El Ateneo Jovellanos recibe la ‘Madreña de Bronce’ del Centro Asturiano de Sevilla

El Centro Asturiano de Sevilla otorgó hace escasos días al ‘Ateneo Jovellanos’ su ‘Madreña de Bronce’, una distinción en reconocimiento a su “impresionante” trayectoria, “cuya influencia ha llegado a Sudamérica y que ha merecido también el reconocimiento de la Casa Real”, puntualizan.
El Ateneo Jovellanos recibe la ‘Madreña de Bronce’ del Centro Asturiano de Sevilla
El Centro Asturiano de Sevilla otorgó hace escasos días al ‘Ateneo Jovellanos’ su ‘Madreña de Bronce’, una distinción en reconocimiento a su “impresionante” trayectoria, “cuya influencia ha llegado a Sudamérica y que ha merecido también el reconocimiento de la Casa Real”, puntualizan.
El secretario del centro, Juan Alberto González, fue el encargado de entregar esta distinción al presidente del Ateneo, José Luis Martínez, quien destacó la labor desinteresada que realiza el centro asturiano, e indicó que “con poco presupuesto, a veces poniendo dinero de vuestra parte, estáis sacando adelante una actividad cultural intensa, con biografías de importantes asturianos que, por cierto, quizás están teniendo algo que ver con el hecho de que muchas calles de Sevilla lleven luego sus nombres”.


Memorial Joaquín Álvarez
El centro sevillano cuenta en la actualidad con 400 socios y su principal impulsor fue Joaquín Álvarez, quien durante 15 años fue presidente de una de las casas regionales más activas de la ciudad.
El memorial que lleva su nombre fue concedido al delegado del Gobierno, Antonio Trevín, por “las aportaciones y apoyo que nos dio cuando, en el año 2000, fue presidente del Consejo de Comunidades Asturianas”. “Hay mucha emigración, pero ninguna con la capacidad de organización que muestra la asturiana”, indicó el ex alcalde de Llanes sobre aquellos tiempos.


Debate sobre la función de los centros asturianos
En mitad del acto se planteó la pregunta sobre cuál debe ser la función de los centros asturianos. Para Juan Alberto González, la cuestión reclama “que la Administración lidere un debate serio”. Según su opinión, durante los siglos XIX y XX han funcionado “como las casetas de la feria; son una prolongación de nuestro hogar, que es Asturias, y si el que entra en él es de confianza le dejas que vaya a la cocina, y si no, le sientas y le atiendes”.
El problema es que las distancias no son las mismas. Ya no se tarda una semana en llegar a Chile; “bastan 13 horas y eso debe hacernos reflexionar, porque ya no podemos ser un grupo que se reúne a comer fabada y tener un grupo de baile”.
Por su parte, la viceconsejera de Emigración, Teresa Ordiz, presente en el homenaje, rechazó ese análisis y explicó que “los centros deben ser entes autónomos y vivos, de los que la sociedad civil es motor; no nos pidáis que la Administración os conduzca”.