar de rescatar al mayor número de personas posible debajo de los escombros, Palacios insiste en que lo fundamental será “la post-emergencia”, colaborando en la reconstrucción de un país “cuya capital es un enorme basurero”. Ayuntamientos como los de Oviedo y Gijón ya han anunciado sus propias aportaciones económicas para la nación caribeña.
Algunos asturianos arrimarán el hombro en el mismo escenario de la catástrofe. Es el caso del ovetense José Luis García, un técnico de 32 años que forma parte de la Unidad de Respuesta Inmediata de Telecomunicaciones que Cruz Roja ha desplazado a Haití. “Ahora siento un cúmulo de tensión, nervios y también alegría por hacer algo útil”, dijo antes de partir a una misión en la que se ocupará de establecer “comunicaciones de telefonía vía satélite y de radio para todos los equipos de Cruz Roja, tanto interior como con el exterior”, tarea clave para el trabajo de reconstrucción en el que “si no tienes comunicaciones es como estar ciego”, explicó.
También estará en Haití el presidente de Mensajeros de la Paz, el padre Ángel García, que partió con el primer envío de ayuda humanitaria y personal técnico que envía su ONG. Y la gran mayoría de organizaciones de cooperación que trabajan en Asturias recogen donativos que ayuden a devolver la esperanza al país más pobre de América.


El terremoto en primera persona
“Cansado, emocionado, aterrado...”. Éstas fueron las primeras impresiones de Samuel Riestra Río, un guardia civil asturiano que vivió en primera persona el terremoto en Haití, donde se encuentra en misión de estabilización y que estuvo en contacto vía ‘messenger’ con su esposa, Conchi Robledo, a quien tranquilizó a las pocas horas de que el seísmo devastara ese país.
El agente de la escala básica, que está destinado en el departamento de Tráfico de la Comandancia de Oviedo, manifestó estar muy apenado por lo que veía y por la desolación que presentaba Puerto Príncipe, la capital del país, tras la enorme sacudida, pero a la vez “satisfecho por poder prestar ayuda a una gente que lo está pasando mal y que necesita que todo el mundo les ayude” para recuperarse de la tragedia.
Riestra, de 44 años, viajó a Haití en diciembre junto con un grupo de guardias civiles, entre los que también se encuentra el sargento del grupo de emergencias de actividades subacuáticas José Andrés Pecino, de 40 años y que ya estuvo en otra ocasión en la isla. Pecino, de origen gallego, lleva muchos años en Asturias.