“Creemos que no debemos depender de las ayudas del Gobierno asturiano”

El presidente del Centro Asturiano de Rosario (Argentina), Horacio Castaño, dirige desde 1980 esta entidad “social, cultural y deportiva y abierta a la sociedad”, como describe. Castaño ha visitado el Principado de Asturias, al tiempo que aprovechó su estancia para mantener un encuentro con Vicente Álvarez Areces, presidente de la región, y con Valentín Ruiz, viceconsejero de Seguridad, Emigración y Cooperación al Desarrollo.
“Cuantos más años, más responsabilidad”, asegura Horacio Castaño, presidente del Centro Asturiano de Rosario a ‘Asturias en el Mundo’ durante su reciente visita al Principado. Responsabilidad no le debe de faltar, porque lleva 28 años al frente de la institución, que, además, es el primer centro asturiano que se creó en Sudamérica. Nació en Rosario y, sin dejar de considerarse argentino, mira con orgullo la bandera de Asturias y de España. El sentimiento lo heredera de su padre, “que era de la cuenca minera”, y de su madre, “argentina, pero mis abuelos eran asturianos”.
En homenaje a su familia, empezó a formar parte de la asociación, una entidad “social, cultural y deportiva”, en palabras de Castaño. Porque la organización asturiana de Rosario está abierta a toda la población de la zona. Sin dejar a sus antepasados, son “un centro abierto a la sociedad”. De hecho, tienen una biblioteca popular con el nombre de Álvarez Flórez Estrada y colaboran con un colegio público ubicado en una zona “un poco carenciada”. Emplean algunos de los salones del Centor Asturiano como clases y los niños se preguntan por qué van ellos a la escuela y el resto de los que ven en las instalaciones, no, comenta el presidente.
‘Prado Asturiano’ en Rosario
También cuentan con ‘Prado Asturiano’, una finca que los jóvenes optan por llamar ‘el Club Asturiano’. Los mayores no están muy a favor de esta denominación y les intentan aclarar “que eso es un prado, una quinta”. Todas estas instalaciones de la organización son cedidas para usos sociales, destancando su empleo deportivo. “Se practica fútbol a nivel recreativo, hay canchas de tenis, de pádel, un gimnasio... De ahí ha salido la última campeona en gimnasia rítmica del país”, explica Horacio Castaño orgulloso.
Pero las actividades relacionadas con la región asturiana tampoco faltan. “El año pasado hubo un curso de bable, pero más bien práctico. Las primeras clases eran proyecciones sobre películas de la vida rural o la cocina asturiana. Después ya empezamos con la traducción del escrito, fue una manera de asimilar más fácilmente el bable”, explica el dirigente del Centro Asturiano.
El curso tuvo muy buena acogida, aunque alguno de los miembros de la asociación, procedente de la zona oriental y occidental del Principado de Asturias y con un hablar más gallego-asturiano, no consideraba que lo impartido fuese bable. Y es que dentro del Centro de Rosario hay acentos para todos los gustos. De los aproximadamente 2.400 socios, unos 450 son asturianos, algunos casi recién llegados y otros ya llevan más de treinta años en Argentina, a pesar de que no siempre las cosas vayan bien.
“El asturiano, en general, aún estando en malas condiciones económicas, no trata de repratiarse”, comenta Castaño. “No sé si es orgullo personal o que les parecería un fracaso”. Puede que también influya el hecho de que “Argentina enamora, y mucho”, explica el dirigente del Centro. Así, no es de extrañar que los que dejan el país mantegan el contacto y en cuanto puedan, lo visiten de nuevo. Tampoco es raro que una casa muy asturiana esté llena de plantas típicamente argentinas, como él se ha encontrado.
Encuentro con Areces
En su caso, hace una visita a la región astur cada dos años. Además de visitar a sus familiares o asistir cuando puede al Congreso de Asturianía, se ha reunido con las autoridades del Principado. Horacio Castaño aprovechó el viaje para mantener un encuentro con el presidente asturiano, Vicente Álvarez Areces, y con el viceconsejero de Seguridad, Emigración y Cooperación al Desarrollo, Valentín Ruiz. A ellos les pidió “más aporte de cultura asturiana, en libros o con la visita de alguna autoridad al Centro”.
El presidente de este centro argentino afirmó que el emigrante, sus descendientes o, simplemente, el que cultiva la cultura de la región valora especialmente que le expliquen “lo que es un hórreo, una caleya, oir el asturiano, por ejemplo”. Las ayudas económicas son secundarias: “Estimamos que no debemos depender del Gobierno asturiano, pero si hay subvenciones bienvenidas sean”.
Castaño valora que desde que es el director han mejorado mucho las relaciones institucionales del Principado con el Centro Asturiano. Reitera su filosofía de que “más allá de una aportación material, nos satisface recibir a cualquier dirigente”.