LOS SOCIALISTAS ESTIMAN QUE LA INFLUENCIA DE LA RETIRADA DEL VOTO EXTERIOR EN LAS MUNICIPALES SERÁ MENOR

El PP espera recuperar 14 alcaldías tras la supresión del voto emigrante

La supresión del voto emigrante en los comicios locales podría dar un vuelco favorable a la derecha en catorce alcaldías asturianas. De hecho, los populares confían en recuperar ese poder territorial con la eliminación del escrutinio de los emigrantes en las elecciones municipales de 2011.
El PP espera recuperar 14 alcaldías tras la supresión del voto emigrante
 Ovidio Sánchez –a la izquierda–, durante un viaje institucional a China. A la derecha, Vicente Álvarez Areces.
Ovidio Sánchez –a la izquierda–, durante un viaje institucional a China. A la derecha, Vicente Álvarez Areces.

La supresión del voto emigrante en los comicios locales podría dar un vuelco favorable a la derecha en catorce alcaldías asturianas. De hecho, los populares confían en recuperar ese poder territorial con la eliminación del escrutinio de los emigrantes en las elecciones municipales de 2011. Los diputados del PSOE y del PP han ultimado un acuerdo en la Subcomisión del Congreso para restringir el voto a los españoles que integran el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA), de tal forma que los emigrantes sólo tengan derecho al sufragio en las elecciones autonómicas y en las generales.

 

El censo de emigrantes asturianos ya ronda los 80.000 ciudadanos y conformarían al cuarto concejo de Asturias. Además, con el estancamiento demográfico de la región, su voto es más relevante. A la vista de los resultados de los últimos comicios, un máximo de 14 alcaldías podría pasar a manos del Partido Popular. O, al menos, eso es lo que espera la formación política. 
Estos ayuntamientos se sumarían a la docena que controlan en la actualidad los populares en las elecciones municipales que se celebrarán en la primavera del próximo año.
Los socialistas asturianos consideran que la influencia de la retirada del voto emigrante en las municipales será bastante menor, aunque no le ponen cifras y argumentan que en las elecciones de hace tres años apenas votaron 4.000 asturianos residentes en el exterior, mientras que en los comicios autonómicos participaron más de 15.000.
Los municipios de Caso, Piloña, Ribadesella, Cabrales, Belmonte, Salas, Vegadeo, Navia, Allande, Santa Eulalia de Oscos, El Franco o Villaviciosa son algunos de los concejos en los que pueden producirse algunos cambios en los escrutinios.
Los populares fueron la fuerza más votada en varios de esos concejos hace tres años, pero la política de pactos, varios entre PSOE e Izquierda Unida, les impidieron hacerse con el bastón de mando municipal.
Los populares gobiernan en la actualidad 12 municipios en Asturias tras el descalabro electoral que sufrieron en las elecciones locales de 2007, cuando perdieron feudos tradicionales como los municipios de Navia, Piloña o Ribadesella.
Aquellas elecciones sirvieron para consolidar la hegemonía socialista en el mapa de la Asturias municipalista, ya que el PSOE se hizo con el gobierno de medio centenar largo de ayuntamientos del Principado.
Uno de los análisis extraídos por el PP regional de aquel varapalo electoral fue que habían perdido varias alcaldías por un porcentaje inferior al 10 por ciento de los votos y que en alguno de esos casos el escrutinio procedente de la diáspora había resultado decisivo para no lograr la mayoría absoluta en varios concejos. Aquel punto de inflexión llevó a los populares a reforzar y a renovar sus equipos y estrategias en los ámbitos locales.
La dirección del PP, además, situó el voto emigrante en su punto de mira. “De cada cuatro votos de la emigración, tres son para el PSOE y uno para el PP”, repiten con insistencia.
De ahí que la negociación política, en el Congreso de los Diputados, para restringir el voto a la población emigrante haya sido vista siempre con simpatía en las filas populares.
De hecho, el comité de alcaldes del PP asturiano votó hace unas semanas a favor de la propuesta para retirar el voto a la población emigrante no sólo en las elecciones municipales, sino también en las autonómicas, una pretensión que finalmente no prosperó en el Congreso de los Diputados debido, en parte, al malestar expresado por varias federaciones socialistas, entre ellas la asturiana, y también a la fuerte oposición mostrada por la emigración, a través de sus colectivos y también de las redes sociales de internet, donde hubo un movimiento muy activo.
El PP asturiano justifica la retirada del voto emigrante en la lejanía social y de la política diaria de una población que, sin embargo, puede resultar determinante en los comicios.
Mientras, en las filas socialistas se niegan a recortar “este derecho fundamental de la comunidad asturiana en el exterior”.