Un centenar de cabraliegos residentes en México se reúnen un año más

Por séptima ocasión y en una fiesta que es ya tradición, el pasado 25 de abril los cabraliegos residentes en México y sus familias se reunieron para renovar los lazos de amistad, recordar la tierra y disfrutar de una tarde de buena comida, música y alegría.
Un centenar de cabraliegos residentes en México se reúnen un año más
 Un momento de la celebración de los cabraliegos residentes en México.
Un momento de la celebración de los cabraliegos residentes en México.
Por séptima ocasión y en una fiesta que es ya tradición, el pasado 25 de abril los cabraliegos residentes en México y sus familias se reunieron para renovar los lazos de amistad, recordar la tierra y disfrutar de una tarde de buena comida, música y alegría.
Convocados por Manolo del Corro, Eulogio Fernández, Miguel Ángel Fernández, Juan Luis López y García y Salvador Sánchez, cerca de un centenar de personas se reunieron en el restaurante del Centro Asturiano de México.
Entre la concurrencia hubo gente proveniente de todos los rincones de Cabrales, pero sobre todo de Arangas, Ortiguero, Poo, Sotres y Tielve.
José Vicente del Carmen Bustillo, alcalde de Cabrales, envió un afectuoso mensaje a los asistentes a la comida, en el que señaló que “la comunicación con los emigrantes genera siempre un sentimiento de alegría por el contacto inmediato y otro de melancolía, nunca de tristeza, pues vienen a la memoria hechos, olores, palabras, romerías, duro trabajo, complicidades, todas esas cosas que acontecieron en un lugar común llamado Cabrales, del que fue necesario alejarse para casi un tercio de la población”.  El alcalde manifestó que “si algo caracteriza al cabraliego es el carácter emprendedor, su adaptación al medio en que se encuentre”.
En esta séptima comida anual de cabraliegos en México estuvieron, entre muchos otros, José Francisco López y García, de Arangas; las hermanas López Fernández; Guillermo Fernández Cervera y Eulogio Fernández, de Sotres; Consuelo Herrero, de Tielve; Margarita y Josefina Bustillo, de Poo; Juan José Sierra, Joaquín Álvarez, y Pedro y Vicente Álvarez.
Como en otros años, el ambiente fue de mucha alegría y cariño mutuo. “Los cabraliegos somos reservados de entrada pero nos gusta la fiesta; somos gente de palabra y amigos en el mejor sentido de la palabra”, explicó José María ‘Chema’ Fernández.