Los empresarios asturianos buscan una salida a la crisis en el continente africano

Angola se ha convertido en uno de los países con mayores oportunidades para la inversión extranjera. Y Asturias no quiere dejar pasar la oportunidad. La relación entre el país africano y el Principado se inició a partir del viaje del presidente, Vicente Alvarez Areces, al continente negro en 2008. Desde ese momento, los responsables de la sociedad de promoción exterior, Asturex, ya se han desplazado en ocho ocasiones a un país que comienza a recuperarse tras tres décadas de guerra civil. Y los resultados de las gestiones de la administración regional comienzan a notarse. 

Los primeros contratos entre el estado angolés y varias empresas asturianas ya se han firmado. Por este motivo, distintas compañías ya se encuentran instaladas en el país africano.
Así lo explicó el director de Asturex, Alberto Robles. “Los contratos ya se han firmado aprovechando los viajes. Éste es el año en el que se tienen que empezar a recoger los frutos”, aseguró.
Las enormes carencias de Angola lo hacen un mercado muy atractivo. Robles indica que existen una serie de actividades donde las empresas asturianas tienen su oportunidad.
La industria de transformación, ingeniería, infraestructuras, tecnología informática, pesca o formación profesional son sólo algunas de las áreas donde Asturias quiere dejar su seña.
“Angola importa prácticamente todo, no tiene industria de transformación”, precisa Robles. Tal es así, que se trata del segundo productor de petróleo de Africa, pero, a su vez, tiene que importar el combustible porque no tienen refinerías.
Una vez vistas las oportunidades, ¿qué empresas asturianas se quieren aprovechar? El director del Instituto de Desarrollo Económico del Principado (IDEPA), Víctor González Marroquín, señala que el tipo de empresa es tan diverso como las necesidades de Angola.
La consultora informática Satec ha encontrado una espita de negocio en la informatización de los sistemas de la administración angoleña.
Modultec es otra de las enseñas que, según Robles, si “juega bien las cartas” puede tener importantes beneficios.
La firma se dedica a la construcción de edificios modulares y el Gobierno de Angola quiere erradicar el chabolismo mediante la construcción de un millón de viviendas sociales destinadas a los más desfavorecidos.
Las ingenierías Impulso o TSK también se han sentido atraídas. La primera es una de las empresas asturianas que cuenta con presencia física en Angola y su buen hacer ya empieza a ser reconocido por los angoleños. Así, fue la encargada de ejecutar el parque tecnológico de Luanda. “Si quieres hacer negocios, tienes que estar allí. Todo se hace a través de concursos internacionales”, explicó Víctor González Marroquín.
Como casi todo el continente negro, Angola cuenta con unos ingentes recursos naturales. Además del petróleo, el otro gran sustento de la economía nacional son los diamantes. Pero gracias a sus 1.300 kilómetros de costa, la pesca es otro de sus sustentos fundamentales.
Pero aquí también tiene un condicionante, no cuentan con la industria necesaria para la construcción y el equipamiento de barcos. Es en ese momento donde entra en escena la asturiana Armón, que tiene en la elaboración de navíos de bajura su principal oferta.
Gracias a estos recursos naturales, Angola cuenta con una posición estable desde el punto de vista económico. “Tienen liquidez”, indica Víctor González Marroquín. “Están pagando su deuda”, complementa Alberto Robles. Con todo ello, las garantías de cobro son de las más altas de África.
Parece que la llegada de empresarios asturianos a Angola hubiese sido realmente complicada sin la labor de la Administración regional.
“Ya se hizo el ejercicio de abrir puertas y ahora está disponible para todos”, aseveró Alberto Robles. Fruto de la buena relación, hace apenas unos días, Marroquín firmó un protocolo con la Agencia Nacional de Inversión Privada de Angola (ANIP), uno de los principales organismos del país.