AFIRMA EL DIRECTOR DE ORQUESTA GIJONÉS HUGO CARRIO AVELLO

“Formar parte de una orquesta asegura una educación integral”

Hugo Carrio Avello nació en Gijón hace 33 años, es director de orquesta y trabaja en la innovadora Fundación del Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela (FESNOJIV), institución que recibió en 2008 el premio ‘Príncipe de Asturias de las Artes’. Dejó su prometedora carrera como ciclista por la música.
“Formar parte de una orquesta asegura una educación integral”
 Parte de las jóvenes participantes en la procesión, ataviadas con trajes típicos.
Parte de las jóvenes participantes en la procesión, ataviadas con trajes típicos.
Hugo Carrio Avello nació en Gijón hace 33 años, es director de orquesta y trabaja en la innovadora Fundación del Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela (FESNOJIV), institución que recibió en 2008 el premio ‘Príncipe de Asturias de las Artes’. Dejó su prometedora carrera como ciclista por la música. Estos días está en Asturias de vacaciones.
Pregunta. De Gijón a Caracas...
Respuesta. Estudié piano en el Conservatorio de Oviedo, Dirección de Orquesta en Madrid y, tras realizar unos cursos en Londres (Inglaterra), me fui para Venezuela en 2006, cuando apenas se conocía fuera su sistema de orquestas. Vivo en Caracas y me muevo por todo el país.
P. ¿Cuál es la clave del sistema de orquestas?
R. Enseñamos a 400.000 niños. Es un sistema social más que musical. La música es el vehículo de formación integral. El maestro José Antonio Abreu creó el sistema hace 36 años para que los niños no tuviesen tiempo libre. En la calle roban, matan y se drogan. Lo ven de niños y de mayores lo imitan. Quiero un reloj y lo cojo; pero al estar en las orquestas no están en la calle. Se les educa. Y a los padres, lo mismo. Damos trabajo incluso a los padres. Vamos más allá de la música.
P. ¿Por ejemplo?
R. Recuerdo a una madre que tenía un tumor en la cabeza. Yo dirigía el núcleo ‘Antonio Estévez’ donde se forma una orquesta. Tenía a 930 niños en un pueblo de 100.000 habitantes. La seguridad social no cubre todo, y la sanidad privada es supercara, no la podríamos pagar ni nosotros. Hablamos con el maestro José Antonio Abreu, y la operación y el tratamiento se la pagó la Fundación. En general, formar parte de una orquesta asegura una educación de verdad integral.
P. ¿Y el trabajo?
R. No hay paro, pero se da trabajo a quien lo necesita. Si un niño de un pueblo es buen músico y va a una orquesta de Caracas se gestiona un trabajo para sus padres también en Caracas.
P. Gustavo Dudamel salió de ese sistema y ahora es una superestrella.
R. Ahora es titular de la Filarmónica de Los Angeles (Costa oeste de Estados Unidos). Por allí pasan Claudio Abbado y Daniel Barenboim, entre otros. Ahora ha salido Diego Mateus, que dirigió en Oviedo cuando nos dieron el premio ‘Príncipe de Asturias’. Tiene 26 años, ya es director de la Fenice.
P. También colabora Max Valdés.
R. Sí, también ha estado allí colaborando.
P. ¿Funciona el sistema o es propaganda política?
R. Funciona, y no tiene nada que ver con la política. Lleva funcionando 36 años con diversos gobiernos.
P. Abreu fue ministro.
R. Sí, de Economía, porque es economista, y de Cultura, con varios presidentes, varias veces. Es una persona increíble. Tengo la suerte de conocerlo. El maestro Abreu es como un dios allí, vive sin ningún lujo, es muy religioso y da todo lo que tiene a los demás. Y se puede pasar tres horas haciéndose fotos con los niños. Sabe qué instrumento tocan y qué hacen sus padres. Soy el único extranjero que trabaja allí. Es un sistema muy venezolano y entiendo que lo blinden un poco.
P. ¿Proyectos?
R. El 28 de septiembre voy a la República Dominicana a dirigir la Orquesta Nacional, que cumple 70 años.
P. ¿Qué pasó con el ciclismo?
R. Empecé con 15 años, como cadete, en el club Estel Las Mestas. Pasé a Extensiones Sabino. Hice la Vuelta Internacional del Besaya. Corrí con Samuel Sánchez, Carlos Barredo, Coque Uría o Chechu Rubiera; pero estaba estudiando. Salía a entrenar y estando en Nava ya tenía que dar la vuelta, ir a casa, ducharme, comer, y a coger el tren a Oviedo al Conservatorio.
P. ¿Cómo llevan la crisis?
R. No se nota. En Venezuela ni se habla de crisis. Se asustan de lo que está pasando en Europa.
P. ¿Podrían establecer en Asturias el sistema de orquestas?
R. Es posible. He hablado con la Fundación Príncipe de Asturias y nos están ayudando muchísimo; pero ya tienen la Escuela Internacional y los premios. Quizá lo hagamos en otra ciudad española.